La moneda con la efigie de Donald Trump se topa con una ley de 1866
Crece la polémica en EE UU sobre si es legal que aparezcan personas vivas en los dólares en circulación
El culto a la personalidad que la figura de Donald Trump está generando en algunos sectores conservadores en Estados Unidos está generando cierta controversia. Varios aliados han presentado algunos proyectos de ley extravagantes como esculpir el rostro de Trump en el Monte Rushmore, convertir su cumpleaños en un día festivo federal o rebautizar el aeropuerto internacional de Dulles, a pocos kilómetros de Washington, con su nombre. La propuesta que parece ir más en serio y ha levantado cierta polémica es el plan del Departamento del Tesoro de acuñar una moneda con la efigie del presidente para conmemorar el 250 aniversario de la independencia del país, que se celebrará el próximo año. Pero sus intenciones se han topado con una ley aprobada en 1866, hace 159 años, que pone trabas a que figuren personas vivas en ellas.
Según señala The New York Times, “las monedas deben tener diseños emblemáticos del semiquincentenario de Estados Unidos, según la legislación. No está claro si la imagen del Sr. Trump puede figurar en una moneda. Una ley de 1866 consagró la tradición de que solo las personas fallecidas podían aparecer en la moneda estadounidense para evitar la impresión de que Estados Unidos era una monarquía”.
En 2020, el Congreso de Estados Unidos aprobó una legislación bipartidista que fue firmada por Trump durante su primer mandato, que autoriza al Secretario del Tesoro a acuñar monedas de un dólar durante la conmemoración del 250 aniversario de la Independencia de Estados Unidos. “El diseño de dichas monedas debe ser emblemático del semiquincentenario de Estados Unidos”, señala la norma.
Pero dicha norma, conocida como Ley de Rediseño de Monedas Coleccionables Circulantes de 2020 también establece que “no se puede incluir ningún retrato de cabeza y hombros o busto de ninguna persona, viva o muerta, ni ningún retrato de una persona viva en el diseño del reverso de ninguna moneda según las subsecciones (x), (y) y (z)”.
“En este trascendental aniversario, no hay perfil más emblemático para el anverso de esta moneda que el de nuestro presidente en funciones, Donald J. Trump”, defendió en X este lunes una publicación de la cuenta oficial del Departamento del Tesoro.
El Departamento del Tesoro de EE, el equivalente al ministerio de Economía y Hacienda en España, asegura en la publicación en la red social que dará “más detalles en breve”.
El tesorero de Estados Unidos, Brandon Beach, anunció en redes sociales días atrás que compartirá más información pronto, “una vez termine el cierre obstruccionista del Gobierno de EE UU”, y compartió los primeros borradores de la moneda a través de una publicación en la red social X.
La moneda, que parece de plata, muestra la efigie del presidente Trump bajo la palabra Libertad, al estilo de los reyes y emperadores romanos. Y debajo la frase: “En dios confiamos”, el lema oficial de Estados Unido. Fue aprobado por el Congreso en 1956 y está presente en todas las monedas acuñadas por el país desde finales de la década de 1950.
En el anverso de la moneda se representa la figura de Trump con puño en alto, detrás de una bandera de Estados Unidos. En la parte superior se repite por tres veces la palabra LUCHA. Y por debajo se puede leer: Estados Unidos junto a “E PLURIBUS UNUN”, otro de los lemas de Estados Unidos que significa; “De muchos, uno”. Según el Smithsonian, se trata de un lema sugerido por un comité el 4 de julio de 1776 en la Declaración de Independencia de Estados Unidos. La institución cultural explica que hace referencia a la lucha de las colonias para luchar de forma conjunta por la independencia de Gran Bretaña. “De 13 colonias surgió una nación. De nuestros 50 estados surge una nación. ¡El lema describe nuestra historia y nuestra creencia de que somos una nación que debe trabajar unida como una sola!“, explica el Smithsonian.
La llegada a la agenda de un debate de apariencia tan trivial, ligado al simbolismo y la propaganda política, pero alejado de los problemas que preocupan a pie de calle, se produce en un momento de turbulencias para el país, en pleno cierre del Gobierno. 750.000 trabajadores federales están suspendidos de empleo y sueldo debido a que el Congreso no le otorga los fondos necesarios para operar con normalidad por la falta de acuerdo entre demócratas y republicanos, lo que está provocando, entre otros muchos problemas, retrasos en trámites tan cotidianos como los pagos de préstamos estudiantiles, que afectan a más de un millón de personas.