La demanda de Letras de Tesoro se dispara y hace caer los intereses por primera vez en este año
Las peticiones para títulos a 6 y 12 meses duplican la oferta y frustran para los ahorradores la esperada subida de tipos
La esperada primera subasta del Letras del Tesoro de agosto no ha tenido los efectos deseados para los pequeños ahorradores. El Tesoro Público, organismo dependiente del Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital, captó este martes 4.838,79 millones de euros en una nueva subasta de Letras del Estado a 6 y 12 meses. La demanda de títulos duplicó la oferta pero ese apetitio por la deuda pública hizo caer los intereses por debajo del 3,7%, inferior a los de la subasta de julio en el caso de los títulos a un año y ...
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La esperada primera subasta del Letras del Tesoro de agosto no ha tenido los efectos deseados para los pequeños ahorradores. El Tesoro Público, organismo dependiente del Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital, captó este martes 4.838,79 millones de euros en una nueva subasta de Letras del Estado a 6 y 12 meses. La demanda de títulos duplicó la oferta pero ese apetitio por la deuda pública hizo caer los intereses por debajo del 3,7%, inferior a los de la subasta de julio en el caso de los títulos a un año y muy lejos de la barrera del 4% que apuntaban los expertos tras la última subida de tipos decidida del Banco Central Europeo (BCE) al 4,25%. De hecho, es la primera vez en lo que va de año que los tipos de las Letras a 12 meses se reducen respecto a la anterior subasta.
La cuantía captada se sitúa en el rango bajo del objetivo de la subasta, que era de entre 4.500 y 5.500 millones de euros. La demanda total alcanzó los 9.365,15 millones, casi el doble de la cantidad adjudicada. En Letras a seis meses, el Tesoro adjudicó 1.003,52 millones a un interés medio del 3,639%, quedando el marginal en el 3,665%, superior al 3,629% de la subasta del pasado 4 de julio y alcanzando su nivel más elevado desde julio de 2012, aunque lejos de la subida que algunos analistas auguraban. La demanda en esta referencia ascendió a 2.734,2 millones, por lo que ratio de cobertura fue de 2,72.
No obstante, el mayor pinchazo para los inversores fue el de las letras a 12 meses. el grueso de la subasta. El Tesoro captó 3.835,27 millones a un interés medio del 3,664%, llegando a otorgar un 3,682% en el marginal. Ambos niveles son inferiores al 3,804% que el organismo liderado por Carlos Cuerpo otorgó hace un mes, a pesar de la última subida de tipos del BCE del pasado 27 de julio. La ratio de cobertura de esta colocación fue 1,73, ya que la demanda ascendió 6.630,95 millones. Con todo, los intereses ofrecidos por la deuda pública son muy superiores a la media con que los bancos retribuyen los depósitos y otros productos de ahorro.
De ahí que el interés de los inversores minoristas se haya disparado conforme va pasando el año, como ha destacado este martes el Ministerio de Asuntos Económicos. Como aproximación de su participación, las pujas no competitivas -aquellas en las que solo se indica la cantidad deseada, sin precio, que en su mayoría vienen de inversores particulares- han representado un 27,6% de la emisión, concentradas en las Letras a 12 meses cuando hace un año apenas suponían el 2%.
Tras la subasta de este martes, el Tesoro volverá a los mercados el miércoles 16 de agosto —debería hacerlos el martes 15, pero es festivo— con una emisión de letras a tres y nueve meses que cerrará el mes. Y es que, como viene siendo habitual en los meses de agosto, el organismo público ha decidido cancelar una subasta, en este caso de bonos y obligaciones del Estado, que estaba prevista para el 17 de agosto.
La emisión bruta por parte del Tesoro Público será este año de 256.930 millones de euros, lo que supone un aumento del 8,2% respecto a lo estimado para 2022, debido al alza de los tipos de interés. Por su parte, el endeudamiento neto del Tesoro Público en 2023 se mantendrá en 70.000 millones. Desglosando por tipo de instrumento, se prevé que las Letras del Tesoro aporten financiación neta negativa por 5.000 millones, por lo que los bonos y obligaciones del Estado, junto con el resto de las deudas en euros y en divisas, aportarán los 75.000 millones restantes.
La pretensión del organismo ha sido captar el grueso de la deuda en la primera parte del año, una práctica habitual dentro de la institución pero que cobra especial importancia este año ante el endurecimiento de la política monetaria del BCE.
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