Un piloto con experiencia en UBS
El nuevo consejero delegado, Sergio Ermotti, debe digerir la compra de Credit Suisse y recortar costes
La vieja estrategia de UBS con el antiguo consejero delegado, Ralph Hamers, era segura, pero no daba muchos frutos. La nueva del jefe recién regresado Sergio Ermotti es justo lo contrario. Los accionistas tienen mucho de qué preocuparse tras ...
La vieja estrategia de UBS con el antiguo consejero delegado, Ralph Hamers, era segura, pero no daba muchos frutos. La nueva del jefe recién regresado Sergio Ermotti es justo lo contrario. Los accionistas tienen mucho de qué preocuparse tras el rescate in extremis de Credit Suisse, pero la ralentización del crecimiento de UBS hace que las operaciones para ahorrar costes sean el siguiente paso lógico.
Los resultados del primer trimestre subrayan los problemas del plan de funcionar en solitario del banco valorado en 60.000 millones de dólares. Los ingresos interanuales del grupo se redujeron un 7%. En la actividad principal de gestión de patrimonios, bajaron un 2%. Los beneficios de invertir el dinero de clientes ricos en valores de alta rentabilidad ya no son tan altos; esos clientes esperan lograr más rentabilidad por su cuenta.
Es cierto que el negocio de la gestión de patrimonio atrajo unos 20.000 millones con las nuevas comisiones de gestión. Pero el volumen que maneja UBS es tal que cuesta ver un cambio: el dinero nuevo apenas supone el 0,7% de los fondos totales de clientes incluidos los depósitos. Otro problema es que los bancos privados parecen obtener menos ingresos de cada dólar que manejan. Los ingresos que UBS genera por la gestión de patrimonio cayeron hasta los 78 puntos básicos de los activos medios que devengan comisiones frente a los 82 puntos básicos de hace un año. Por eso la visión de Hamers estaba más que caducada. Su plan se basaba en el crecimiento orgánico, que brillaba por su ausencia, y ensalzaba la tecnología financiera en una apuesta no del todo clara, sobre todo después de cancelar la compra de Wealthfront el año pasado.
En cambio, la segunda era Ermotti brinda la posibilidad de algún cambio positivo. UBS calcula que podrá obtener 8.000 millones en ahorros de costes al juntarse con Credit Suisse. Si se deducen impuestos al 24% y se capitaliza con una tasa de descuento del 10%, esos ahorros valdrán unos 60.000 millones, más o menos acorde con el valor de mercado de UBS. La operación también crea un gigante de patrimonio global con activos de 3,5 billones de dólares, solo superado por Morgan Stanley. Eso colocaría a UBS en una buena posición para hacerse con bancos más pequeños.
Integrar dos grandes bancos es peligroso, pero Ermotti ya ha pilotado reestructuraciones complicadas.
Sigue toda la información de Economía y Negocios en Facebook y Twitter, o en nuestra newsletter semanal