La confianza del inversor sigue por las nubes
El índice de JP Morgan AM se mantiene en zona de máximos a pesar de las incertidumbres sobre la recuperación
La vigorosa recuperación de la economía que se vislumbraba tras la salida de la crisis provocada por la pandemia parece que pierde algo de fuelle. En el horizonte asoman algunos nubarrones en forma de tensiones en los precios, provocadas en gran medida por el encarecimiento de la energía, y cuellos de botella en el suministro mundial. Además, el repunte de los contagios por covid-19 en algunos países es una espada de Damocles permanente para el crecimiento.
Los mercados financieros, sin emba...
La vigorosa recuperación de la economía que se vislumbraba tras la salida de la crisis provocada por la pandemia parece que pierde algo de fuelle. En el horizonte asoman algunos nubarrones en forma de tensiones en los precios, provocadas en gran medida por el encarecimiento de la energía, y cuellos de botella en el suministro mundial. Además, el repunte de los contagios por covid-19 en algunos países es una espada de Damocles permanente para el crecimiento.
Los mercados financieros, sin embargo, continúan ajenos a todas estas incertidumbres. Muchas Bolsas están cerca de sus máximos históricos e incluso las más rezagadas han recuperado al menos los niveles previos a marzo de 2020. Los ahorradores españoles, entre las tensiones del presente y las expectativas futuras, parecen quedarse con estas últimas. Así lo atestigua la oleada de la encuesta de confianza del inversor correspondiente al tercer trimestre de 2021. Este indicador, elaborado por JP Morgan Asset Management y que publica en exclusiva EL PAÍS, solo retrocede levemente con respecto al periodo mayo-junio, cuando marcó máximos. El índice, que se elabora con las respuestas de los encuestados (1.370 entrevistas en esta oleada) sobre qué creen que harán las Bolsas en los siguientes seis meses, cerró septiembre en 3,73 puntos, frente a los 4,02 de junio pasado.
Cuando a los participantes en este estudio se les pregunta cuáles son los motivos para pensar que es “probable o muy probable” ver subidas en los mercados, la opinión más repetida hace referencia a que la pandemia “se está estabilizando”. También destaca el argumento que señala la “mejora de la situación económica y financiera”.
En esta oleada se ha producido un cambio respecto a cuál es la Bolsa con mayor potencial para los ahorradores españoles. Si hace un trimestre el mercado favorito era el estadounidense, ahora las mayores expectativas de revalorización se concentran en la renta variable europea, en segundo lugar se sitúan las acciones asiáticas y el tercer puesto es para la Bolsa española. En cambio, Wall Street cae a la cuarta posición entre las opciones de los inversores, ya que es la que más subida acumula en los últimos años.
Como viene siendo habitual, el optimismo de los ahorradores sobre el devenir de las Bolsas no se traduce en la práctica en una apuesta por activos de riesgo. Los tipos de interés siguen por los suelos, ya que los bancos centrales mantendrán bajo el precio del dinero —salvo que la inflación se desboque— para dar aire a unos Estados con una deuda pública creciente. Esta política monetaria expansiva no impide que los españoles sigan optando de forma mayoritaria por los depósitos o las cuentas corrientes. En concreto, un 39,8% asegura que apostará por estos productos de pasivo en los próximos seis meses a pesar de su escasa rentabilidad (a la que hay que sumar ahora el fuerte repunte del IPC que lleva a rentabilidades reales negativas en la mayoría de los casos). Por su parte, cae el número de personas que invertirán en fondos de inversión o comprarán acciones. Un 17,7% de los encuestados aseguran que no invertirán en nada a medio plazo y el principal motivo es que no tienen dinero para ello.
En línea con esta estrategia conservadora, cuando a los ciudadanos se les pregunta cuál es su principal objetivo a la hora de invertir, la respuesta más habitual (42,9%) es “no perder dinero”. El 28,3% están dispuestos a sacrificar parte de la rentabilidad potencial a cambio de cierta seguridad, mientras que solo el 28,8% de los inversores señalan que su objetivo prioritario es ganar dinero. La mayoría de los encuestados no suelen tener una planificación a la hora de ahorrar de cara a su jubilación, haciendo aportaciones periódicas cuando acumulan cierta cantidad de dinero.
Un contexto que permanece favorable
La visión estratégica de JP Morgan Asset Management para el último trimestre de 2021 sigue marcada por el optimismo económico y la preferencia por los activos de riesgo. “El pico del crecimiento tras la pandemia lo vimos entre abril y junio. Ahora el ritmo se ha moderado, algo normal porque las cifras del segundo trimestre no eran sostenibles, pero seguiremos creciendo por encima de la media lo que queda de 2021 y también en 2022″, señala Lucía Gutiérrez-Mellado, directora de estrategia de la gestora estadounidense.
Los motivos para el optimismo, según esta experta, son varios. En primer lugar, el sector empresarial seguirá tirando del crecimiento, como demuestra el repunte de las inversiones. “Además, las familias han acumulado importantes bolsas de ahorro. A medida que las incertidumbres se despejen ese remanente se debería trasladar al consumo”, argumenta. Evidentemente, el panorama económico no está exentos de riesgos. “La pandemia sigue teniendo efectos colaterales en las cadenas de producción ya que hay un desajuste entre oferta y demanda. También seguimos de cerca a China para ver cuál es el impacto en el crecimiento de las últimas reformas”. ¿Y la inflación? “Pensamos que es transitoria y esperamos que en 2022 debería moderarse, aunque es probable que tengamos niveles más altos que el ciclo económico anterior”. Desde la gestora, creen que los bancos centrales, primero el estadounidense, irán retirando estímulos, pero no creen que veamos subidas de tipos de interés hasta finales del año que viene como pronto. “Seguimos apostando por la renta variable, sobre todo de países desarrollados. En renta fija, nos gusta la deuda de alto rendimiento empresarial”, concluye Gutiérrez-Mellado.