La inflación en la eurozona pone en guardia al BCE al detener su desaceleración y mantenerse en el 5,3% en agosto
La inflación subyacente también se modera al 5,3%, la cifra menor desde mayo
La tasa interanual de inflación en la eurozona se mantuvo estable en agosto en 5,3%, igual que en julio, según la primera estimación de la agencia estadística de la Comisión Europea, Eurostat. De confirmarse estas cifras, se trata del segundo mes consecutivo en el que se registra el menor encarecimiento de precios desde enero de 2022. La inflación subyacente, aquella que no tiene en cuenta los elementos más volátiles como los alimentos y la energía, se situó en agosto...
La tasa interanual de inflación en la eurozona se mantuvo estable en agosto en 5,3%, igual que en julio, según la primera estimación de la agencia estadística de la Comisión Europea, Eurostat. De confirmarse estas cifras, se trata del segundo mes consecutivo en el que se registra el menor encarecimiento de precios desde enero de 2022. La inflación subyacente, aquella que no tiene en cuenta los elementos más volátiles como los alimentos y la energía, se situó en agosto en 5,3%, por debajo del 5,5% de julio y el nivel más bajo desde mayo. El dato sin embargo supone un jarro de agua fría para las expectativas de los banqueros centrales ya que supone detener la ralentización iniciada desde primavera.
Los datos europeos, que serán confirmados a mediados de septiembre, se conocen poco antes del próximo encuentro del Banco Central Europeo (BCE), que tiene establecido como objetivo volver a una inflación del 2% para los 20 países que comparten la moneda única. La institución monetaria europea lleva 13 meses subiendo los tipos de interés, pero los responsables están debatiendo ahora si es el momento de hacer una pausa o realizar un nuevo incremento, decisión que será tomada en la próxima cita en Fráncfort, el 14 de septiembre.
Aunque ambos han experimentado un leve repunte, España y Bélgica se confirman en agosto como los países de la zona euro con menor incremento de los precios, con un 2,4% respectivamente, los más cercanos al objetivo del BCE.
En el caso español, la cifra estimativa europea es algo menor que la que maneja el Instituto Nacional de Estadística (INE), que la víspera cifró en 2,6% la inflación española en agosto. El incremento refleja, en cualquier caso, una escalada de precios debida, en parte, al aluvión turístico recibido en un país tan dependiente del sector como es España, pero también a efectos externos, especialmente la inquietud que genera en el mercado energético una amenaza de huelga en varias instalaciones de gas en Australia, que lleva semanas convulsionando el sector, así como el anuncio de recortes adicionales en la producción de petróleo por parte de Arabia Saudí.
Un efecto que también se ha notado en toda la eurozona. La evolución de los precios en la zona euro en agosto se debió principalmente a una caída en el coste de la energía, pero esta fue menor que en julio: la bajada en agosto fue de 3,3%, frente al 6,1% el mes precedente.
En el otro lado de la escala de países, las subidas más intensas de los precios se registraron en Eslovaquia (9,6%), seguidas de Croacia (8,5%) y Austria (7,6%). Alemania, según esta primera estimación, ha logrado moderar levemente su inflación en una décima a 6,4%, mientras que en Francia pasa del 5,1% de julio al 5,7%.
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