El calzado vive su recuperación más efímera

La industria recobrará los ingresos previos a la pandemia en 2023, pero la caída del consumo le impedirá celebrarlo

Un empleado de una fábrica de calzado de Elche (Alicante).JOSE JORDAN (AFP / Getty Images)

En las localidades de Elche, Ubrique, Elda y Arnedo, las cuatro con mayor número de trabajadores del sector del calzado, se respira un ambiente de inquietud. Las plantillas saben que las ventas de este año rebasarán por fin las previas a la pandemia, después de llegar a 6.000 millones de euros en 2022 con un crecimiento del 12% y de superar por primera vez en la historia el listón de los 3.000 millones de euros en expor...

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En las localidades de Elche, Ubrique, Elda y Arnedo, las cuatro con mayor número de trabajadores del sector del calzado, se respira un ambiente de inquietud. Las plantillas saben que las ventas de este año rebasarán por fin las previas a la pandemia, después de llegar a 6.000 millones de euros en 2022 con un crecimiento del 12% y de superar por primera vez en la historia el listón de los 3.000 millones de euros en exportaciones, tras un incremento del 20% sobre 2021. La industria comercializó fuera de España 158,8 millones de pares de zapatos (su producción es de casi 83 millones) y, lo que es mejor, lo hizo elevando notablemente su valor medio, un 15%, hasta 19,26 euros.

Al cierre de la temporada primavera-verano la facturación del calzado ya ha alcanzado los niveles de 2019, pero las compras se han estancado y el crecimiento llega porque los consumidores están absorbiendo el alza de precios, señala Rosa López, directora de Moda y Belleza en Kantar Worldpanel.

Sin embargo, la cartera de pedidos de 2024 no es todo lo abultada que debería ser por estas fechas. Y muchas empresas están sufriendo, sopesando reducciones de personal e incluso al borde del cierre tanto en la provincia de Alicante, con 11 de los 20 municipios españoles con más ocupados del sector, como en el municipio riojano de Arnedo, desde donde lo reconoce Basilio García, consejero delegado de Grupo Hergar, que comercializa las marcas Callahan y Gorila. “No se ha recuperado la cornada de la covid que puso al sector en una tesitura muy complicada y que le está abocando a la concentración”, analiza.

El encogimiento de la industria no es nuevo. Si en 2008 se contabilizaban más de 4.000 empresas dedicadas al calzado, en 2022 el INE registraba 2.975 sociedades activas. El 76% de ellas microempresas, según el informe de la Federación de Industrias del Calzado Español (Fice). La Comunidad Valenciana tiene 1.948. Si bien un aspecto clave sobre la evolución del mapa del sector, dice ese análisis, es la progresión al alza del número de compañías de mayor tamaño. Y el crecimiento del empleo, que el INE eleva a 56.300 trabajadores en 2022 y en este caso sí se superan los registros de 2019.

La presidenta de Fice, Rosana Perán, considera que el año pasado fue bueno desde el punto de vista de la contratación y las exportaciones. “Pero durante el primer semestre de 2023 nos ha costado llegar a los números del ejercicio anterior y esta segunda parte del año está siendo bastante difícil. Se ha parado el consumo y la climatología no ha ayudado”, explica la también vicepresidenta de Pikolinos. La cartera de pedidos para 2024 de su compañía, uno de los pesos pesados de la industria, sigue muy por debajo de los dos años previos, dice. “Y hay empresas que están estudiando reducciones de personal”, agrega Perán.

La subida de la inflación ha hecho estragos en el consumo. En España y en toda Europa. No se salva ni Italia ni Francia ni Alemania, señala García. Tampoco Estados Unidos, según Francisco Oliver, director general de Calzados Danubio, que comercializa la marca Wonders. “La ralentización del consumo es una tendencia global generalizada que no se arregla yendo a nuevos mercados sino con estrategias de fidelización del cliente y fortaleciendo la marca”, sostiene el ejecutivo que desde hace dos meses ha visto cómo empeoraba la reposición del producto en las tiendas.

“Todos los industriales nos estamos replanteando nuestras empresas, para dotarlas de mayor flexibilidad y elaborar productos más atractivos. Tenemos que prepararlas para el futuro”, advierte el consejero delegado de Callahan, cuya facturación permanecerá anclada este año en los 42 millones de euros de 2022, por debajo de los 45 de 2019. La empresa, que vende más del 35% de sus zapatos fuera de España, ve 2024 como un año de cambio. Rosana Perán apoya sus palabras y cree que las compañías han de hacer atractiva la industria a las nuevas generaciones, implantar nuevas formas de trabajo, abordar la digitalización y robotizar las fábricas.

Cifras récord

Pikolinos este año no solo batirá la cifra de negocios de 2019 sino que hará su récord de facturación, señala su vicepresidenta, al aumentar 30 millones sobre el ejercicio precedente hasta los 138 millones de euros. Y lo ha conseguido, explica Perán, siendo más rápidos en dar respuesta al consumidor, introduciendo inteligencia artificial en sus procesos y automatizando sus almacenes, algo que reduce en 20 días la entrega de pedidos, dice. Con una plantilla de 680 personas y vendiendo el 80% de su producto en el exterior, Pikolinos está explorando introducirse en nuevos mercados de Sudamérica.

Calzados Danubio también va a batir su récord de facturación en 2023, con 35 millones de euros, según Oliver. Diez millones más que el ejercicio precedente. Como los grandes jugadores de la industria, va a rebasar las cifras previas a la covid. “Las marcas reconocidas se están restableciendo antes que quienes fabrican marcas blancas o para terceros. Y las pequeñas empresas están sufriendo más”, expone. Con un 75% de las ventas en el mercado internacional, Wonders ha subido precios un 10% y con la incertidumbre que vislumbra en el mercado, con un consumo ralentizado y la preocupación por la pérdida de poder adquisitivo del comprador, Oliver piensa que el año que viene será un ejercicio en el que tendrán que innovar, desarrollar nuevos productos y dar apoyo a los puntos de venta. “Nos preocupa 2024″, admite.

China, la mayor zapatería del mundo

China es la mayor zapatería del mundo, pero su peso como primer productor global ha caído en los últimos diez años un 8%, de controlar el 62,8% del mercado internacional en 2013 al 54,6% en 2022, según datos  recogidos en el informe de Fice. India, Vietnam e Indonesia han ganado la cuota de mercado cedida por el gigante asiático en un ranking que apenas se mueve. Prácticamente son los mismos diez países que hace una década quienes fabrican la mayoría de los 23.900 millones de pares de zapatos que vieron la luz en 2022, con un aumento del 7,7% sobre el año anterior pero aún sin alcanzar los niveles previos a la pandemia. Brasil, Turquía, Pakistán, Bangladesh, México y Camboya se suman a los cuatro anteriores y sólo este último, que desplazó a Filipinas, es nuevo en el top 10. El año pasado las ventas detallistas mundiales de calzado sumaron un valor de 342.100 millones de euros, según Euromonitor, con un aumento del 6,6% sobre 2021. Asia copa el 87% de la producción y el 84% de las exportaciones.

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