Las importaciones de frutas y hortalizas amenazan la producción interior
El sector señala la dificultad de competir por los mayores costes laborales y las mayores exigencias en materia de seguridad alimentaria
Las importaciones de frutas y hortalizas ascendieron en 2022 a 3,8 millones de toneladas, lo que supuso un incremento del 15% sobre las cifras de cinco años antes y casi el 50% sobre las compras en el exterior de hace una década. Esta línea de aumento de entradas se ha mantenido en los primeros ocho meses de este año, con un alza del 11% sobre el mismo periodo del año anterior. En la parte opuesta, ...
Las importaciones de frutas y hortalizas ascendieron en 2022 a 3,8 millones de toneladas, lo que supuso un incremento del 15% sobre las cifras de cinco años antes y casi el 50% sobre las compras en el exterior de hace una década. Esta línea de aumento de entradas se ha mantenido en los primeros ocho meses de este año, con un alza del 11% sobre el mismo periodo del año anterior. En la parte opuesta, el sector mantiene unas exportaciones congeladas en unos 12 millones de toneladas por la mayor competencia desde terceros países en los mismos mercados.
El director general de la Federación Nacional de Productores y Exportadores de Frutas y Hortalizas, José María Pozancos, advierte sobre los riesgos de esta situación para una actividad importante para la economía por su facturación, el empleo y el territorio que abarca. Considera difícil competir en un mismo mercado con producciones que vienen en su mayor parte de países con unos costes laborales muy inferiores, donde el salario de una jornada puede equivaler al pagado por una hora de trabajo en España. Pero, sobre todo, donde no se obliga al cumplimiento de las estrictas normas comunitarias en materia de laboreo, tratamientos y, en conjunto, de seguridad alimentaria. En este sentido se abunda en la necesidad de exigir el cumplimiento de la denominada cláusula espejo para que se cumplan las mismas exigencias. Además, se reclama una mayor atención por parte de las autoridades comunitarias para adoptar las medidas de apoyo en los mercados previstas en la normativa, basándose en las organizaciones de productores y en los programas operativos.
En el caso concreto del tomate, los datos presentados recientemente por la Comisión preveían una caída del 21,5% en la superficie y de un 22% en la producción en España hasta 2035 por la competencia desleal procedente de Marruecos y Turquía. Por ello, Andrés Góngora, de COAG, reclamaba la necesidad del cumplimiento de la normativa comunitaria sobre productos en los acuerdos comerciales con terceros países, así como la revisión de los precios de entrada, reducción de contingentes arancelarios y medidas de salvaguardia. Además, denunciaba las políticas de subvenciones del gobierno de Marruecos para apoyar las producciones de tomates, patatas y cebollas con entre 3.000 y 6.300 euros por hectárea. Ello ha supuesto que la entrada de tomate marroquí en la UE haya pasado de las 365.000 toneladas en 2013 a las actuales 557.000.
De los 3,8 millones de importaciones actuales de frutas y hortalizas en España, destaca más de un millón de toneladas de patata, 190.000 toneladas de tomate, más de 200.000 de aguacate, 117.000 toneladas de naranjas, 400.000 toneladas de plátanos, 100.000 toneladas de cebollas, 114.00 de judías verdes, 140.000 de kiwis, 80.000 de limones, 195.000 de manzanas, 160.000 de piñas y 140.000 de sandías, entre las más importantes.
Francia es el primer exportador, con algo más de un millón de toneladas, de las que casi 900.000 son de patatas que se comercializan durante todo el año como producto nuevo o de conservación. A esta cifra se suman otras 50.000 toneladas de manzanas. En este escenario, un dato que cabe destacar es el despegue de las exportaciones de Portugal hasta las 340.000 toneladas, entre las que destacan naranjas, patatas, tomate, manzanas y peras. Países Bajos se mantiene como otro importante exportador con más de 200.000 toneladas. Italia exporta a España unas 140.000 toneladas, especialmente manzanas que suponen la mitad.
Fuera de la Unión Europea, el mayor protagonismo corresponde a Marruecos, que en los últimos cinco años ha pasado de 400.000 a 540.000 toneladas y donde destacan unas 70.000 toneladas de judía verde que han diezmado la producción nacional, otras 70.000 toneladas de pimientos, 90.000 toneladas de tomates, 34.000 toneladas de arándanos y 120.000 toneladas de sandías. Egipto exporta a España fundamentalmente patatas y ha reducido a mínimos los cítricos. Sudáfrica exporta unas 20.000 toneladas de limones y 34.000 toneladas de naranjas, producto sobre el que mantienen su rechazo los agricultores españoles ante los numerosos casos de producto infectado. Piña, aguacate o mango se lo reparten varios países sudamericanos y africanos como Brasil o Costa de Marfil.
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