Las cuentas bancarias de las familias españolas se reducen en 18.000 millones en dos meses
La cifra retrocede por la necesidad de tirar del ahorro para afrontar el incremento de precios y por la búsqueda de otros productos más rentables para los depósitos
Los hogares han reducido sus depósitos bancarios en casi 18.150 millones en los dos primeros meses del año, según ha publicado este miércoles el Banco de España. La espiral alcista de precios sigue arremetiendo contra el bolsillo de las familias. Un incremento del gasto al que hay que añadir las partidas que han dedicado a pagar deudas —por ejemplo, préstamos hipotecarios ante el repunte del euríbor—, lo que han movido para invertir en fondos —más rentables que las remuneraciones ofrecidas por la banca— ...
Los hogares han reducido sus depósitos bancarios en casi 18.150 millones en los dos primeros meses del año, según ha publicado este miércoles el Banco de España. La espiral alcista de precios sigue arremetiendo contra el bolsillo de las familias. Un incremento del gasto al que hay que añadir las partidas que han dedicado a pagar deudas —por ejemplo, préstamos hipotecarios ante el repunte del euríbor—, lo que han movido para invertir en fondos —más rentables que las remuneraciones ofrecidas por la banca— o incluso en letras del Tesoro.
Los hogares residentes en España cerraron 2022 con 984.890 millones de euros en depósitos bancarios (920.116 millones a la vista y 64.746 millones a plazo, a lo que habría que añadir una pequeña cantidad de cesiones temporales). En los dos primeros meses del año, la bajada ha sido considerable, principalmente en el dinero que mantienen a la vista. Estas cantidades, al estar siempre disponibles para su uso, suelen tener una remuneración casi nula. En concreto, las familias acabaron febrero con 966.744 millones (901.381 millones en cuenta y 65.307 millones a plazos). Eso significa que se trasladaron 560 millones a depósitos con alguna remuneración, todavía con una rentabilidad pobre, mientras que lo que está a la vista decreció en 18.735 millones.
De esta forma, se reduce el cuantioso montante con el que se llegó a la antesala de las turbulencias financieras, que comenzaron en la segunda semana de marzo con la crisis de Silicon Valley Bank primero, Credit Suisse después y, por último, las dudas sobre Deutsche Bank. “En marzo incluso se podrán ver más movimientos por el miedo que haya podido surgir con la crisis financiera”, sostiene Leopoldo Torralba, economista de Arcano Economic Research.
El retroceso, según explicó este martes la directora general de supervisión del Banco de España, Mercedes Olano, se debe a varios factores. Por un lado, está la búsqueda de mayor remuneración por ese ahorro en otros productos, por ejemplo fondos de inversión. Aunque también ha destacado la necesidad de las familias de tirar de ahorro para contrarrestar el zarpazo de la inflación. Desde el inicio de la guerra de Ucrania, los precios no han hecho más que crecer (el IPC subió un 8,4% de media en 2022), mientras que los salarios se revalorizaron solo un 2,8% según la estadística de convenios colectivos del Ministerio de Trabajo. En plata: disminuyó la renta disponible y los hogares han tenido que reducir gasto o tirar del dinero de debajo del colchón.
Estas cifras redundan en la polémica en torno a la remuneración del ahorro. El sector financiero español sigue arrastrando los pies, al estar todavía cargado de liquidez. Si se compara con Europa, según los datos del Banco Central Europeo (BCE), ofrecían en enero un 0,37% de media para los depósitos a un año, casi cinco veces menos que la media de la eurozona (1,53%). “Esto puede generar un problema reputacional. No es sostenible. Cada trimestre que pasa es un poquito más de margen, pero eso terminará cambiando”, ha explicado este miércoles Eduardo Areilza, director sénior de Alvarez & Marsal, durante la presentación del informe El pulso de la banca.
Más de 20.000 millones menos en empresas
Una consecuencia clara de esta práctica es el aumento del montante que se mantiene a la vista, que cuenta en estos momentos con un peso desmedido: un 93,2% del total. Esta cifra está muy por encima de lo que era habitual antes de la era de tipos cero o negativos y de la Gran Recesión, cuando el reparto era mucho más equitativo (55% a la vista y un 45% en depósitos a plazo). Una situación que todos dicen que cambiará, los bancos incluidos, aunque está por ver cuándo se lanzan a esta guerra los grandes del sector. “Está claro que el coste de los depósitos va a subir tarde o temprano, porque las dinámicas de mercado te van a llevar a remunerar más los depósitos, aunque no será por falta de liquidez”, ha añadido este miércoles Fernando de la Mora, máximo responsable en España y Portugal de Alvarez & Marsal.
Las compañías tampoco son ajenas a estos movimientos, pero en su caso los bancos sí son algo más generosos en la remuneración de sus depósitos a plazo. Las empresas no financieras, según las cataloga el Banco de España, cerraron febrero con casi 295.000 millones, por debajo de los 317.700 millones de diciembre de 2022. El retroceso se ha notado igualmente en la cuantía a la vista (-24.500 millones), mientras que lo que se remunera a un año vista se incrementó en 1.540 millones.
En términos globales —sumando los hogares, las empresas y la parte más pequeña de asociaciones y ONG—, los depósitos bancarios acumulaban 1,28 billones de euros en febrero, mientras que a cierre del año pasado la cifra era de 1,32 billones. Falta por ver si este descenso vuelve todavía más pronunciado por los vaivenes financieros que recorren el mundo.
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