Los socios del Gobierno avalan a Escrivá como gobernador del Banco de España con reproches
El PNV, Sumar y Podemos le piden al Ejecutivo ser consultados en las futuras designaciones y que no se limiten a negociar con el Partido Popular
El ministro de Economía, Carlos Cuerpo, ha defendido este miércoles el nombramiento de José Luis Escrivá como gobernador del Banco de España, destacando su extensa experiencia y preparación en materia económica. Su propuesta, una apuesta personal del Ejecutivo, ha contado con el respaldo de los principales socios del Gobierno, pese a que han lamentado las formas en las que se ha llevado a cabo el proceso.
“No tengo nada que decir de la formación del candidato, pero sí de las formas en las que esto se ha llevado a cabo”, ha lamentado justo al comienzo de su intervención la diputada del Partido Nacionalista Vasco, Idoia Sagastizabal. “Nosotros somos meros espectadores y es un buen momento para hacer una reflexión y pensar que este proceso sería mucho más democrático si se consultara a todos los grupos parlamentarios y no solo al principal partido de la oposición”, ha señalado, en referencia al pacto no escrito que existe entre las dos fuerzas más votadas para decidir tanto gobernados como subgobernador.
Desde Sumar, Carlos Martín ha asegurado que Escrivá es “idóneo y preparado”, rechazando que su trayectoria política deba ser un impedimento para ocupar el cargo. Martín también ha coincidido con el PNV en que el proceso podría haber sido más participativo, pero ha resaltado que “la política no debería ser una mácula” y que Escrivá cumple “sobradamente” con los requisitos de profesionalidad. Además, ha señalado que el gobernador debe apoyar la política económica general del gobierno y no preocuparse tanto por la independencia respecto al Ejecutivo sino respecto a los bancos, cuya influencia le preocupa más. “Desgraciadamente, el final profesional natural del gobernador del Banco de España suele ser el consejo de administración de uno de los bancos que regula”, ha añadido.
Podemos y ERC se han situado en una posición intermedia entre el respaldo del PNV y Sumar y la total censura de la derecha. El portavoz de Podemos en la Comisión de Economía, Javier Sánchez Serna, ha admitido que a su partido “no le gusta que la decisión se tome de forma unilateral sin consultar a las fuerzas que sostienen a este Gobierno”. Además, han señalado que la figura de Escrivá no les convence: “No creemos que la persona que se propone vaya a avanzar en las políticas que hemos propuesto. Ya le conocemos por la experiencia de Gobierno conjunto. Sin la presión a su izquierda puede correr el riesgo de fomentar políticas de marcado carácter neoliberal”. Por su parte, Inés Granollers, de ERC, ha aprovechado su intervención para criticar al PSOE. “Esperábamos un poco más de rigor de un partido que se hace llamar progresista. Nombrar a un ministro [como gobernador del Banco de España] no es el movimiento más pulcro ni ortodoxo que se podía hacer”, ha espetado. Su discurso también ha estado cargado de críticas al PP, al que ha tachado de “incoherente” por sus constantes quejas con este nombramiento cuando en sus etapas de Gobierno han protagonizado movimientos parecidos en otras instituciones.
El principal partido de la oposición ha cargado con todo, asegurando que la nueva conformación de la cúpula es una amenaza a la independencia del Banco de España. Escrivá “será juez cuando ha sido parte”, según ha defendido el diputado popular Jaime Olano. Ha recordado que el nuevo gobernador tendrá que hacer una valoración de los presupuestos de 2025, cuando él mismo ha participado en su elaboración, al menos en lo que respecta a la partida del que hasta día de hoy es su departamento —el ministerio de Transformación Digital y la Función Pública—. “Se da cuenta de la broma de mal gusto que supone esto”, le ha cuestionado al ministro de Economía, que en toda oportunidad ha defendido la idoneidad de su homólogo. En un aumento de los decibelios, el popular ha comparado al presidente Pedro Sánchez con Franco, pues “solo él se atrevería a nombrar un ministro como gobernador del Banco de España”.
En términos similares, Pablo Sáez Alonso-Muñumer, de Vox, ha denunciado lo que llama “un episodio más en la colonización de las instituciones”. Ha acusado a La Moncloa de socavar la independencia del organismo con una cúpula que, según ellos, estará alineada con el Ejecutivo y los informes de la entidad estarán “sesgados hacia el buenismo económico”. Al igual que otros miembros del Partido Popular, ha comparado este nombramiento con el que hizo el entonces presidente Zapatero en 2006, cuando puso al frente del organismo a Fernández Ordóñez. “Ocurrió el mayor desastre financiero que condujo a la mayor ruina de las familias en España, pero parece que el PSOE nunca aprende de sus errores”, ha lamentado durante su intervención en el Congreso.
Pedro Casares Hontañón, del grupo socialista, ha desestimado las críticas de la derecha, catalogándolas como “un relato destructivo cargado de bulos y mentiras”. Por contra, no solo se ha limitado a decir que Escrivá cumple con los requerimientos marcados por la normativa, sino que ha asegurado que se trata “del español con el curriculum más relevante en materia económica”. El ministro de Economía también ha destacado la trayectoria de su homólogo, recordando su paso por distintos organismos independientes. “Su labor en la AIReF, marcada por la independencia y la transparencia, junto con su experiencia en el servicio de estudios del BBVA y del Banco de España, demuestran su profundo conocimiento de nuestra economía y del sistema financiero”, ha precisado.
El ministro de Economía no ha escatimado en tiempo para replicar las críticas de la derecha. “Hay mecanismos que vigilan la independencia de los bancos centrales. El de España está entre los más autónomos a nivel internacional”, ha afirmado Cuerpo, que ha pedido a los diputados “evitar lecturas simplistas que sugieran una fragilidad institucional que no existe”. Ha recordado que en 1994, bajo la dirección de Pedro Solbes como ministro de Economía, se promulgó la Ley de Autonomía del Banco de España, que ha garantizado su independencia durante los últimos 30 años. Además, ha señalado que el organismo cuenta con un sólido marco institucional que asegura que el mandato del gobernador esté desvinculado del ciclo político, que no sea prorrogable y esté respaldado por criterios objetivos para su cese, además de exigir alta cualificación técnica y un estricto régimen de incompatibilidades.