Moody’s cree que la caída del independentismo en Cataluña reduce los riesgos para la economía
La agencia de calificación defiende que el resultado electoral aumenta las probabilidades de un nuevo marco de autonomía fiscal para Cataluña
La caída del independentismo en las pasadas elecciones catalanas reduce los riesgos políticos que sobrevuelan la economía española, según Moody’s. La agencia de calificación apunta en un informe publicado este jueves que la victoria del candidato socialista, Salvador Illa, —pese a que la posibilidad de que acabe gobernando depende de las negociaciones que se produzcan— es positiva en términos fiscales para Cataluña “porque r...
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La caída del independentismo en las pasadas elecciones catalanas reduce los riesgos políticos que sobrevuelan la economía española, según Moody’s. La agencia de calificación apunta en un informe publicado este jueves que la victoria del candidato socialista, Salvador Illa, —pese a que la posibilidad de que acabe gobernando depende de las negociaciones que se produzcan— es positiva en términos fiscales para Cataluña “porque reduce los riesgos de confrontación” entre el Gobierno central y el de la Generalitat. El resultado electoral, defienden desde la agencia, aumenta las probabilidades de un nuevo marco que garantizaría a Cataluña “más autonomía fiscal“.
Los analistas de Moody’s consideran, además, que el resultado electoral supone la confirmación de la condonación parcial de 15.000 millones de deuda autonómica catalana (alrededor de un 19% del total) que el PSOE pactó con Esquerra Republicana el pasado noviembre. De implementarse, la deuda de Cataluña caería desde el 227% del producto interior bruto (PIB) hasta el 190%, “apoyando la consolidación fiscal de la región”. El ahorro en intereses también ayudaría a este proceso, señala el informe. Con un asterisco: una medida así, advierten, aumenta el riesgo de complacencia entre las administraciones regionales y “reduce potencialmente los incentivos para una política fiscal prudente”.
Tanto la creación de un nuevo marco fiscal como la condonación parcial de la deuda fueron condiciones que Junts y ERC pactaron respectivamente con el PSOE en noviembre, a cambio de su apoyo a la investidura de Pedro Sánchez. La victoria de Illa supone para Moody’s la confirmación de que estas medidas se llevarán a efecto. “Junts y ERC siguen siendo socios clave de la coalición a nivel nacional, y las implicaciones crediticias del nuevo marco fiscal dependerán de los detalles concretos de su aplicación”, subraya el informe.
El documento recuerda que el independentismo consiguió 61 escaños el domingo pasado, lejos de la mayoría absoluta de 68 diputados y más todavía de los 74 logrados por la suma de partidos no independentistas (PSC, PP, Vox y Comuns). El declive de las fuerzas nacionalistas no solo disminuye el riesgo de confrontación entre el Gobierno central y el de Cataluña, señala Moody’s, sino que también “ofrece a la diversa y estrecha mayoría del presidente Sánchez la oportunidad de centrarse en abordar las dificultades estructurales a tanto a nivel regional como nacional”. Entre ellas, los analistas de la agencia recogen la reforma del mecanismo de financiación autonómica y la preparación de los Presupuestos para 2025.
Todo ello, se basa, sin embargo, en una premisa hipotética: que Illa sume los apoyos suficientes y logre formar Govern. Con el 28% de los votos, los socialistas alcanzaron en Cataluña una victoria contundente de 42 diputados, siete más que Junts (35), la segunda fuerza política, y 22 más que ERC (20). Pese a ello, los socialistas están muy lejos de la mayoría absoluta y necesitan el voto de una de esas dos fuerzas para la investidura, el verdadero caballo de la batalla de la negociación. Todas sus esperanzas están puestas en que los republicanos les permitan gobernar antes que afrontar una repetición electoral que pueda mermarles aún más. Por lo pronto, los socialistas apuestan por un Gobierno en minoría.
Aunque el informe de Moody’s señala que para el 10 de junio tiene que haber un pacto, el único consenso exigido para esa fecha es la constitución de la mesa del Parlament. Después, tienen 10 días para una primera votación de investidura a la que han anunciado su intención de presentar tanto Carles Puigdemont (Junts) como Illa. El plazo se extiende, aproximadamente, hasta el 20 de agosto. De no formarse Gobierno para entonces, los catalanes tendrán que volver a las urnas.
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