El BEI eliminará obstáculos para financiar a la industria de defensa europea
Calviño explica al Ecofin los planes de la entidad que preside para aumentar sus créditos al sector de seguridad y armamento
El Banco Europeo de Inversiones (BEI) despeja la gran incógnita sobre cómo piensa aumentar la financiación a la industria de defensa para ayudar a rearmar al Viejo Continente. La intención de la entidad que preside Nadia Calviño es eliminar la restricción actual de que al menos la mitad de los proyectos de este sector tengan un destino civil. Propone que no haya un porcentaje mínimo, aunque sí se exigirá que una parte, por peq...
El Banco Europeo de Inversiones (BEI) despeja la gran incógnita sobre cómo piensa aumentar la financiación a la industria de defensa para ayudar a rearmar al Viejo Continente. La intención de la entidad que preside Nadia Calviño es eliminar la restricción actual de que al menos la mitad de los proyectos de este sector tengan un destino civil. Propone que no haya un porcentaje mínimo, aunque sí se exigirá que una parte, por pequeña que sea, de las inversiones que respalde pueda tener un uso no militar, según el plan que la exvicepresidenta española ha presentado este viernes a los ministros de Finanzas en Luxemburgo.
Los cambios propuestos por la dirección del BEI todavía tienen ser aprobados por los órganos de Gobierno. Pero la entidad apunta que el Ecofin, el órgano que agrupa a los ministros de Finanzas de los Estados miembro, habría recibido este plan con satisfacción. “Nadie ha puesto problemas [en la reunión]”, aseguran fuentes del mayor prestamista público del mundo, una versión que han corroborado tanto el vicepresidente económico, Valdis Dombrovskis, como el ministro de Economía español, Carlos Cuerpo. Eso prácticamente garantiza su aprobación, puesto que los accionistas del principal brazo financiero de la UE son los propios Estados y son ellos quienes tiene que dar su visto bueno en los órganos de gobierno internos, que se reunirán en mayo para eso.
La eliminación de ese porcentaje mínimo sería una de las partes del plan con el que Calviño pretende satisfacer la reclamación de los principales socios comunitarios y la Comisión Europa. Otra de las propuestas consistiría en permitir que los bancos comerciales que colaboran con el BEI —una entidad comunitaria con un funcionamiento similar al Instituto Oficial de Crédito (ICO) en España— puedan usar las líneas de financiación compartidas para dar créditos a pymes de la industria de defensa.
Otro de los ejes que propone busca ayudar al sector privado a tramitar las peticiones de créditos. Por sorprendente que parezca, hasta ahora el BEI no contaba con un canal de comunicación para ayudar a las empresas interesadas en lograr financiación para proyectos de seguridad y defensa. Ahora se creará esta ventanilla y, además, se constituirá un grupo de trabajo destinado exclusivamente a la gestión de este tipo de solicitudes.
“Intensificaremos y aceleraremos nuestro apoyo a la industria europea de seguridad y defensa”, ha apuntado la presidenta Calviño. “Como brazo financiero de la UE, debemos contribuir a garantizar la paz y la seguridad de Europa. El Plan de Acción puesto en marcha hoy mejorará las condiciones de financiación de los proyectos europeos”, ha declarado Calviño.
Desde comienzos de año son varias las veces que Estados miembros, Comisión Europea y órganos como el Ecofin han exhortado al BEI a avanzar en esta dirección ante la necesidad de aumentar la inversión en Defensa. Hace menos de un mes 14 países de la Unión, entre ellos Francia, Alemania e Italia, enviaron una carta al BEI exigiéndole algunos avances. Unas semanas antes había sido el pleno de ministros de Finanzas quien le había pedido que estudiaran las restricciones que sobre el doble uso tiene la entidad para financiar a la industria de defensa y la propia definición de este concepto para así poder tener más margen de actuación.
En el banco, que cuenta con más de medio billón de euros de activos, explican que en la UE no hay una definición homogénea sobre qué es material de doble uso. Por eso, hasta ahora el BEI aplica el criterio cuantitativo que ahora pretende eliminar y no uno cualitativo.
Calviño se ha mostrado receptiva al nuevo planteamiento, como dejó claro en una entrevista con este diario: “Debemos reforzar a la industria europea de defensa y nuestra capacidad disuasoria”, respondió. No obstante, también advertía de forma solapada que la entidad no debía financiar la compra de armas o munición. “Es importante que cada actor en este mercado se centre en los ámbitos en los que tiene un mayor valor añadido”, dando a entender que la tarea del BEI era financiar proyectos para el desarrollo de productos o en líneas de fabricación, no la adquisición de armamento.
El BEI se abrió a financiar la industria de defensa hace poco. No obstante, sea por el motivo que sea (requisitos o peticiones de crédito), hasta el momento no ha tenido una gran demanda. Por ejemplo, en su plan de negocio de 2022 creó una línea de crédito hasta 2027 de 6.000 millones destinada al sector, que incrementó hasta los 8.000 un año más tarde. Sin embargo, por ahora solo se han consumido 2.000 millones. Fuentes de la entidad admiten que no tienen previsiones sobre cuánto podrían crecer las peticiones de préstamos -en número y volumen- una vez se aprueben estos cambios.
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