Qué hay detrás de la fortaleza del euro
El mercado está ajustando las perspectivas de crecimiento en Europa
En los últimos seis meses, el euro ha experimentado una apreciación significativa frente al dólar, pasando de mínimos por debajo de la paridad el pasado otoño a tocar niveles alrededor de 1,10 en las últimas semanas. Esta apreciación de la moneda europea, en cierto modo esperada, se ha producido antes d...
En los últimos seis meses, el euro ha experimentado una apreciación significativa frente al dólar, pasando de mínimos por debajo de la paridad el pasado otoño a tocar niveles alrededor de 1,10 en las últimas semanas. Esta apreciación de la moneda europea, en cierto modo esperada, se ha producido antes de lo previsto.
Uno de los principales factores que ha impulsado la apreciación del euro es que la economía europea parece estar superando el impacto del choque energético causado por la guerra de Ucrania, ya que el entorno de precios energéticos ha sido finalmente mejor de lo esperado, tras quedar claro que no faltaría gas este invierno. Pese a las previsiones iniciales de la mayoría de los analistas de que la eurozona entraría en recesión en el último trimestre de 2022 y el primero de 2023, este impacto negativo no se ha materializado, ya que el PIB de la eurozona en el cuarto trimestre de 2022 creció una décima y los indicadores más recientes indican que se está evitando el escenario de recesión también a principios de este año.
En paralelo, otro factor determinante ha sido la reducción del diferencial de rentabilidades de la deuda entre Estados Unidos y Alemania, reflejo de cómo el mercado está ajustando las perspectivas de crecimiento en Europa, y del menor impulso de subida de tipos de interés en Estados Unidos. Particularmente, a finales de 2022 ya se empezó a percibir que la Reserva Federal (Fed) podría concluir el ciclo de aumentos de tipos en la primera mitad de 2023, mientras que el Banco Central Europeo (BCE), por la persistencia de la inflación, tendría un camino más largo por recorrer en su lucha contra la escalada de precios. Además, se están intensificando las apuestas de que la recesión en Estados Unidos en la segunda mitad del año podría ser algo más intensa de lo previsto por los temores de otra crisis financiera tras el colapso de Silicon Valley Bank. Es notable cómo el euro ha salido ileso de este episodio y de la caída de Credit Suisse, ya que los temores a una crisis financiera mundial favorecerían en teoría al dólar por su condición de activo refugio.
En la segunda parte de 2023, los fundamentos macroeconómicos, concretamente la intensidad de la eventual recesión en Estados Unidos, el final del ciclo de subidas de tipos de interés por parte de los bancos centrales, y cuánto tiempo durará la pausa antes de reducir los tipos, determinarán los movimientos de la divisa. En principio, se espera que el euro continúe con una tendencia de apreciación muy gradual frente al dólar, pero con poco margen hasta fin de año, ya que muchos de los factores positivos que respaldan al euro ya están prácticamente puestos en precio.
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