La banca pasa del cambio climático
Las advertencias científicas sobre la catástrofe climática a la que nos encaminamos se acumulan
En la Unión Europea es donde más se ha avanzado en exigir a las empresas transparencia sobre las medidas necesarias para la transición energética. Las normas están muy claras pero su cumplimiento es muy insuficiente. En la UE se necesitan 813.000 millones de euros al año hasta 2030 para financiar esta transición. No obstante, solo se cubre la mitad. En 2022, por ejemplo, solo se invirtieron 407.000 millones de euros, según el Institute for Climate Economics.
La financiación de la inversión privada es fundamental para cubrir este déficit. Sin embargo, la banca sigue financiando prácticam...
En la Unión Europea es donde más se ha avanzado en exigir a las empresas transparencia sobre las medidas necesarias para la transición energética. Las normas están muy claras pero su cumplimiento es muy insuficiente. En la UE se necesitan 813.000 millones de euros al año hasta 2030 para financiar esta transición. No obstante, solo se cubre la mitad. En 2022, por ejemplo, solo se invirtieron 407.000 millones de euros, según el Institute for Climate Economics.
La financiación de la inversión privada es fundamental para cubrir este déficit. Sin embargo, la banca sigue financiando prácticamente lo mismo. En 2022, las emisiones de gases de efecto invernadero asociadas a la financiación bancaria ascendieron a 2.700 millones de toneladas, una cifra superior a las emisiones de Alemania, Italia, Reino Unido juntas, según el estudio de ReCommon sobre la contaminación por carbono de los grandes bancos. La realidad es que la banca no ha dejado de financiar las industrias intensivas en combustibles fósiles contaminantes y dedica muy pocos recursos a las actividades económicas sostenibles, según informes del Banco Central Europeo (BCE).
La censura de estos comportamientos, apoyados con solventes estudios científicos, constituyen el núcleo de una carta enviada al ministro de Economía, Carlos Cuerpo, por un grupo diverso de entidades, (Revo Prosperidad Sostenible, Reclaime Finance, WWF, Asufin, Positive Money, Greenpeace, Amigos de la Tierra y la Federación de Consumidores y Usuarios, entre otros). La circunstancia es el futuro nombramiento del Gobernador del Banco de España. Los firmantes “animan” al ministro a “nombrar una persona consciente de la emergencia en la que nos encontramos a nivel climático y ambiental así como de sus implicaciones sociales”.
El propósito de fondo es apremiar al BCE a que sea consecuente con sus análisis. Las medidas que proponen “apoyan los mandatos del BCE”. Recuerdan que “facilitar la transición mejora las opciones de mantener a raya el nivel de precios y la estabilidad financiera, tal como ha mostrado el Gobernador del Banco de España saliente”, Pablo Hernández de Cos el pasado febrero en Palma de Mallorca.
Susana Martín Belmonte, economista experta en Innovación Monetaria de Revo, subraya las contradicciones y riesgos actuales. “El problema”, señala, “es que el BCE tiene muy claro los riesgos climáticos pero esto no es suficiente”. “Tiene que dar un paso más y ofrecer a los bancos privados dinero más barato, a tipos del 0% si hace falta, para financiar las actividades sostenibles no contaminantes”.
Las urgencias son bien conocidas. “Financiar la rehabilitación del 80% de las viviendas más ineficientes para que lo insostenible hoy sea sostenible mañana”. En la misiva hay una referencia a los efectos distributivos de las políticas del BCE. Recuerda “los ingresos desproporcionados, de cerca de 8.000 millones de euros, que ha obtenido la banca en 2023 gracias a la facilidad de depósito del Banco de España”. Los bancos y el BCE deberán rendir cuentas de sus políticas climáticas reales.
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