España apuesta por integrar el mercado de capitales de la UE a varias velocidades

El ministro de Economía, Carlos Cuerpo, plantea que un mínimo de tres países de puedan poner en marcha proyectos de cooperación en este campo

El ministro español de Economía, Comercio y Empresa, Carlos Cuerpo, y el comisario europeo de Economía, Paolo Gentiloni, este lunes en Luxemburgo.OLIVIER HOSLET (EFE)

España está dispuesta a empujar la unión del mercado de capitales, incluso si eso pasa por hacerlo a varias velocidades. El ministro de Economía, Carlos Cuerpo, lo ha planteado este lunes a sus colegas del Eurogrupo en la reunión que van a mantener en Luxemburgo. “No se trata de dejar fuera a nadie”, apuntan desde el departamento dirige Cuerpo, p...

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España está dispuesta a empujar la unión del mercado de capitales, incluso si eso pasa por hacerlo a varias velocidades. El ministro de Economía, Carlos Cuerpo, lo ha planteado este lunes a sus colegas del Eurogrupo en la reunión que van a mantener en Luxemburgo. “No se trata de dejar fuera a nadie”, apuntan desde el departamento dirige Cuerpo, pero él mismo admite que la UE “va ya con retraso” en este campo, en el que hasta ahora no ha sido posible avanzar por las diferencias entre países grandes y pequeños. Pero ahora la urgencia de sacar la economía europea de su letargo y la obligación de competir con otras grandes áreas como China y Estados Unidos convierten este proyecto aletargado en una necesidad que no puede esperar para lograr que fluya la financiación privada, como muestran, por ejemplo, los informes Draghi y Letta.

Cuerpo se ha presentado en Luxemburgo con un documento corto, apenas página y media, al que ha tenido acceso EL PAÍS. En él se citan esos dos informes para decir que Europa no tiene tiempo que perder. “Simplemente, no nos podemos permitir esperar una media de 19 meses que es lo que tarda en aprobarse una legislación para los retos que tenemos”, argumenta, para justificar que el primer paso tiene que pasar por afrontar “la gobernanza” de este tipo de reformas para “agilizarla”.

“La propuesta va en la buena dirección”, ha valorado el Comisario de Economía, Paolo Gentiloni, tras acabar la reunión del Eurogrupo. No obstante, sí que ha apuntado que hay que tener en cuenta el encaje legal de la propuesta. Por su parte, el presidente del Eurogrupo, el irlandés Pascal Donohoe, la ha recibido con más frialdad subrayado que es importante que todos los países vayan juntos.

En esencia, España viene a poner sobre la mesa un instrumento que permita a tres o más países avanzar en los campos de unión monetaria en el que sendos Estados miembros estén dispuestos dar pasos adelantes. El siguiente capítulo sería contar con “una evaluación preliminar positiva por parte de la Comisión”. Además, “los Estados miembros participantes definirían las condiciones operativas y jurídicas, de acuerdo con la naturaleza y el alcance del proyecto”.

El último estadio de los proyectos que se pusieran en marcha en este “laboratorio”, como le ha llamado Cuerpo, sería lanzar una regulación para todos los Estados miembros de la UE, una vez ha demostrado su éxito en aquellos que voluntariamente han decidido participar. La propuesta huye deliberadamente de una herramienta que ya existe en la UE, la cooperación reforzada, que es una solución de último recurso cuando una propuesta fracasa y nueve países están dispuestos a llevarlo a cabo. No obstante, este mecanismo no se ha utilizado mucho desde que se abrió la posibilidad en 2013.

Cuerpo ha anunciado sus intenciones en una entrevista con el Financial Times, sumando abiertamente su voz a la de Francia, que en abril lanzó una propuesta en este sentido. Sin embargo, la opción de París siempre es vista con muchos recelos por otras capitales, no solo las pequeñas, porque temen que su verdadera intención es centralizar toda la supervisión bursátil y de mercados de capital en la ESMA (el órgano coordinador de las autoridades nacionales de la UE) que tiene su sede en París.

El primer campo en el que España plantea avanzar es “una propuesta de estándares de rating y calificación de deuda para pymes” para facilitar a estas empresas el acceso al crédito. “Esta iniciativa facilitaría una mayor y más rápida comparación transfronteriza entre empresas, sin necesidad de lograr la armonización en la contabilidad, donde los avances son más difíciles”, desarrolla el documento español.

Otra de las propuestas en las que se podría avanzar, apuntan fuentes de Economía, sería un producto de ahorro a escala de varios países que sirva para canalizarlo después hacia el crédito y la inversión en el sector privado. Esto, concretamente, era otro de los elementos de la propuesta francesa de marzo.

Aunque en la propuesta española está implícita las diferentes velocidades según la voluntad de integración de cada país, al menos al principio, “la participación quedaría abierta a los Estados miembros que decidieran no tomar parte en su inicio”. Pero también persigue aprovechar el impulso de las capitales y los gobiernos más partidarios de avanzar en los diferentes campos planteados para la unión del mercado de capitales.

Uno de los lastres que tiene Europa a la hora de lanzar proyectos empresariales innovadores y con mayor riesgo es el poco desarrollo de su mercado de capitales. El 75% de la financiación corporativa procede de los bancos, entidades que exigen más garantías a la hora de prestar el dinero que los fondos de capital riesgo o los venture capital. Ese porcentaje baja bastante en Estados Unidos y el Reino Unido, y es visto como una de las causas por las que las start-ups (empresas tecnológicas con proyectos innovadores) emigran a estos países en busca de financiación.

Impulsar la integración de los mercados de capitales es una medida en la que los expertos depositan muchas esperanzas para hacer frente a la ingente cantidad de financiación que va a hacer falta para que Europa pueda relanzar su productividad y competitividad frente a Estados Unidos y China. Los cálculos hablan de 800.000 millones de euros, un cifra conservadora según el expresidente del BCE Mario Draghi. Y la mayor parte de este dinero debería llegar del sector privado, en el informe que presentó este ex primer ministro hace unas semanas cifraba en el 80% de ese dinero el que no tendría que salir de las arcas públicas.

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