Instrucción militar y formación superior: así es el Centro Universitario de la Guardia Civil
La formación académica y el adiestramiento castrense se entremezclan en unos programas educativos oficiales centrados en los numerosos enfoques de la seguridad ciudadana
Dentro de apenas unas semanas, Miguel Oliver terminará sus estudios en la Academia de Oficiales y el Centro Universitario de la Guardia Civil, en Aranjuez (Madrid). Saldrá con el empleo de teniente y dos titulaciones universitarias: un grado en Ingeniería de la Seguridad y un máster en Dirección Operativa de la Seguridad, ambas otorgadas por la Universidad Carlos III; y lo hará después de cinco años de formación repartidos entre la Academia General Militar de Zaragoza y este centro universitario. Por la misma puerta que él acabarán saliendo, con el mismo empleo, cada uno de los 415 cadetes alféreces (337 hombres y 78 mujeres) que cursan actualmente sus estudios en una academia donde la formación universitaria confluye con la instrucción y el adiestramiento de carácter militar y policial propios de la Guardia Civil.
La formación que allí se imparte (integrada en el sistema educativo general) tiene, como es lógico, un común denominador: la seguridad ciudadana, en cualquiera de sus vertientes: nacional, internacional, informática, vial... Son grados universitarios, estudios de posgrado a nivel de máster y doctorado y otros cursos propios en los que participan, alrededor del eje que representan la Academia de Oficiales y el Centro Universitario, toda una red de organizaciones que comparten el objetivo de formar a los futuros oficiales de la Guardia Civil: la Universidad Carlos III y la de Zaragoza; la Escuela de Medicina Legal; el Centro de Estudios Jurídicos o la Academia General Militar, entre otras.
Una formación exigente y multidisciplinar
El retrato robot del futuro egresado está definido desde el comienzo, y es precisamente el que determina “qué tipo de conocimientos, competencias, habilidades, aptitudes y actitudes queremos que tengan los oficiales al salir de la academia... La integración de todo eso da forma a los distintos planes de estudio que han de completar los alumnos”, explica Francisco Fuentes, coronel director de la Academia de Oficiales de la Guardia Civil. Un itinerario que, como se ha mencionado, aúna la instrucción militar de carácter general con una enseñanza técnica y universitaria (mayormente de carácter policial) que preparará a los cadetes para sus futuras tareas profesionales, y que incluye:
- Formación técnico-profesional: policía judicial, seguridad ciudadana, investigación de delitos, criminalística, terrorismo, criminalidad organizada, cibercrimen...
- Formación científico-técnica: informática, tecnologías aplicadas a la seguridad, estadística, ciencias forenses, telecomunicaciones y competencias digitales, entre otras.
- Formación jurídico-humanística: derecho, fundamentos de economía, historia, idiomas...
Conocimientos que, añade Fuentes, se mezclan además de forma transversal con toda una serie de competencias específicamente diseñadas para sus responsabilidades. Empezando por una capacitación profesional específica, “porque aquí no nos podemos olvidar que estamos formando a oficiales que van a ejercer un mando sobre grupos de personas”; y continuando por la adaptación a la realidad social y al entorno de seguridad, “ya que las amenazas y los riesgos a la seguridad van cambiando, y por eso la adaptabilidad es una competencia fundamental”. Junto a ello, puntualiza, el necesario compromiso con los valores y principios de la Guardia Civil y el respeto a los derechos y libertades reconocidos en la Constitución y en el ordenamiento jurídico.
Los futuros oficiales compatibilizan, además, esa carga educativa con un entrenamiento físico específico esencial en su formación y que incluye clases de defensa personal y artes marciales.
