La inteligencia artificial y el papel de las grandes tecnológicas, en el centro del debate del MWC 2025

El congreso mundial de móviles se celebra de lunes a jueves en Barcelona, donde espera superar los 101.000 asistentes del año pasado

Dos operarios en las instalaciones de Fira de Barcelona, en L’Hospitalet de Llobregat, que van a albergar el Mobile World Congress 2025.massimiliano minocri

Si la actualidad tecnológica fuera un cocido, el Mobile World Congress ha dejado de ser el proveedor de uno de los ingredientes —los móviles, que por su ubicuidad podrían ser los garbanzos de la receta— para pasar a ser la olla en la que se prepara todo. A medida que los fabricantes de estos dispositivos han ido optando por estrenar sus nuevos modelos cada uno por su cuenta y no en el propio congreso como hacían habitualmente, la cita empresarial se ha ido convirtiendo en el lugar en el que diferentes actores de industrias tecnológicas muy dispares se encuentran, hacen negocios, en ocasiones más libremente que desde sus propios países, y discuten sobre los grandes debates éticos y regulatorios que atañen a la tecnología. Durante cuatro días, la olla bulle. En esta nueva edición del congreso mundial de móviles —que se celebrará entre este lunes y el jueves en las instalaciones de Fira de Barcelona, donde la organización espera superar los 101.000 asistentes del año pasado— los principales ingredientes serán la inteligencia artificial —con la irrupción de la china DeepSeek como gran novedad— y el papel de las grandes tecnológicas en el complejo escenario geopolítico actual.

Han cambiado muchas cosas desde que la incipiente industria del celular decidió reunirse en un congreso por primera vez en 1987 en Bruselas. Ha cambiado la ubicación: de la capital belga se pasó primero a varias ciudades europeas, se estableció luego en Cannes durante nueve años y desde 2006 se celebra en Barcelona. Han cambiado las dimensiones: se pasó de unos pocos miles de asistentes al récord de los 109.000 registrados el año antes de la pandemia, una cifra que el congreso cada vez está más cerca de recuperar. Han cambiado las empresas: de un puñado de fabricantes se ha pasado a una miríada de empresas innovadoras, startups, teleoperadoras y otras compañías que en total en esta edición suman 2.700 expositores, entre los que destacan Cisco, Deutsche Telekom, Ericsson, Google, Huawei, Intel, Lenovo, LG, Meta, Microsoft, Netflix, Nokia, Qualcomm, Samsung, Telefónica, Tik Tok y ZTE.

Pero sobre todo ha cambiado el concepto: la organización calcula que alrededor de la mitad de los asistentes y los conferenciantes vienen ya de sectores diferentes a la industria de las telecomunicaciones. En el congreso sigue habiendo presentaciones de móviles —Xiaomi presentará hoy, un día antes, su serie 15, Realme lanzará el lunes su serie 14 y 14Pro y ZTE mostrará sus nuevos móviles plegables, entre otras novedades de producto, que irán más allá de los dispositivos y se presentarán, por ejemplo en el espacio de Samsung, novedades en pantallas, semiconductores o electrónica— pero se ha ido dando cada vez más protagonismo a la innovación en robótica, conexión 5G, inteligencia artificial o aplicaciones de la tecnología en los ámbitos de la salud, la industria manufacturera o el internet de las cosas. “Los dispositivos son una parte integral de nuestra industria, pero las plataformas se están convirtiendo en una parte cada vez más importante. Es una evolución natural", expresó en una entrevista con este periódico Mats Granryd, el director general de la patronal de móviles GSMA, que es la organizadora del congreso.

Y en este contexto, la inteligencia artificial es la que acapara más atención. El congreso llega algo más de un mes después de que este sector haya vivido una gran disrupción: el lanzamiento de una inteligencia artificial china, de la mano de la empresa DeepSeek, que demuestra que puede hacer lo mismo que sus competidores sin tantos costes. Esto, además de provocar un terremoto en las Bolsas que afectó especialmente a Nvidia y otras tecnológicas, ha estimulado aún más la competencia y la innovación, así como los debates sobre su regulación, que también estarán presentes en el MWC mediante su programa ministerial, que reunirá a delegaciones de más de 100 países.

Ni DeepSeek ni OpenAI, su gran competidora en Estados Unidos, estarán presentes en el congreso, pero entre los conferenciantes destacan Arthur Mensch, cofundador de la startup francesa MistralAI —la principal baza de Europa para que el continente pueda competir en el desarrollo de esta tecnología—, Aravind Srinivas, consejero delegado de la californiana PerplexityAI o Jürgen Schmidhuber, un informático alemán considerado como uno de los padres de la inteligencia artificial moderna.

Entre los 1.200 conferenciantes destaca también Steve Wozniak, cofundador de Apple, la empresa líder de ventas en telefonía móvil —232,1 millones de terminales comercializadas en 2024, de los 1.240 millones de móviles vendidos en total, un 6,4% más que el año anterior, según los datos provisionales de International Data Corporation— que sin embargo nunca ha asistido al congreso como compañía expositora. Y otro de los conferenciantes que sobresale es Garry Kasparov, campeón mundial de ajedrez en los años 80 y 90, quien ganó a la inteligencia artificial de IBM en 1996 aunque perdió la revancha al año siguiente.

Kasparov, firme opositor del presidente de Rusia, Vladimir Putin, es una muestra también de cómo los debates e innovaciones tecnológicas están atravesadas por la situación geopolítica mundial. El uso de la tecnología para la guerra; la procedencia de zonas en conflicto de materiales como el coltán, esencial para la industria del móvil; o la guerra comercial emprendida por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, con la imposición de aranceles serán sin duda algunas de las cuestiones que sobrevolarán el congreso, que por otra parte es uno de los pocos escenarios donde empresarios chinos y estadounidenses se ven y negocian con naturalidad.

Impacto millonario

También estará en el ambiente y en las discusiones el papel crucial de las grandes tecnológicas en el nuevo tablero geopolítico, como Apple, Amazon, Meta o las empresas de Elon Musk, que se han alineado con Donald Trump y han relegado aspectos como la moderación de contenidos y la lucha contra la desinformación. Pero por encima de todo, el congreso, recuerdan fuentes de la organización, es un lugar para hacer negocios, y por este motivo destacan que el 51% de los asistentes son directivos y el 21% son altos ejecutivos. También es el lugar donde las operadoras de telefonía, como Telefónica, MasOrange o Vodafone expondrán sus prioridades.

La organización explica que el evento genera un gran impacto económico en la ciudad, estimado en entre 540 y 550 millones de euros, una cifra que alude al negocio de la restauración, la hostelería —los hoteles están llenos y la propia agencia del congreso ha reservado ya 21.000 habitaciones—, el ocio y el transporte, y que la organización también detalla en la creación de puestos de trabajo temporal (9.200 el año pasado, y más de 160.000 desde 2006, cuando el congreso llegó a Barcelona).

El MWC utilizará todo el espacio disponible de las instalaciones de Fira de Barcelona en L’Hospitalet de Llobregat (ocho pabellones y 240.000 metros cuadrados de exposición disponbles) y ya está esperando a que se lleve a cabo la ampliación del recinto con un nuevo Hall Zero que sumará 60.000 metros cuadrados y cuyas obras terminarán el año que viene. En el recinto principal se celebrará también el salón del emprendimiento 4YFN, con 930 startups expositoras, mientras que en el recinto de Fira de Barcelona en Montjuïc se celebrará el Talent Arena, dedicado a los desarrolladores y organizado por la fundación Mobile World Capital, que se dedica a trabajar para que quede un legado en la ciudad más allá de los días del congreso.


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