Mucho ojo con los fondos objetivo: no es oro todo lo que reluce

La banca, aprovechando el entorno al alza de tipos de interés, se ha volcado en comercializar estos productos que prometen, sin ser garantizados, una rentabilidad siempre que no venda antes de tiempo

Patio de operaciones de la Bolsa de Madrid.Ana Bornay (EFE) ((EPA) EFE)

El mundo del dinero vive una especie de precuela cinematográfica en la que vuelven a aparecer las letras del Tesoro, los casi olvidados Fondtesoros, y el público espera (o casi añora) que retornen esas guerras del pasivo que en aquellos años noventa lideraba Botín (padre). Los mercados ya ofrecen tipos de interés nominales —tras años de tipos cero o negativos— y los ahorradores buscan formas de conseguirlos, mientras la gran banca remolonea y agiganta su margen de intereses (diferencia entre lo que cobra por prestar el di...

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El mundo del dinero vive una especie de precuela cinematográfica en la que vuelven a aparecer las letras del Tesoro, los casi olvidados Fondtesoros, y el público espera (o casi añora) que retornen esas guerras del pasivo que en aquellos años noventa lideraba Botín (padre). Los mercados ya ofrecen tipos de interés nominales —tras años de tipos cero o negativos— y los ahorradores buscan formas de conseguirlos, mientras la gran banca remolonea y agiganta su margen de intereses (diferencia entre lo que cobra por prestar el dinero y lo que retribuye a sus depósitos).

Pese a que en 2022 los tipos empezaron a crecer, los depósitos y las cuentas corrientes siguen sin remunerarse, salvo algunos episodios de la banca tradicional por internet o de las fintech. Y desde las propias entidades financieras se ha apostado por satisfacer esta demanda de los ahorradores mediante los fondos objetivo, que también reciben el nombre de “comprar y mantener”. Se trata de fondos de inversión que compran deuda (pública y privada, española e internacional) a un plazo determinado (normalmente dos o tres años) y que prometen a sus inversores una rentabilidad final, siempre que no vendan la participación del fondo antes de tiempo. Ahora bien, en ningún caso la rentabilidad prometida está garantizada. Según datos de Inverco (Asociación de Instituciones de Inversión Colectiva), el patrimonio de los fondos objetivo se ha doblado en un año. En enero de 2022 había 6.301 millones de euros en esta categoría y con cifras del pasado enero ya se mueven 12.381 millones de euros. También se ha pasado de 52 fondos a 69 en este periodo.

Las razones del éxito

Silvia San Bruno, responsable de experiencia de cliente en ­BBVA Asset Management, explica el éxito de estos fondos por la fuerte subida de tipos, que vuelve a permitir el lanzamiento de fondos de renta fija a vencimiento ofreciendo rentabilidades a los inversores muy atractivas. “En el caso de BBVA optamos por el formato de fondo de renta fija a vencimiento con una cartera compuesta al 50% por deuda pública española e italiana”. San Bruno espera que, mientras los tipos sigan ofreciendo rentabilidades interesantes, “la oportunidad de participar de esa rentabilidad vía fondo de inversión con cartera a vencimiento seguirá teniendo todo el sentido”. Esta entidad ofrece dos productos con vencimientos en octubre de 2024 y noviembre de 2027.

Desde Ibercaja creen que el momento es especialmente bueno tanto por la deuda pública como por la de las empresas. “En deuda pública estamos en niveles de rentabilidad no vistos en una década. Tras un largo periodo de tipos cero, tenemos oportunidades de inversión en los tramos cortos de las curvas y en bonos privados de buena calidad crediticia, encontramos empresas con fundamentales sólidos y valoraciones muy positivas. La oportunidad está en el tramo corto y medio de la curva de tipos, hasta tres años”, indican.

Félix López, socio de atl Capital y gestor del fondo objetivo Renta Fija 27, explica el interés por estos fondos por la potencia comercial de la gran banca que externaliza su balance y además logra unas comisiones de gestión por el fondo. Este experto considera que “la mayoría de los fondos cumplirán con la rentabilidad objetivo que se han marcado, pero por el camino pueden perder dinero porque los mercados de bonos oscilan día a día”. Y avisa de que el inversor que se vaya antes del plazo previsto no logrará el objetivo marcado. Además comenta que en estos fondos “existe un riesgo de default (impago) en la deuda corporativa, que sería muy difícil, casi imposible, de ver en la deuda pública”, añade.

Por ello, muchos de estos fondos incluyen, además de las habituales comisiones de gestión y depositaría, una comisión de reem­bolso. Como explica San Bruno, el objetivo de estos gastos para el cliente es conseguir que las salidas del fondo, que pueden realizarse sin comisión de reembolso en las ventanas de liquidez, se realicen de forma ordenada, y agrupada, para minimizar su impacto sobre el propio fondo. López, por su parte, indica que estas comisiones de reembolso revierten en el propio fondo de inversión. “Las ventas anticipadas que tenga que hacer el gestor en el mercado inciden en el conjunto de los partícipes del fondo. El problema es venderlo bien. La deuda pública es más líquida, pero en bonos corporativos puede resultar más difícil deshacerse de títulos”.

Transparencia

La CNMV lanzaba el pasado mes de febrero una consulta pública sobre estos fondos objetivo con el fin de que los partícipes conozcan todos sus riesgos y valoren la rentabilidad prometida. En esta consulta, el supervisor hace hincapié en la necesidad de aumentar a 12 las ventanas de liquidez en un año sin que se paguen comisiones de reembolso, en vez de las cuatro actualmente previstas. También pide “establecer criterios sobre el riesgo derivado de no valorar parte de sus operaciones durante el plazo de comercialización, así como de los efectos de la inflación sobre la rentabilidad nominal de sus inversiones”, y “fijar criterios sobre la rentabilidad estimada (en términos de TAE) que razonablemente puede esperar en los fondos de renta fija con estrategia de comprar y mantener en el supuesto de que mantenga su inversión hasta el vencimiento”. Por último, el supervisor habla de ampliar y mejorar las advertencias establecidas sobre el riesgo por el plazo y por el coste por la liquidez del fondo.

La experta de BBVA Asset Management, ante estas medidas del supervisor bursátil, indica que la CNMV busca transparencia y que se mejore la información que se facilita a los partícipes advirtiendo de los riesgos (caída del liquidativo si no mantiene a vencimiento, del efecto de la inflación, de existencia de ventanas de liquidez y riesgo de salida en las ventanas, etcétera). “En nuestra opinión, es muy positivo todo lo que sea reforzar la información y transparencia al partícipe”, dice. Una visión que comparte el gestor de atl Capital, que, no obstante, apunta: “Todos los riesgos vienen reflejados siempre al detalle en los folletos del fondo. Lamentablemente, muy pocos inversores leen estos folletos”, concluye.


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