Las grandes empresas españolas dedican menos del 15% de su liquidez al pago de impuestos y cotizaciones
La cifra total de desembolsos tributarios realizados por las gigantes corporativos a las administraciones públicas es de 79.854 millones de euros
Menos del 15% del dinero generado por las grandes empresas españolas se destina a pagar impuestos. No obstante, es la partida que se lleva el mayor porcentaje del valor generado por las compañías, después de los pagos a proveedores. De esta forma, casi 14 de cada 100 euros que desembolsan los gigantes corporativos como Inditex, Iberdrola, El Corte Inglés o Telefónica, van a parar a las administraciones p...
Menos del 15% del dinero generado por las grandes empresas españolas se destina a pagar impuestos. No obstante, es la partida que se lleva el mayor porcentaje del valor generado por las compañías, después de los pagos a proveedores. De esta forma, casi 14 de cada 100 euros que desembolsan los gigantes corporativos como Inditex, Iberdrola, El Corte Inglés o Telefónica, van a parar a las administraciones públicas. En total, la aportación de 40 de las mayores compañías a las arcas del Estado es de 79.854 millones de euros, según el informe Cash Flow Social agregado de la gran empresa española, presentado este martes por la Fundación CEOE y la Fundación PwC.
Según este informe, casi el 40% del total de pagos a las Administraciones públicas —31.454 millones de euros— corresponden a tributos soportados, es decir, que han supuesto un coste directo para las empresas, como por ejemplo los impuestos sobre beneficios o las contribuciones a la Seguridad Social. El 60% restante —48.400 millones de euros— son tributos recaudados; aquellos generados como consecuencia de la actividad económica de la empresa. No suponen un coste directo pero sí uno indirecto derivado de la gestión de su cumplimiento y pago, como las retenciones practicadas a los trabajadores a cuenta del impuesto sobre la renta de las personas físicas.
Para calcular la cifra, el estudio ha utilizado la información pública relativa a la contribución fiscal de 22 grupos empresariales, mientras que la cifra de las 18 empresas restantes ha sido estimada. En este caso se han usado las cuentas anuales consolidadas y se ha llevado a cabo la estimación a partir de otros participantes que tuvieran el mismo sector de actividad, distribución geográfica y tipología de impuestos. La estimación final incluye en todos los casos el impuesto sobre el Valor Añadido, las contribuciones sociales a cargo de la empresa y del empleado, las retenciones sobre las rentas del trabajo y sobre dividendos pagados, y el impuesto sobre Sociedades. No figura banca ni el sector asegurador porque las cuentas eran, de acuerdo con los analistas, imposibles de armonizar con el resto de información, y también se han omitido las filiales de multinacionales como Carrefour.
En el listado analizado aparecen gigantes del Ibex 35 como Grifols, Acciona o Amadeus y otras empresas de menor tamaño como el grupo agroalimentario Fuertes. Por poner en contexto, Inditex, que es la compañía de distribución textil más grande del mundo, facturó en 2022 —ejercicio fiscal analizado por CEOE y PwC— 32.569 millones de euros. En paralelo, la facturación de Agroalimen, propietaria de GB Foods —el grupo alimentario antes conocido como Gallina Blanca— fue de 2.300 millones en el mismo periodo. En cualquier caso, “traccionan en conjunto más del 45% de la economía española”, según ha detallado el presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, en la presentación del informe.
Más allá de los impuestos, los costes operacionales son los que realmente se llevan la mayor tajada de la caja generada por las corporaciones, al representar el 75,1%. En total el gasto asciende a 431.808 millones de euros e incluye materias primas, componentes de productos y otros servicios adquiridos como alquileres de propiedades o los royalties. El análisis sectorial muestra que los pagos destinados a la cadena de suministro suponen la principal fuente de distribución de la riqueza por la gran empresa española dado que supone más del 70% en el sector energético y los servicios de consumo.
Por su parte, algo menos del 8% de los ingresos se va al pago de los salarios de los trabajadores —unos 43.831 millones de euros—. En la partida no se incluyen los impuestos asociados al empleo, cuyo importe ha ascendido a 15.439 millones de euros, dado que figuran en la partida de pagos a las administraciones públicas. Los pagos por dividendos a sus accionistas se llevan, según el texto, solo el 1,7% —10.048 millones —del valor directo generado por las empresas.
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