BeBartlet, la empresa que da un paso más en las relaciones públicas

Un viaje a Formentera hizo que Nacho Corredor y Adrián Jofre Bosch comenzaran un proyecto, que según ellos no había aterrizado en España: una empresa dedicada a la incidencia pública. Bajo el nombre de BeBartlet, esta compañía se dedica al asesoramiento de empresas que quieren impulsar una parte de su negocio.

Estos dos empresarios se conocieron hace 15 años en la Universidad Pompeu Fabra. Corredor estaba especializado en asesoría pública, y Jofre Bosc...

Un viaje a Formentera hizo que Nacho Corredor y Adrián Jofre Bosch comenzaran un proyecto, que según ellos no había aterrizado en España: una empresa dedicada a la incidencia pública. Bajo el nombre de BeBartlet, esta compañía se dedica al asesoramiento de empresas que quieren impulsar una parte de su negocio.

Estos dos empresarios se conocieron hace 15 años en la Universidad Pompeu Fabra. Corredor estaba especializado en asesoría pública, y Jofre Bosch tenía experiencia en el ámbito privado, en el sector de la consultoría. Cuatro años después de su nacimiento, BeBartlet pretende facturar dos millones de euros este año, el doble que en el ejercicio anterior. En 2022 alcanzó un beneficio de 327.000 euros, según los datos recogidos por Insightview.

Corredor cuenta que las empresas confiaron en BeBartlet muy pronto, lo que les permitió no recurrir a ningún crédito y ser rentables desde el primer mes. Empresas como Astrazeneca, Cepsa, Fundación La Caixa, Carrefour o Naturgy contrataron los servicios de esta compañía dedicada a la incidencia pública con el objetivo de dar un empujón a sus marcas. La empresa cuenta con 25 trabajadores y todos ellos dominan una materia o tienen experiencia en un sector en concreto. Por ejemplo, tienen en plantilla a Diego Gago, exdiputado del PP; la politóloga Cristina Monge o la que fuera directora de comunicación de Save The Children, Alicia Ibarra.

La sociedad se reparte entre Corredor, que cuenta con el 45%, Jofre Bosch, que tiene otro 45% y el 10% restante lo posee Llorente y Cuenca. BeBartlet fue la primera empresa en la que entró sin tomar el control esta compañía dedicada a la consultoría de comunicación. Según los fundadores, la incidencia pública organiza acciones para que participen en la vida política, económica, cultural o social y transformen el entorno mediante proyectos con impacto positivo. Corredor señala que la diferencia entre este concepto y las relaciones públicas es que el primero se centra en el desarrollo de todo el proceso de transformación de la empresa. Bajo el lema: “La gente buena aprende rápido”, BeBartlet apuesta por los jóvenes para determinar el rumbo de la compañía. Además, huyen del modelo piramidal en el que el socio tiene todo el peso de la actividad comercial, pero luego no tiene ninguna implicación en los proyectos.

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