Las renovables hacen caja con la subida de la luz en previsión de otra primavera de precios bajos

El encarecimiento del gas estira todo el mercado eléctrico en las últimas semanas, disparando la retribución de la eólica y la solar fotovoltaica

Vista aérea de una planta solar en Aragón.Abstract Aerial Art ( GETTY IMAG

El mercado eléctrico ya no es lo que era. Hasta hace bien poco, los precios eran prácticamente estables, sin grandes variaciones estacionales: subían algo en invierno y en verano, pero el aumento era relativamente pequeño. El crecimiento exponencial de las renovables ha cambiado por completo ese paradigma: ahora, cuando el sol, el viento y el agua son capaces de desplazar a las centrales de gas, los precios se hunden y, por tanto, también los ingresos del sector. De ahí que los dueños de los parques aprovechen al máximo momentos como el actual, de valores altos en el mercado mayorista, para hacer caja y prepararse para la bajada que volverá a producirse en primavera.

Con el mercado mayorista de la luz instalado estas últimas semanas por encima de los 100 euros por megavatio hora (MWh) prácticamente todos los días de diario y con precios elevados también en las horas centrales del día, los desarrolladores de eólica y de fotovoltaica —aunque en menor medida, porque hay menos horas de sol— están capturando ingresos notablemente más altos de lo previsto. Esta reciente mejora de sus ingresos radica, paradójicamente, en su némesis: los combustibles fósiles. Los altos precios del gas natural son los que están presionando al alza todo el mercado, garantizando valores más que positivos para los desarrolladores de renovables.

Más dinero con menos sol

“El ingreso medio de la solar, que es la cifra clave, ronda los 42 euros por MWh en el acumulado de 2024, el doble de lo que llevaba hasta junio”, ilustra Javier Revuelta, analista sénior de la consultora energética Afry. “Entonces, todo pintaba bastante mal para ellos, pero en el verano y, sobre todo, en el otoño la tendencia se ha corregido mucho. Hasta el punto de que, al final, 2024 ha acabado siendo aceptable... Muchos se dan con un canto en los dientes”. Con una nota curiosa: “Con menos sol, este otoño están siendo capaces de hacer más dinero que en el tramo final de la primavera. ¿La razón? Los precios que están capturando son mucho más altos”.

Los ingresos de la eólica, por su parte, rondan los 55 euros por MWh en el acumulado del año. “Ahí sí que han hecho el agosto estos meses; tanto, que van a conseguir que acabe siendo un año muy bueno para ellos cuando hasta junio parecía que iba a ser malo o muy malo″, sostiene Revuelta.

Son, sin embargo, pocas las instalaciones que venden directamente su producción en el mercado diario. El resto, la gran mayoría, tienen comprometida la electricidad que generan de antemano, con contratos de compraventa a largo plazo (PPA, por sus siglas en inglés), lo que les garantiza una mayor estabilidad. Lo que sí venden en el mercado diario es la producción que les sobra una vez satisfecho el PPA. Con todo, como recuerda Óscar Barrero, socio responsable de Energía de la consultora PwC, los valores que marca el mercado diario “siguen siendo una variable clave a la hora de construir los precios de esos PPA: cuando, como ahora, los precios suben, el apetito por este tipo de contratos es mucho mayor”.

La reciente racha de valores claramente por encima de la media anual (60 euros por MWh en 2024) también ha reanimado operaciones de compra de activos —sobre todo fotovoltaicos— que amenazaban con encallar definitivamente. “El mercado se ha vuelto mucho más selectivo, pero se han reactivado transacciones y, también, contrataciones de PPA: quien tenía dudas de si firmar o no, ahora lo hace”, apunta Barrero. Según sus cifras, los contratos de compraventa de electricidad a 10 años rondan hoy los 38 euros por MWh, mientras que los de eólica se sitúan en alrededor de 55. “Son precios muy buenos para el comprador y a los que al vendedor le siguen saliendo los números”, valora.

Con estas grandes variaciones —estacionales, pero también de un día para otro o de una hora para otra— tanto el sector como los consumidores se están teniendo que acostumbrar a pensar en medias anuales y no tanto en momentos concretos de precios altos o bajos. En 2024, el precio medio de la luz en el mercado mayorista —del que depende lo que pagan cuatro de cada diez hogares, los que optan por la tarifa regulada o PVPC— promediará 60 euros por MWh, la cifra más baja desde el 2020 de la pandemia. “El problema para algunos proyectos llegará cuando el precio baje de 50 euros por MWh″, zanja el socio de PwC. “Pero, cuando llegue ese momento, probablemente se haya desarrollado ya el almacenamiento, que va a ser vital para que puedan estabilizar sus ingresos”.

Dudas sobre la próxima primavera

Ninguna voz autorizada del sector duda de que el precio del mercado mayorista de la luz caerá la próxima primavera. La duda es cuánto, con una variable clave en el aire: el régimen de lluvias. “Hay que esperar a ver qué pasa con el agua en los próximos meses”, apunta Barrero. Una incógnita a la que también apunta Revuelta: “Aunque no lo sabemos, tirando de historial, es difícil que llueva tanto como el año pasado: lo esperable es que sea un periodo hidrológico más normal”. Eso, junto con un gas algo más caro que un año atrás, debería conducir a precios bajos pero no tan de derribo como un año atrás.

En esa ecuación falta, sin embargo, una variable importante: la nueva potencia fotovoltaica añadida en los últimos tiempos, que es mucha. “Eso hará que, en las horas solares, el precio sea prácticamente idéntico que la primavera pasada, porque la menor generación hidroeléctrica se compensará con el aumento en la fotovoltaica. Las horas no solares, en cambio, serán más caras, lo que beneficiará a la eólica”, augura el analista de Afry. “En general”, sintetiza por teléfono, “veremos precios bajos, pero muchos menos negativos” que un año antes.

Nuevo récord de producción verde

Con nuevas plantas eólicas y, sobre todo, solares fotovoltaicas entrando en funcionamiento todos los meses, no es de extrañar que se bata, año tras año, el récord de generación renovable. El 56% de la electricidad que se ha consumido en España en 2024 ha sido de origen renovable, según las cifras de Red Eléctrica de España (REE). Son seis puntos más que en 2023, aunque aún lejos del objetivo del 81% en 2030.

El viento, el sol y el agua rozarán este año los 150 teravatios hora (TWh), con la eólica —líder indiscutible del mix eléctrico español— claramente en cabeza. La fotovoltaica, por su parte, ya se coloca tercera, cada vez más cerca de la nuclear y aumentando la brecha con los ciclos combinados de gas.

Pese al leve incremento de la demanda, del 1,4% —un dato que permite dejar definitivamente atrás las penurias de la crisis energética—, la generación total cae ligeramente en 2024. Esa aparente paradoja tiene explicación: las exportaciones caen por segundo año consecutivo, una vez que el poderosísimo parque nuclear francés se ha repuesto de los problemas sufridos en 2022. Aun así, el viento y el sol están apuntalando a España como exportador neto de electricidad, una posición que se consolidará a largo plazo. Una capacidad, no obstante, que tiene un claro límite físico: la capacidad de la interconexión con Francia, el único enlace posible con el resto de grandes países europeos.

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