‘Resta immobile’: el ciclo continúa

El fondo del mercado es bueno, aún queda potencial positivo a las Bolsas

FILE PHOTO: A street sign for Wall Street is seen outside the New York Stock Exchange (NYSE) in New York CityANDREW KELLY (Reuters)

Como si se tratara de la caballería rampante del Guillermo Tell de Rossini, que culmina su primer acto casi volando, el mundo se ha recuperado al galope. Hemos asistido al mayor crecimiento de los últimos 50 años. Ya se han alcanzado los niveles previos a la pandemia en términos de PIB y de beneficios de las compañías cotizadas —que son un 12% superiores a antes de la covid—, mientras qu...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Como si se tratara de la caballería rampante del Guillermo Tell de Rossini, que culmina su primer acto casi volando, el mundo se ha recuperado al galope. Hemos asistido al mayor crecimiento de los últimos 50 años. Ya se han alcanzado los niveles previos a la pandemia en términos de PIB y de beneficios de las compañías cotizadas —que son un 12% superiores a antes de la covid—, mientras que índices como el S&P 500 valen un 27% más que entonces.

En los 11 últimos meses también nos hemos malacostumbrado a una excepcional ausencia de volatilidad, ya que hay que remontarse a 1990 para ver un periodo tan largo sin que el S&P 500 haya sufrido correcciones superiores al 5%.

Ahora, aunque el mundo entra en una fase más madura del ciclo, después de experimentar su máxima aceleración en junio, continuará con crecimientos sólidos y ampliamente superiores a su media histórica del 3%: un 5,6% este año y un 4,6% en 2022. Tras 15 meses de reactivación y por más que nos podamos encontrar en un ciclo más rápido que los anteriores, parece pronto para darlo por concluido, sabiendo que la longevidad promedio desde la II Guerra Mundial ha sido de cinco años.

Mientras, la Fed comenzará a retirar estímulos a partir de noviembre, un proceso que suele generar “ruido”. Sin embargo, en la búsqueda de un equilibrio entre crecimiento e inflación, la Fed y el BCE han dejado claro que faltan muchos meses para que comiencen las primeras y graduales subidas de tipos de interés.

Pese a estos argumentos que justifican el potencial positivo para las Bolsas en un entorno en el que la volatilidad será creciente, la tentación de entrar en el juego del vendo y compro es grande. Antes de aventurarse en este complicado arte, les recomendamos considerar que perderse los cinco días más rentables de mercado, a estas altura de ciclo, ha supuesto una merma total de la inversión de más del 20%.

Asimismo, más que centrar los esfuerzos en los niveles de exposición, es importante hacer una correcta selección sectorial. Por ejemplo, el exceso de retorno de la tecnología en Europa o la energía en EE UU, desde comienzos de año, es mayor que cualquier tipo de corrección que el S&P 500 haya tenido durante cualquier fase intermedia de ciclo desde los años cincuenta.

No debe confundirnos este nuevo periodo más volátil que ahora se abre; continuamos en el mismo espectáculo y es importante no marcharse antes de que termine la función. Siguiendo el símil de Guillermo Tell, aunque ya ha terminado el galope, debemos hacer un resta immobile: sí, ese momento del tercer acto en el que toca no moverse porque Guillermo va a lanzar una flecha a una manzana situada sobre la cabeza de su hijo.

Aunque entramos en una fase incómoda, el fondo del mercado es bueno y queda ciclo por delante: resta immobile y el esfuerzo será bien retribuido.

Joan Bonet Majó es director de estrategia de mercados de Banca March.

Más información

Archivado En