Jonás Fernández: “Las nuevas reglas fiscales no suponen una vuelta al austericidio de las viejas normas”
El portavoz socialista de Economía en el Parlamento Europeo defiende la reforma acordada del Pacto de Estabilidad porque deja “cierto espacio para las inversiones”
La Unión Europea está a un solo paso de cerrar la gran reforma de las reglas fiscales. España ha tenido un papel destacado en el Consejo de la UE, que le tocó presidir cuando se ahormó su posición. En el Parlamento, también un español ha tenido un papel importante, el eurodiputado socialista Jonás Fernández (Oviedo, 45 años). No ha sido ponente de las normas, ese papel les ha correspondido a la holandesa Esther ...
La Unión Europea está a un solo paso de cerrar la gran reforma de las reglas fiscales. España ha tenido un papel destacado en el Consejo de la UE, que le tocó presidir cuando se ahormó su posición. En el Parlamento, también un español ha tenido un papel importante, el eurodiputado socialista Jonás Fernández (Oviedo, 45 años). No ha sido ponente de las normas, ese papel les ha correspondido a la holandesa Esther de Lange, por el lado conservador, y a la portuguesa Margarida Marques, por la parte socialista. Pero a él, como portavoz de Economía de su grupo en la Eurocámara, le ha tocado poner mucho de su parte para que su familia política se sumara al pacto, algo que ha precisado que el gasto social tenga cierta protección.
“La negociación con el Consejo ha sido muy difícil porque el texto que pactaron los Estados introducía unas salvaguardas a las propuestas por la Comisión y a la posición del Parlamento, especialmente la salvaguarda del déficit público, que suponía un relevante escollo en la negociación al menos desde la perspectiva del grupo socialista”, explica con el tono calmado y prudente característico de él y con un lenguaje, en ocasiones, técnico. Las salvaguardas de las que habla este economista asturiano que trabajó en la consultora del exministro Carlos Solchaga son la referencia de que los países, una vez dejen de someterse a planes de ajuste para reducir su deuda (y los que no los necesiten) acerquen su déficit al 1,5% y no al límite del 3% que marcan los tratados de la UE. ¿Cedió mucho España? “No se trata de que España cediera más o menos. Su responsabilidad era alcanzar un acuerdo y lo logró”.
No solo por esto Fernández defiende el resultado final de este nuevo Pacto de Estabilidad y Crecimiento, nombre oficial de las reglas fiscales. “Permite salir de estos últimos años, en los que las normas no se han aplicado [para dejar que el presupuesto público pudiera responder a las consecuencias económicas de la pandemia y la invasión de Ucrania], con unas nuevas reglas que son sustancialmente mejores que las actuales, permitiendo un proceso consolidación fiscal acompañado de cierto espacio para las inversiones”. ¿Quedan entonces atrás la austeridad de la década pasada y la crisis financiera? “Como no se han aplicado en los últimos años, quizá nos hemos olvidado de que las normas existen y que las todavía vigentes incorporaban una restricción fiscal muy notable. Estas no suponen una vuelta a eso sino el regreso a ciertas normas que deben regir en una unión monetaria sin política fiscal común”, afirma. Por eso, para él, no era opción volver a aplicar plenamente las normas a sustituir en las próximas semanas: “Supondría una vuelta al austericidio”, zanja.
El acuerdo final, que el Parlamento Europeo tiene que ratificar antes de que su actividad se paralice en mayo, no es su texto ideal. “Es el mejor que podíamos alcanzar”, admite. A este eurodiputado con casi diez años de experiencia en los pasillos de la Eurocámara le falta que las normas fueran más el resultado de una visión fiscal de conjunto que la suma de los 20 países de la zona euro más los otros siete socios. Aunque sabe que eso tiene un talón de Aquiles: si se abre este debate, se abre “la posibilidad de mantener el Fondo Next Generation EU [el fondo de recuperación] o algún instrumento similar a nivel comunitario que permita complementar las políticas fiscales nacionales”, es decir, la posibilidad deuda conjunta y una herramienta fiscal común.
Esa herramienta podría servir también para compensar el poco espacio para la inversión pública que van a tener los países con grandes volúmenes de deuda cuando hace falta para no perder el tren de las transiciones gemelas. “No debiéramos pensar solo en los presupuestos nacionales a la hora de acometer esas inversiones. Hemos visto en los últimos años como se ha ido flexibilizando la regulación de ayudas de Estado para responder a algunos de estos retos. Pero ese camino es peligroso, porque, por intentar competir con terceras jurisdicciones [Estados Unidos o China] estamos introduciendo estrés en la cohesión del mercado único”, dispara.
La legislatura europea está acabando. Entre las competencias más directas de Fernández está la regulación que culmine la unión bancaria. “Nos falta fundamentalmente el seguro de depósitos europeo. La Comisión hizo una propuesta la legislatura anterior, pero es cierto que ni en el Parlamento ni en el Consejo hemos conseguido avanzar”, admite. ¿Y le gustaría estar en la siguiente legislatura para completarlo? “El PSOE abrirá el proceso en los próximos meses y será el momento de expresar nuestra voluntad”.
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