El CNI alertó de la conexión rusa del grupo húngaro que puja por Talgo

Informes de Inteligencia y de Seguridad Nacional inciden en el entramado societario de la compañía, con nexos entre Ganz Mavag y la rusa Transmashholding. El Consejo de Seguridad Nacional analizó los documentos clave el pasado lunes

András Tombor, representante del grupo húngaro, Ganz-Mavag, durante una rueda de prensa en julio en Madrid.Samuel Sánchez

El Gobierno se apoyó en informes del Centro Nacional de Inteligencia y de Seguridad Nacional para vetar la operación de compra de Talgo por parte de la compañía húngara Ganz-Mavag. Según aseguran fuentes conocedoras, el expediente de la Junta de Inversiones Exteriores (Jinvex) que analizó ayer el Consejo de Ministros y que sirvió para vetar la operación incorpora informes del CNI y de Seguridad Nacional que ponen ...

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El Gobierno se apoyó en informes del Centro Nacional de Inteligencia y de Seguridad Nacional para vetar la operación de compra de Talgo por parte de la compañía húngara Ganz-Mavag. Según aseguran fuentes conocedoras, el expediente de la Junta de Inversiones Exteriores (Jinvex) que analizó ayer el Consejo de Ministros y que sirvió para vetar la operación incorpora informes del CNI y de Seguridad Nacional que ponen negro sobre blanco la conexión del grupo industrial que ha presentado la oferta por Talgo con una trama rusa. El organismo encargado de la seguridad nacional lleva trabajando unos 18 meses para analizar el entramado húngaro, incluso desde antes que se lanzará la oferta pública de adquisición (opa) sobre la empresa ferroviaria española el pasado 7 de marzo.

El documento, que ha sido considerado información clasificada por parte del Ejecutivo, incidiría en los vínculos entre personajes clave del conglomerado con el ultraconservador primer ministro húngaro, Víktor Orban, así como en el entramado societario pasado y presente del grupo empresarial. Ganz-MaVag Europe es un consorcio cuyo 45% corresponde a un fondo de inversión estatal que pertenece al Ministerio de Economía húngaro llamado Corvinus International Investment, mientras que el 55% está en posesión de la compañía ferroviaria de Hungría, Magyar Vagón. Precisamente esta firma es la que habría mantenido alianzas con la rusa Transmashholding (THM) antes de la invasión de Ucrania. THM salió del accionariado cuando Washington y Bruselas empezaron a establecer sanciones contra los intereses empresariales de Rusia. Pero los informes apuntan a que el grupo ruso y el húngaro mantienen conexiones informales.

András Tombor, cabeza visible del proyecto húngaro en España desde que se anunció la intención de presentar una opa, no ha negado nunca esas relaciones, si bien ha argumentado que se cortaron casi en su totalidad —se habrían mantenido mientras cerraban determinadas entregas concretas— tras la invasión de Ucrania. Sin embargo, según aseguran estas fuentes, los informes del CNI ponen en cuarentena ese planteamiento y defienden que, de facto, los movimientos societarios que desvincularon ambos grupos empresariales son un mero maquillaje. En el terreno personal, el propio Tombor trabajó como asesor en el primer Ejecutivo de Orbán entre 1998 y 2022.

El Consejo de Ministros vetó la operaciones este martes. El día previo se abordó en una reunión decisiva del Consejo de Seguridad Nacional, que analizó los informes, según confirman otras fuentes. Al encuentro, dirigido por el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, asistieron la vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero; el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares; la ministra de Defensa, Margarita Robles; el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska; el ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, Óscar Puente; el ministro de Industria y Turismo, Jordi Hereu; y el ministro de Economía, Comercio y Empresa, Carlos Cuerpo.

El Ministerio de Economía destacó el martes que Talgo es “una empresa estratégica” dentro de un sector “clave para la seguridad económica, la cohesión territorial y el desarrollo industrial”. “El pormenorizado análisis llevado a cabo ha determinado que la autorización de esta operación conllevaría riesgos insalvables para la seguridad nacional y el orden público”. Los informes del CNI y de Seguridad Nacional, según las fuentes consultadas, apuntan que en los últimos meses tanto los sindicatos como el Gobierno vasco habrían recibido presiones de los hombres clave de la operación. E incide en la necesidad de defender las tecnologías críticas de Talgo, esencialmente el cambio de vía automático, que permite a sus trenes de alta velocidad rodar por distintos anchos de vía y, por tanto, saltar fronteras entre países. Una tecnología que, llegado el caso y en términos de seguridad, facilitaría a Rusia la logística militar en plena guerra con Ucrania. Rusia, además, tiene material de Talgo pendiente de mantenimiento, que no ha podido abordar por las sanciones a Moscú.

Según aseguran fuentes internas de la firma de Europa del Este, la compañía prepara ya su respuesta legal y acudirá tanto a las instancias judiciales pertinentes en España como ante la Comisión Europea. Su intención es hacerlo tan pronto como reciba la notificación oficial. Según las citadas fuentes, el movimiento del Gobierno no ha cogido por sorpresa a Ganz-MaVag, que desde hace semanas trabaja en un escenario de bloqueo y una justificación de esa índole con el fin de acelerar su respuesta jurídica. La firma ha estado asesorada legalmente por Garrigues desde el inicio del proceso.

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