La tragedia regresa a la mina de Súria: “Podríamos haber sido nosotros”

Los mineros de la antigua Iberpotash lamentan el accidente que ha acabado con la vida de tres geólogos este jueves

Trabajadores de la compañía ICL Iberia, agrupados en la puerta de la mina de potasa de Súria tras un desprendimiento que causó tres víctimas mortales, este jueves. Foto: ALBERT GARCIA | Vídeo: Europa Press

“Me he dado el susto de mi vida. Un nuevo accidente en la mina. Hasta que he contactado con mis hijos han pasado los minutos más largos de mi vida”, entre lágrimas se sinceraba este jueves Domingo Luján, el padre de uno de los mecánicos de ICL Iberia, la empresa que explota la mina de Súria donde este jueves han perdido la vida tres geólogos. La misma que hasta hace unos años se llamaba Iberpotash. “He hablado con mi hijo cuando estaba en el coche de camino a la mina. Es del equipo de rescate. Va a bajar y a ver los cadáveres de sus compañeros. Es muy doloroso ver cómo la mina acaba con vidas”...

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“Me he dado el susto de mi vida. Un nuevo accidente en la mina. Hasta que he contactado con mis hijos han pasado los minutos más largos de mi vida”, entre lágrimas se sinceraba este jueves Domingo Luján, el padre de uno de los mecánicos de ICL Iberia, la empresa que explota la mina de Súria donde este jueves han perdido la vida tres geólogos. La misma que hasta hace unos años se llamaba Iberpotash. “He hablado con mi hijo cuando estaba en el coche de camino a la mina. Es del equipo de rescate. Va a bajar y a ver los cadáveres de sus compañeros. Es muy doloroso ver cómo la mina acaba con vidas”, lamenta Luján. Durante todo el jueves ha sido uno de los vecinos que más veces se ha acercado a las puertas de la mina esperando un milagro que, desde el primer instante, sabía que no iba a suceder. Diez años después, la mina de la población vuelve a cobrarse vidas.

Súria es un municipio barcelonés de la Cataluña interior en el que viven 5.900 personas. Y su mina, como lo fue la de Sallent hasta 2021, es el gran corazón que bombea sangre a la economía de esta zona del Bages, donde la actividad de ICL tiene entre la espada y la pared a su población: da empleo directamente a unas 900 personas, pero su actividad también ha sido señalada porque los residuos que se han extraído durante décadas de su subsuelo en busca de potasas han acabado salinizando el subsuelo y las aguas del río Llobregat. “El 80% de los vecinos vivimos de esta mina de potasa que lleva más de un siglo abierta. Cuando sucede un accidente nos afecta a todos”, lamenta el minero Miguel. Salió 30 minutos antes del siniestro. “Yo he salido a las 8 y me he cruzado con los tres geólogos. Es un trabajo peligroso y lo sabemos.”, sentencia.

Trabajadores de ICL Iberia en la entrada de la mina Súria en la que se produjo el derrumbe, el 9 de marzo de 2023.Albert Garcia

En la puerta de la mina todavía están las pertenencias de los tres fallecidos. Se encuentran en una caseta de obras en la que un papel pegado en la puerta avisa sobre quién la utiliza: “Geólogos”. Allí, los 15 geólogos de la mina realizan sus estudios cuando no están en las galerías. La mañana del jueves, Daniel, Óscar y Victoriano, las tres víctimas —uno de ellos en prácticas— bajaron por el montacargas hasta 900 metros de profundidad.

Dentro de la mina hay más de seis kilómetros de galerías y una temperatura que en ocasiones supera los 35 grados. Los trabajadores se desplazan con vehículos todoterreno por los túneles donde se extrae la potasa. La función de los geólogos es revisar todas las cotas, para comprobar la seguridad de cada enclave y decidir por dónde se puede avanzar. Esta mañana se dirigían hasta el minador 30, en la zona sur de la mina. “El minador 30 había estado en funcionamiento por la noche pero por la mañana, no. Se han dirigido hasta allí para ver cómo estaba la cota y verificar si se podía seguir excavando, si había que subir o bajar la cota. Han aparcado el coche y se ha producido el derrumbe cuando estaban fuera del vehículo”, explica, muy emocionado, Miguel. Un topógrafo se ha encontrado el vehículo sin los compañeros y ha visto las señales del derrumbe. Acto seguido se han disparado todas las alarmas. Una ambulancia que hay dentro de la instalación se ha dirigido, entre los túneles, hasta la zona. Nada ha podido hacer. La médico de la empresa ha llamado entonces a Emergencias y se ha desalojado poco después de las 9.00 a los 240 trabajadores que entonces estaban extrayendo potasa.

Dos trabajadores de ICL Iberia se abrazan en la entrada de la mina en Súria, este jueves. Albert Garcia


“Aquí nos conocemos todos”

Carlos Arnaldo lleva 16 años trabajando en la mina. Se acababa de meter en la cama cuando le han dado la noticia y se ha vuelto directo al pozo. “Son compañeros y aquí nos conocemos todos. Estamos muy tocados. Podríamos haber sido cualquiera de nosotros”, lamenta. “Son accidentes donde las víctimas podemos ser nosotros o el compañero que hacía 10 minutos se comía el bocadillo a nuestro lado”, dice.

Poco después de las 19.00 horas del jueves los servicios funerarios trasladaban los cuerpos de los tres fallecidos: Daniel, Óscar y Victoriano. El consejero delegado de ICL Iberia, Patricio Chacana, informó que los fallecidos tenían 28, 29 y 30 años. “Dos de ellos eran geólogos de mecánica de rocas y uno del área de geología. Cada día evaluaban la seguridad de diez puntos y cuando lo hacían en uno de ellos se les ha caído el techo. Hacemos muchas cosas para que las minas sean seguras y mejorando la seguridad estos jóvenes se han dejado la vida en un accidente mortal que no lamentábamos desde 2013″, ha asegurado. En diciembre de hace diez años dos mineros perdieron la vida en un accidente similar. El geólogo fallecido con más experiencia en esta mina llevaba tres años trabajando, otro seis meses y el becario —de 31 años—, solo unos días. Chacana asegura que la mina cumplía todas las medidas de seguridad.

Hasta que no se entierre a los tres mineros no se volverá a restablecer el trabajo en la mina de Súria. Los mineros que participaron en el rescate salían la tarde de este jueves tristes tras horas en las que se ha descartado el milagro de encontrar a los compañeros con vida desde el primer minuto. Domingo Luján se abrazaba ayer a los familiares de los fallecidos. En Súria se han decretado dos días de duelo y las banderas de Iberpotash ondeaban a media asta desde la mañana de este jueves. En la oficina prefabricada de los geólogos accidentados todavía estaban sus pertenencias.

Exterior de la mina de Súria, este jueves. Albert Garcia

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