Entre los posgrados que ofrece el Centro Universitario cabe señalar, por ejemplo, másteres universitarios como el de Alta Dirección en Seguridad Internacional; el de Delincuencia Económica y Anticorrupción; o el de Protección Internacional del Medio Ambiente. Los títulos propios, por su parte, abarcan un amplio abanico de cursos de entre tres y cuatro meses de duración y de 18 a 24 créditos ECTS, en modalidad semipresencial: ciberdelincuencia, delitos de odio, delitos medioambientales, competencias digitales docentes... La metodología de la academia es mixta, y aunque hay materias donde predominan las lecciones magistrales, en muchas otras se utiliza un enfoque práctico, con estudios de casos, roleplay y empleo de nuevas tecnologías como la Realidad Virtual y la Inteligencia Artificial.
Cuatro vías de acceso a la Academia de Oficiales
Los 415 cadetes que hoy cursan sus estudios en la academia accedieron por cuatro rutas diferentes: el acceso directo (para la población civil), sin titulación universitaria previa y con ella; y la promoción profesional (para los efectivos de la Guardia Civil), igualmente divididos entre quienes ya tenían un grado y quienes no. Ese acceso determinará tanto la duración de los estudios como la titulación de salida, pero no el empleo dentro de la escala de oficiales, ya que todos ellos saldrán como tenientes.
Oliver (el cadete alférez nombrado al comienzo del presente artículo), por ejemplo, utilizó el acceso directo sin titulación previa. Como él, otros 198 alumnos cuyo acceso fue determinado por la calificación obtenida en la EVAU; una calificación, por cierto, nada desdeñable, ya que la nota de corte (que sigue aumentando año a año) se situó este curso en 13,30, la más alta de los diferentes cuerpos de las Fuerzas Armadas. La edad media de este grupo, el más joven, es de 21,5 años.
Una segunda vía de acceso, de reciente creación (este curso académico solo hay 10 alumnos), es la que se dirige a la población civil con determinados grados universitarios previos, que varían según lo que haga falta cada año. En este caso, la formación que reciben aquí, de dos años de duración, desembocará en un máster en Dirección Operativa de la Seguridad.
El afán de superación personal es el que empujó a Fernando Venero, un sargento de la Guardia Civil natural de Cantabria, a la Academia de Oficiales. Venero pertenece al segundo gran grupo de la academia, que con 166 cadetes, es el formado por los efectivos de la Guardia Civil sin titulación universitaria previa (y una media de edad de 40 años). Para acceder por esta vía han de ser suboficiales; tras dos años de estudio, obtendrán un grado en Gestión de la Seguridad Pública. Pero si, por el contrario, ya tenían titulación universitaria (como les sucede a 40 cadetes), en dos años podrán obtener un máster en Dirección Operativa de la Seguridad.
Una academia con actividad internacional
La Academia de Oficiales representa, además, el punto de enlace de la Guardia Civil con CEPOL, el Colegio Europeo de Policía. Cada año se organizan múltiples actividades en las que participan efectivos policiales de otros países, así como la participación de sus miembros en seminarios celebrados en el resto de países miembros. “Cada año tenemos alumnado de otras naciones. Este curso, por ejemplo, hay dos oficiales de Chile, un oficial de Perú, uno de Ecuador y otro de Senegal, que están con nuestro alumnado durante todo un curso académico”, cuenta Fuentes.
En lo que respecta a los intercambios, el coronel director destaca entre todos los existentes con la Escuela de Oficiales de la Gendarmería Francesa, por la que alumnos de la academia de Aranjuez pasan una semana conviviendo con sus oficiales, al igual que luego les reciben en sus propias instalaciones madrileñas. Y, al final del camino, un único objetivo de múltiples capas: convertir a sus oficiales en expertos en seguridad pública, métodos y técnicas de investigación policial; capacitarles para trabajar en equipo y bajo presión y dotarles de las imprescindibles habilidades sociales y del reconocimiento a la diversidad que necesitarán en el ejercicio de su profesión. Sin olvidar, por supuesto, competencias críticas como la capacidad de mando y de resolución de problemas, “para detectar amenazas de seguridad presentes y futuras como la cibercriminalidad, que ya está provocando muchos riesgos que no harán sino multiplicarse con los futuros ordenadores cuánticos”, advierte Fuentes.
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