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ESTADOS UNIDOS

El déficit comercial de EE UU creció en julio al ritmo más alto en cuatro meses

La brecha comercial creció un 32,5% por el alza de las importaciones antes de la entrada en vigor de los aranceles globales impuestos por Trump

El déficit comercial de Estados Unidos vuelve a ensancharse. En julio se disparó, tras la contracción del mes previo, y creció un 32,5% según los datos difundidos este jueves por el Departamento de Comercio. En el séptimo mes, las importaciones crecieron porque las empresas se lanzaron a comprar al exterior antes de la entrada en vigor de los aranceles globales —ahora en entredicho por una decisión judicial— que Donald Trump impuso al resto del mundo y cuya prórroga, concedida por el propio presidente estadounidense, expiró el 1 de agosto.

Como resultado, la brecha comercial de julio fue la mayor en cuatro meses. El déficit creció en el mes en 19.200 millones de dólares, para situarse en un total de 78.300 millones de dólares. Las cifras coinciden con las expectativas de los analistas, que habían calculado un déficit en torno a los 78.000 millones de dólares (unos 67.000 millones de euros, al cambio actual).

El crecimiento en las importaciones fue del 5,9%, para alcanzar los 358.800 millones de dólares en un julio que ha roto la tendencia a recortar las compras en el exterior. Mientras, las exportaciones aumentaron un 0,3%, para quedar en 280.500 millones de dólares. Las cifras ofrecidas por el gobierno estadounidense no están ajustadas a la inflación.

El alza en las importaciones estuvo impulsado por una mayor entrada de suministros industriales, que se colocaron en su mayor nivel en cuatro meses. También crecieron las compras de productos de consumo, así como los equipamientos de capital, con la exclusión del sector del automóvil.

El informe del Departamento de Comercio deja claro el movimiento de las empresas para llenar sus almacenes antes de la entrada en vigor de los aranceles globales, de un mínimo del 10%, en vigor desde el primero de agosto. El futuro de esas tasas está ahora en entredicho, después de que un tribunal de apelaciones los declarara ilegales la semana pasada. Aunque el juez decidió mantener en vigor los gravámenes hasta el 14 de octubre para dar tiempo a las partes a apelar.

El Gobierno de Trump ya lo ha hecho. Se apresuró a presentar su apelación ante el Tribunal Supremo en un tiempo casi récord, este mismo miércoles. En el escrito pide a la instancia jurídica más alta en Estados Unidos que resuelva el caso de manera expedita, con el argumento de que se encuentra en peligro el propio futuro económico del país. La Administración republicana ha hecho del cobro de aranceles el gran pilar de su política comercial e incluso fiscal, pues cuenta con esos ingresos para paliar su enorme déficit presupuestario, de más de 34 billones de euros, y financiar su programa de recortes de impuestos.

Los datos de este jueves suponen un revés para las intenciones de Trump de revertir el signo de la balanza comercial estadounidense. En junio, el déficit se había reducido al nivel más bajo en 20 meses porque, a pesar de que cayeron las exportaciones, lo hicieron todavía más las importaciones. Pero en julio esa tendencia volvió a revertirse, al crecer las compras al exterior mientras que las ventas se quedaron prácticamente planas. Pese al abultado crecimiento del déficit por encima del 32%, los 78.300 millones en términos absolutos suponen menos que la cifra de mayo, cuando se superaron los 96.000 millones.

Por zonas geográficas, los mayores déficits de Washington se registraron con respecto a México (país con el que está pendiente cerrar un acuerdo comercial), Vietnam (con el que se alcanzó un pacto a principios de julio para imponer un arancel del 20%) y China. Entre los países o bloques a los que EE UU compró más mercancías de las que vendió también figuran la Unión Europea, Suiza o Canadá.

El vecino del norte de EE UU ha publicado precisamente también este jueves los datos de su balanza comercial de julio. En su caso, el crecimiento de las exportaciones hacia el mercado estadounidense provocó que el déficit comercial se estrechase, quedando en unos 4.900 millones de dólares canadienses (unos 3.000 millones de euros), según datos recogidos por Reuters. No obstante, la cifra es mucho más abultada que la del mismo mes de 2024, una muestra más de las alteraciones que en todo el mundo han provocado las medidas arancelarias de Washington.

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