La actividad manufacturera europea agudiza su crisis y cae a mínimos de seis meses

El índice PMI avanza un aplazamiento de la recuperación económica y advierte sobre la amenaza de la recesión en Alemania, Francia y Austria. La producción cae al ritmo más rápido en lo que va de año

Varios empleados en la línea de montaje de la fábrica de coches eléctricos de Volkswagen en Zwickau (Alemania). MARTIN DIVISEK (EFE

La industria europea aún no logra salirse de las turbulencias, a pesar de recortar precios en mayo. La producción manufacturera, así como los nuevos pedidos, cayeron en picado en junio para todos los países en la eurozona, salvo en Italia, según señalan los últimos datos del índice adelantado (PMI), una encuesta realizada por S&P Global a cerca de 3.000 gestores de compra de empresas europeas. El indicador que mide la producción manufacturera ha marcado en junio su peor dato desde el inicio del año con 46,1 puntos, una caída de 3,2 puntos porcentuales con respecto a mayo. La encuesta sirve como un termómetro adelantado del clima económico. S&P Global califica cualquier dato por encima de los 50 puntos como expansión en las fábricas europeas, mientras que cualquier cifra por debajo indica una fase recesiva. El PMI del sector manufacturero, que completa el índice sobre la producción manufacturera, registró mínimos de dos meses. Según los últimos datos, se está deteriorando en el inicio del verano y crece el riesgo de una recesión en el sector.

El índice PMI del sector manufacturero, que se sitúa en 45,8 puntos este mes, analiza el empeño del suministro, los nuevos pedidos, así como el empleo y los tiempos de entrega de alrededor de 3.000 fábricas del sector privado europeo. “A juzgar por la última encuesta, la economía manufacturera de la zona euro mostró nuevos signos de debilidad al final del segundo trimestre, ya que la contracción de la producción se aceleró notablemente hasta alcanzar el ritmo más fuerte en lo que va de año. Los nuevos pedidos, la actividad de compra y el empleo también disminuyeron a un ritmo más rápido, pero las perspectivas de la producción en el plazo de doce meses siguieron siendo positivas”, señala el comunicado de Hamburg commercial Bank.

Grecia, con 54 puntos, encabezó el índice en junio, aunque España (52,3) y Países Bajos (50,7) también han dado algunos signos de recuperación. Cabe aclarar que todos los países, salvo Italia, se sitúan a la baja. La comunidad europea —perjudicada por débil demanda desde 2022— sigue siendo lastrada por Alemania y Austria, que han registrado cifras negativas a lo largo del año. Además, los fabricantes han alertado de un deterioro en condiciones en este último mes.

“En junio se observaron tendencias más débiles en la mayoría de los sectores manufactureros a nivel nacional. Grecia mantuvo su posición a la cabeza de la clasificación de crecimiento del índice PMI manufacturero, a pesar de que su respectivo índice cayó hasta su nivel más bajo en seis meses. Asimismo, se registraron ritmos de crecimiento más lentos tanto en España como en los Países Bajos. El resto de los miembros de la zona euro cubiertos por el estudio observaron un empeoramiento de las condiciones industriales al final del segundo trimestre. Excepto en el caso de Italia, los ritmos de contracción fueron más fuertes que en mayo. El sector manufacturero de Alemania volvió a registrar el peor resultado de la zona euro, tal y como ha ocurrido ininterrumpidamente desde febrero pasado”, explica el banco alemán en su encuesta conjunta con S&P Global.

Para Cyrus de la Rubia, economista jefe de Hamburg Commercial Bank, estos últimos resultados son preocupantes, sobre todo para Alemania, el país con el mayor PIB de la eurozona. El gigante manufacturero ha mostrado el peor desempeño en el índice desde febrero, en gran medida debido a su exposición a la industria del motor. El economista ha alertado del peligro de una recesión en Alemania, Austria, Francia y Italia, a pesar de sus mejoras. “Es bastante deprimente observar que el indicador a futuro de los nuevos pedidos esté cayendo a un ritmo acelerado. Esta caída se produce después de un periodo récord de veinticinco meses consecutivos de caída de la demanda, con una leve ilusión de que la situación estuviera mejorando en mayo, cuando su índice respectivo mostró algún aumento. Esto significa que cualquier recuperación significativa probablemente se pospondrá al menos hasta finales del verano o principios del otoño”, señala a través de una nota.

“Alemania no ha logrado desprenderse de su posición como el país de la eurozona con peores resultados” ha apuntado Rubia. “Es bastante deprimente que los nuevos pedidos con vistas al futuro caigan a un ritmo acelerado. Esto significa que cualquier recuperación significativa se pospondrá probablemente hasta al menos el final del verano o el principio del otoño”. No obstante, un signo positivo de recuperación, según el economista, es que muchas firmas han logrado trasladar sus costes de insumos al cliente.

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