El crecimiento de España duplica el de la OCDE: su PIB avanza un 3,4% frente al 1,7% de la media
La fortaleza de la economía nacional en el último año contrasta con la debilidad de los socios europeos e incluso supera el robusto progreso de Estados Unidos
La inusitada fortaleza de la economía española la ha colocado en una situación privilegiada respecto al resto de países miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). Según los datos publicados este jueves por el organismo, el crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) nacional ha duplicado en el último año el del conjunto de Estados miembro, con un 3,4% frente al 1,7% de la media. El buen desempeño del turismo, las exportaciones de servicios empresariales, el consumo público, la resiliencia de la industria, la moderación de los precios y el aumento de la población migrante están detrás de este extraordinario desempeño, que previsiblemente se mantendrá hasta el cierre de año a pesar de la debilidad de los socios europeos y la sacudida económica provocada por la vuelta a la Casa Blanca de Donald Trump, que toma posesión en enero de 2025. La última revisión del Banco de España respalda este vaticinio, pues estima que el país cerrará el año con un avance del 2,8%, es decir, cinco décimas más de lo que proyectaba en junio.
En el tercer trimestre del año, el avance del PIB nacional también fue mayor que el del conjunto de la OCDE, con un repunte trimestral del 0,8% entre julio y septiembre frente al 0,5% de la media de la organización. Este avance se debió a la demanda interna y al gasto turístico, que aumentó un 1,5% en estos meses. El dato, publicado por el Instituto Nacional de Estadística (INE) en octubre, evidenciaba la fortaleza del consumo de los hogares, que a lo largo de este año se ha apoyado en el crecimiento de la población y la recuperación del poder adquisitivo gracias a que la inflación se ha moderado.
Delante de España, solo hay cuatro países que reportaron mayores repuntes entre julio y septiembre ―Irlanda, México, Lituania e Israel―, todos muy superiores al tibio avance del conjunto de la zona euro, que registró un aumento del PIB del 0,4%. Pese a que la cifra es menor, el avance de la economía europea ha sido mejor de lo que preveían los analistas. Alemania ha logrado eludir la recesión, con un avance del PIB del 0,2% en términos intertrimestrales, y la locomotora francesa ha mejorado el ritmo, con un repunte del 0,4% que se debió, según el gobierno galo, al efecto en el consumo de los Juegos Olímpicos de París durante este verano. Los mayores aumentos del PIB los lideró Irlanda, con un notable 2% tras haber registrado una contracción del 0,1% en los tres meses anteriores. Le siguió Lituania (1,1%) y España, que mantiene un ritmo constante desde finales de la primavera y se posiciona entre las principales economías europeas, en contraste con el estancamiento de Italia.
El G-7 se anotó por segundo trimestre consecutivo un repunte del 0,5%, liderado por Estados Unidos, cuya fortaleza demuestra que la Reserva Federal está logrando contener la inflación sin provocar una recesión. El repunte del PIB en un 0,7% se debió al gasto de los consumidores, las exportaciones y el desembolso del gobierno federal. Los hogares siguen siendo su mejor baza; con una tasa de paro cercana a mínimos, salarios que han recuperado poder adquisitivo y una inflación en descenso, la maquinaria del consumo se mantiene activa a pesar de que se ha agotado el ahorro acumulado durante la pandemia. Su crecimiento interanual del 2,7% demuestra que el futuro mandatario republicano heredará una economía estable.
En el otro extremo, los mayores descensos en el tercer trimestre del año los han registrado Hungría (-0,7%), Letonia (-0,4%) y Suecia (-0,1%). En una comparativa interanual, resalta el mal comportamiento que ha tenido Israel, con una caída del PIB del 1,4%. Su contracción es la más pronunciada entre los países de la OCDE y el gobierno sigue rebajando sus previsiones para 2024.