El ministro de Finanzas de Grecia, Kyriakos Pierrakakis, elegido nuevo presidente del Eurogrupo
El conservador heleno sustituirá al irlandés Paschal Donohoe, que dejó el cargo para ser director general del Banco Mundial
Los ministros de Finanzas de la zona euro han elegido este jueves al griego Kyriakos Pierrakakis como próximo presidente del Eurogrupo. El titular de Economía y Finanzas de Grecia, de la familia del Partido Popular Europeo, se ha impuesto a su homólogo belga Vincent Van Peteghem. El resultado tiene mucho de simbólico: el Eurogrupo fue el órgano de la UE que impuso a Grecia condiciones fiscales muy duras para concederle los tres rescates financieros que precisó durante la crisis del euro. Ahora, 15 años después del primero de los rescates, un griego pasa a presidir este organismo que tanto protagonismo tuvo entonces y que ha perdido mucha relevancia desde que se superaron aquellos momentos que pusieron en riesgo la viabilidad de la moneda única.
Pierrakakis es un político griego de 42 años, del partido gobernante Nueva Democracia, que antes de ocupar la cartera de Finanzas fue titular de Gobernanza Digital (2019-2023) y después de Educación. Ocupa este cargo desde marzo de este mismo año y su elección, evidentemente, supone más el respaldo al país que al propio Pierrakakis. En los últimos años, la situación de las cuentas públicas griegas ha mejorado mucho. Por ejemplo, en 2020, en plena pandemia, su deuda pública rozó el 210% del PIB; cinco años después, a mitad de 2025, su pasivo se había reducido hasta el 151,2% del PIB. Este último dato todavía sitúa al país heleno como uno de los que tienen más deuda pública del mundo desarrollado (solo le supera Japón). Pero su mejora en lo que va de década es enorme.
“Grecia ha recorrido un largo camino en los últimos diez años. Tu elección de hoy [por este jueves] como presidente del Eurogrupo, querido Kyriakos Pierrakakis, es un reconocimiento significativo de ese progreso, tanto para tu país como para nuestra Unión”, ha destacado el presidente del Consejo Europeo, António Costa. El portugués fue primer ministro de Portugal, también un país rescatado durante aquella crisis y que años después vio cómo su ministro de Finanzas entonces, Mário Centeno, fue presidente del Eurogrupo (de enero de 2018 a julio de 2020).
Además de ese reconocimiento al progreso del país que más sufrió durante la crisis del euro, hay otros elementos que sobrevolaban la elección de este jueves. Uno es la posición de Bélgica sobre el uso de los activos rusos congelados (la mayoría de ellos en Bélgica) para dar un préstamo a Ucrania que le permita asegurar sus finanzas los próximos dos años. El Gobierno belga, del que Van Peteghem es vice primer ministro, rechaza ese movimiento en contra de la mayoría de países de la UE.
Entre las tareas que Pierrakakis se ha propuesto abordar en su nuevo puesto, según se desprende de la carta que acompañaba su candidatura, está impulsar el mercado de capitales. El griego, como casi todos los que hablan de buscar vías para impulsar la competetitividad de la UE, recurre al expresidente del BCE Mario Draghi, y al informe que presentó el italiano en septiembre de 2024, para subrayar que este paso como “estratégico”. “El Eurogrupo es el foro natural para dirigir esta agenda”, sostiene.
La batalla Pierrakakis y Van Peteghem, tenía un elemento fratricida. Los dos forman parte de formaciones políticas integradas en el Partido Popular Europeo, lo que ha hecho que esta vez los titulares de Finanzas de la familia conservadora europea no se posicionaran en bloque como sí que hicieron en verano para lograr que el irlandés Paschal Donohoe renovara el cargo. Tampoco el resto de familias se han agrupado para defender a uno o a otro.
A diferencia de lo ocurrido en julio, cuando hubo varias muestras de apoyo antes de llegar al día de la decisión, esta vez no ha sido así. Solo el ministro de Finanzas alemán, el socialdemócrata Lars Klingbeil, ha señalado a su llegada a la sede del Consejo, donde se celebra el Eurogrupo, que él iba a apoyar a Pierrakakis.
No desveló sus cartas antes de la votación el ministro español Carlos Cuerpo. “Los dos son candidatos muy sólidos”, señaló. Él optó a la presidencia en verano, pero esta vez había anunciado que no lo iba a volver a intentar. Subordinó esta decisión al objetivo de que España mantenga un puesto en el consejo de Gobierno del Banco Central Europeo (BCE), del que saldrá en mayo Luis de Guindos. Para esta carrera, que será escalonada entre ahora y diciembre de 2027 (hay cuatro puestos a repartir que se irán relevando en diferentes momentos), Cuerpo sí que ha anunciado que España presentará una candidatura, aunque no ha dado nombre alguno.
Donohoe había sido reelegido en verano. Llevaba más de cinco años en el puesto hasta que el pasado 18 de noviembre anunció su dimisión para irse a trabajar al Banco Mundial como director general. A partir de ese momento se pusieron en marcha los mecanismos previstos para elegir al sucesor, algo que se ha hecho con bastante celeridad.