El 5G como dinamizador de la economía
EL PAÍS y Ferrovial celebraron un encuentro para reflexionar sobre cómo la nueva tecnología transformará la sociedad
Aumentar la velocidad, reducir la latencia (el tiempo de respuesta de la web) y multiplicar la conexión entre millones de dispositivos. Estas son las grandes promesas que esperamos del 5G. Lo crucial de esta quinta generación de redes móviles, sin embargo, es la ventana de oportunidades que nos ofrece: desde el coche autónomo y las cirugías teleasistidas, hasta las fábricas equipadas con un ejército de robots y las calles inundadas de sensor...
Aumentar la velocidad, reducir la latencia (el tiempo de respuesta de la web) y multiplicar la conexión entre millones de dispositivos. Estas son las grandes promesas que esperamos del 5G. Lo crucial de esta quinta generación de redes móviles, sin embargo, es la ventana de oportunidades que nos ofrece: desde el coche autónomo y las cirugías teleasistidas, hasta las fábricas equipadas con un ejército de robots y las calles inundadas de sensores que, por ejemplo, harán más eficiente la movilidad. “Eso es lo que realmente le importa a la gente: cómo esta tecnología va a tener un impacto en su día a día”, afirmó Rafael Fernández, director de Innovación de Ferrovial. Y para ello, el Gobierno junto con las empresas, tienen que echar a volar la imaginación y diseñar un futuro de ciencia ficción. Pero, sobre todo, deben trabajar en conjunto para que el 5G llegue a cada rincón de la geografía española, tanto a las grandes ciudades como a las áreas rurales.
Esa ha sido una de las grandes conclusiones a las que ha llegado un grupo de expertos reunidos en el encuentro 5G: una revolución tecnológica que exige una conciencia colectiva, organizado por EL PAÍS y Ferrovial y celebrado el jueves pasado en Madrid. “El tema es cómo sacamos valor”, afirmó Fernández durante su participación. “El 5G es mucho más que la evolución del 4G”, destacó Elena Gil, directora global de Producto y Operaciones de Negocio de IoT & Big Data de Telefónica Tech. La nueva generación de redes móviles es un habilitador de otras tecnologías. Sus características permiten que el internet de las cosas (IoT, por sus siglas en inglés) sea más potente. Por ejemplo, en una ciudad sensorizada permitirá que los coches se comuniquen de forma inmediata con las infraestructuras o con otros vehículos, evitando colapsos o atascos en las carreteras. “El 5G puede convertirse en un estándar de comunicación en las carreteras, de tal manera que el usuario y el coche sepan cuando un vehículo viene en dirección contraria, la velocidad óptima para incorporarse a un carril o dar prioridad a un coche en caso de emergencia”, señaló Fernández.
“Con el 5G se cruza un puente para seguir un camino de evolución”, agregó Javier Arenzana, socio responsable de Telecomunicaciones de KPMG España. Si el 4G ha permitido la producción de vídeos en streaming o la realidad aumentada, el 5G dará paso al mantenimiento predictivo en las fábricas o la gestión remota con drones y vehículos de guiado automático (AGVs, por sus siglas en inglés), entre otros ejemplos. “Uber fue realmente una de las grandes aplicaciones que se dio con el 4G. Fue un cambio transformacional. ¿Cuál va a ser el Uber del 5G?”, preguntó Christopher Gehlen, consejero delegado de Neutroon, una empresa experta en el despliegue de redes 5G y LTE. Esa es la pregunta que debería estar analizando España en su conjunto.
“El 5G no va solo de antenas y torres. Va de nuevos actores y estos actores ocuparán su espacio en la cadena de valor”, mencionó José Antonio Aranda, director de Innovación y Estrategia de Producto de Cellnex. “Abre un abanico de posibilidades que enriquecerá la industria telco”. El país tiene una ventaja competitiva frente a otros de Europa. España es la nación de la región con más extensión de fibra óptica, que hace tándem con el 5G. Tenemos más que la suma, por ejemplo, de grandes países como Alemania, Francia o Italia, según explicaba recientemente el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. “El 5G es una oportunidad de crecimiento”, aseguró Lucía Velasco, directora del ONTSI (Observatorio Nacional de Tecnología y Sociedad). Los fondos europeos serán un gran catalizador para el despliegue de esta tecnología.
Fondos europeos
El Gobierno destinará 1.367 millones de euros en 2022 a la mejora de la conectividad. De este montante, 631 millones se dirigirán al desarrollo del 5G y 736 millones a continuar con el despliegue de las redes de banda ancha de alta capacidad. “España está apostando fuertemente para tener las comunicaciones y la infraestructura como un elemento dinamizador de la economía”, añadió Elena Gil. “Hay grandes oportunidades en conectar los corredores de transporte ferroviario [Renfe], los aeropuertos, pero también en los hospitales y las escuelas”, indicó Aranda, de Cellnex.
El 5G, sin embargo, no es solo el desarrollo de las infraestructuras. Los participantes en este encuentro coincidieron en que el país tiene que impulsar un ecosistema de innovación que permita echar a andar ideas y proyectos relacionados con esta tecnología. Esa será la clave para generar más riqueza. “Hay aplicaciones que ni siquiera existen, tienen que ser creadas”, abundó Gehlen, de Neutroon. Aunado a ello, los especialistas reconocieron que aún hay un largo trecho por avanzar. Principalmente en temas de regulación, manejo de datos y ciberseguridad. “Tenemos varios retos por delante”, concluyó Velasco, de ONTSI.
Un sector pionero en innovación
El 5G promete una verdadera revolución en la industria. Sus bondades permiten la automatización de tareas, la robotización de fábricas o los controles de procesos críticos en tiempo real, cuidando la seguridad del empleado. Este sector también está siendo un aglutinador de nuevas innovaciones. “En el corto plazo, el mayor impacto del 5G, como habilitador, está teniendo lugar en industria”, recalcó Elena Gil, directora global de Producto y Operaciones de Negocio de IoT & Big Data de Telefónica Tech. La razón está en la competitividad. Porque si algo permite la quinta generación de redes móviles es acelerar los procesos y aumentar las rentabilidades. “Otro tema es el coste de las soluciones”, resaltó Christopher Gehlen, consejero delegado de Neutroon. “El 5G privado puede ser, mínimo, de 7 a 10 veces más caro que la wifi”, subrayó. Lo que está claro es que el 5G obligará a todos los sectores a tener que hacer un replanteamiento concreto de sus procesos productivos y logísticos, destacó Javier Arenzana, socio responsable de Telecomunicaciones de KPMG España. “Esto llevará a un nuevo ciclo de innovación”.