El Gobierno nombra a Soledad Núñez subgobernadora del Banco de España
El Consejo de Ministros elige, sin contar con el PP, a un perfil técnico como número dos de Escrivá. Núñez acumula una larga experiencia en el supervisor
El Gobierno ha nombrado a Soledad Núñez como subgobernadora del Banco de España sin el concurso del Partido Popular. Es una persona con una larga trayectoria en la casa, funcionaria de la institución, y que ya estuvo a punto de entrar en la cúpula del organismo en otras dos ocasiones: en 2006, el entonces vicepresidente económico Pedro Solbes anunció a Miguel Ángel Fernández Ordóñez como gobernador cuando en La Moncloa ya se preveía el nombre de Núñez para el cargo. Mediante los hechos consumados, Solbes logró imponer su persona de confianza sobre la candidatura de Núñez, que respaldaba Miguel Sebastián, a la sazón jefe de la influyente oficina económica del presidente Zapatero.
En 2012, el ministro del PP Luis de Guindos llegó a pactar con Alfredo Pérez Rubalcaba que Soledad Núñez sería la subgobernadora designada por el PSOE para acompañar a Luis Linde. Pero al conocerse su nombre, varios economistas del entorno del partido socialista encabezados por Julio Segura y José Luis Malo de Molina, en aquel momento director de estudios del banco, se movilizaron y postularon a Fernando Restoy, quien finalmente fue el subgobernador. El nombre de Soledad Núñez para ocupar la cúpula del banco volvía a caerse en el último momento. Dos décadas después de la primera vez en la que casi lo logra, Soledad Núñez, nacida en Badajoz, entra en la cúpula de la institución a los 67 años para un mandato de seis.
Núñez es doctora en economía por la prestigiosa Universidad de Minnesota. Aunque su perfil es más de mercados y macroeconomía, fue directora del Tesoro en el Gobierno de Zapatero y tiene experiencia sobre el sector bancario porque en aquella época participó en todos los cambios que se abordaron en la regulación financiera tras la crisis de 2008. Fue consejera del malogrado Banco Madrid. Y en la actualidad es consejera del Banco de España, nombrada a propuesta de Nadia Calviño, y pertenece a su comisión ejecutiva. Así que está ya al tanto del día a día del banco. No obstante, el nuevo gobernador, José Luis Escrivá, podría decidir que ella no acudiese a las reuniones del Mecanismo Único de Supervisión, el organismo encargado de tutelar los grandes bancos de la zona euro, como sí hacía su predecesora en el puesto, Margarita Delgado. Algunas fuentes ya apuntan que podría decantarse por alguien con una trayectoria más estrechamente vinculada a la supervisión bancaria.
Núñez acumula una larga carrera dentro del banco en puestos técnicos. Destaca su participación en el consejo del Target 2 del Banco Central Europeo, donde se hacen los intercambios de activos entre bancos centrales. Y en los últimos años se ha especializado en la financiación bancaria de proyectos verdes. En el Banco de España se le considera una persona con mano izquierda en la gestión y que conoce la estructura tras su paso por tres áreas distintas del organismo: operaciones, estabilidad financiera y servicio de estudios.
El Partido Popular ha rechazado participar en este nombramiento porque creen que Núñez está muy identificada con el partido socialista y que sería “blanquear” la designación de José Luis Escrivá como gobernador del Banco de España. Este era titular de la cartera de Transformación Digital y Administración Pública y ha dado el salto desde el Gobierno a la institución, un hecho que los populares ven inaceptable porque pone en tela de juicio la independencia del organismo supervisor. Aunque el Gobierno les ofreció la posibilidad de nombrar a una subgobernadora, fuentes populares han asegurado que no iban a participar en este “intercambio de cromos”. De esta forma, se ha roto el pacto no escrito por el cual el Gobierno elegía al gobernador y el partido de la oposición, al subgobernador. Ya se quebró de forma similar con Fernández Ordóñez, y ello provocó que la institución formara parte de la refriega política en pleno hundimiento del sistema financiero y que no encontrara respaldos en el PP.
El Consejo de Ministros también ha aprobado el nombramiento de un nuevo consejero del Banco de España, Jordi Pons i Novell, un hombre de ERC, catedrático de la Universidad de Barcelona y autor de El expolio fiscal: una asfixia premeditada. Su designación obedece a la cuota catalana que tradicionalmente copaban economistas de la órbita de CiU. Sustituye a la doctora por Harvard y profesora del IESE, Nuria Mas. También se ha nombrado a la nueva consejera que reemplazará a Soledad Núñez en el consejo del banco. Se trata de Lucía Rodríguez, economista del Estado, que trabajaba en la Autoridad Fiscal en previsiones económicas y que ha sido elegida por el ministro de Economía, Carlos Cuerpo.
Según fuentes próximas al Banco de España, Escrivá ha iniciado una reorganización del organismo en la que ha creado una nueva dirección general que se encargará de las actividades del gobernador, las relaciones con otros organismos, las relaciones institucionales y la comunicación, encabezada por Paloma Marín. Y su adjunta será quien hasta ahora era directora de comunicación de Escrivá en el ministerio de Transformación Digital, Inés Calderón. En el fondo, se trata de una ampliación de su gabinete y, dentro de esta nueva organización, fuentes del banco señalan que el gobernador podría tomar el control directo de la comunicación de las previsiones económicas y de los informes trimestrales, incluso ofreciendo él mismo la rueda de prensa, algo que antes hacía el servicio de estudios.