Se vende poblado talayótico en Baleares por 950.000 euros para celebraciones
El Consell Insular de Menorca defiende que la operación no implicará rebajar el nivel de protección actual del conjunto, que ya salió al mercado en 2010 por una séptima parte de lo que piden ahora sus dueños
Un yacimiento prehistórico que tuvo su auge hace 2.300 años, con una extensión de 6.000 metros cuadrados y situado en la ruta que discurre entre las playas menorquinas de Binisafúa y Binibeca. Así describe la inmobiliaria especializada en propiedades de lujo Sotheby’s el poblado talayótico de Binissafullet, a la venta por 950.000 euros a través de su página web. Se trata de un conjunto prehistórico declarado Bien de Interés Cultural que ya salió al merc...
Un yacimiento prehistórico que tuvo su auge hace 2.300 años, con una extensión de 6.000 metros cuadrados y situado en la ruta que discurre entre las playas menorquinas de Binisafúa y Binibeca. Así describe la inmobiliaria especializada en propiedades de lujo Sotheby’s el poblado talayótico de Binissafullet, a la venta por 950.000 euros a través de su página web. Se trata de un conjunto prehistórico declarado Bien de Interés Cultural que ya salió al mercado hace 14 años. La subida de precio que ha experimentado desde entonces es un reflejo más de la situación del mercado inmobiliario de las islas: en 2010 se pedían 130.000 euros, un importe que ahora se ha multiplicado por siete.
El anuncio de Sotheby’s describe las características del poblado, que según recoge la inmobiliaria fue habitado entre los siglos IV y III antes de Cristo. “Su especial interés estriba en la gran variedad de restos que conserva en su interior, elementos característicos de estos asentamientos como el talayot, la taula, la sala hipóstila (pieza dotada en la época de columnas), viviendas o restos de silos”, promociona la inmobiliaria. Añade que las excavaciones que se realizaron en la zona en 1990 revelaron mucha información sobre las actividades que se practicaban y que, por los restos de ánforas púnicas, de huesos animales y de un hogar, se apunta a la realización de rituales relacionados con la fertilidad de los animales, el campo y las personas.
“La curiosa salida al mercado de esta propiedad representa una oportunidad irrepetible para un coleccionista particular en adquirir, no sólo, una joya arquitectónica prehistórica, muy representativa de la isla de Menorca, sino también en poder hacerse con un recinto excepcional para la organización de eventos culturales privados”, completa el anuncio. Las condiciones del yacimiento permiten su explotación económica pero no están permitidas las nuevas construcciones o modificaciones debido a su condición de Bien de Interés Cultural. El conjunto patrimonial, sin embargo, no fue incluido en el catálogo de monumentos del proyecto Menorca Talayótica que la Unesco declaró Patrimonio de la Humanidad el pasado septiembre.
La salida a la venta del conjunto monumental ha creado cierta polémica y determinadas voces en la isla se han alzado contra la comercialización de este bien patrimonial. El portavoz de la formación econacionalista Més per Menorca en la institución insular, Josep Juaneda, ha reclamado al Consell que compre el poblado con los fondos recaudados a través de la ecotasa. Esta posibilidad se recoge en la Ley de Patrimonio de Baleares, que concede al Gobierno regional y a los consells (consejos, con competencias similares a las diputaciones y algunas más que contempla el estatuto balear) la posibilidad de ejercer el derecho de tanteo y retracto en la venta de cualquier Bien de Interés Cultural. Para Juaneda, la comercialización de un bien de este tipo está ligada a la “dinámica especulativa” que se ha propagado por la isla debido al incremento de los precios en el mercado inmobiliario en los últimos años.
El Consell Insular de Menorca, regido por una coalición de PP y Vox desde el pasado julio, no contempla de momento la compra del poblado. Su consejero de Medio Ambiente, Simón Gornés, ha recordado que el 85% de los yacimientos arqueológicos de este tipo en Menorca son privados, un hecho que cree que “no altera su protección”. En cualquier caso, Gornés señala que tienen un acuerdo con el actual propietario del poblado que obliga a la Administración a asumir su mantenimiento a cambio de que se permita visitarlo todos los días, frente a los cuatro días mensuales a los que obliga la ley. El Consell avanza que, si el poblado cambia de propiedad, negociarán un acuerdo similar con el nuevo dueño.
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