Comienza el juicio contra Elon Musk por sus tuits sobre Tesla
El magnate ha fracasado en su intento de llevarse el proceso de San Francisco, donde considera que el jurado puede serle hostil
“Financiación asegurada”. Esas dos palabras traen de cabeza a Elon Musk desde hace más de cuatro años. Las escribió en un tuit en el que aseguraba que se estaba planteando excluir de Bolsa a Tesla, el fabricante de coches eléctricos. Musk publicó incluso el precio de la oferta que planeaba, 420 dólares (el número para referirse a la marihuana), y las acciones de Tesla se dispararon. Pero no hubo financiación ni oferta. Musk pactó una multa con el supervisor y ahora hace frente a demandas que le exigen indemn...
“Financiación asegurada”. Esas dos palabras traen de cabeza a Elon Musk desde hace más de cuatro años. Las escribió en un tuit en el que aseguraba que se estaba planteando excluir de Bolsa a Tesla, el fabricante de coches eléctricos. Musk publicó incluso el precio de la oferta que planeaba, 420 dólares (el número para referirse a la marihuana), y las acciones de Tesla se dispararon. Pero no hubo financiación ni oferta. Musk pactó una multa con el supervisor y ahora hace frente a demandas que le exigen indemnizaciones multimillonarias.
El juicio ha comenzado este martes en San Francisco con la selección del jurado. El dueño de Twitter intentó sin éxito que el proceso se trasladase desde allí a Texas, donde ahora tiene su sede Tesla. Musk alegaba que un jurado de San Francisco puede estar predispuesto contra él, especialmente por los despidos que han afectado a la mitad de la plantilla de Twitter y su caótica toma de control de la red social.
En la primera jornada se han elegido a los nueve miembros del jurado tras casi cinco horas. Durante la sesión, tanto el juez como los abogados de los demandantes y de Musk han interrogado a algunos candidatos a formar parte del jurado que habían expresado en los cuestionarios previos al juicio un extremo recelo o entusiasmo por Musk, informa AP. Siete jurados han sido interrogados individualmente, lejos del resto, para reducir las posibilidades de influir en las opiniones de los demás en la sala. Eran candidatos que habían descrito a Musk como “arrogante”, “narcisista”, “impredecible”, “un poco loco”, “mercenario” y “genio”.
Tras su primer tuit del 7 de agosto de 2018, Musk insistió con otros que hacían pensar en una operación inminente. “Los accionistas pueden vender a 420 o mantener las acciones [en la compañía excluida de Bolsa]”, añadió primero. Y volvió a la carga: “Se confirma el apoyo de los inversores. La única razón por la que no es seguro es que depende del voto de los accionistas”, dijo después en otro tuit. Incluso envió un mensaje a los empleados explicando sus planes.
Nunca se sometió la operación al voto de los accionistas. Las acciones bajaron cuando se vio que la oferta no se materializaba y la Comisión de Valores y Bolsa (la SEC) abrió una investigación por la aparente manipulación de la cotización. Musk llegó a un acuerdo para dejar la presidencia de Tesla (aunque sigue siendo el consejero delegado), asumir una multa de 40 millones de dólares (a pagar a medias entre él y la empresa) y someter a supervisión los futuros tuits sobre el fabricante de coches eléctricos. En otro caso paralelo, Musk está recurriendo ahora esta parte del acuerdo al alegar que atenta contra su libertad de expresión.
Tesla ha desdoblado sus acciones dos veces desde 2018. Aquellos 420 dólares equivaldrían a 28 dólares por cada una de las actuales acciones. La compañía ha subido mucho más en Bolsa. Llegó a superar los 400 dólares en 2021 e incluso después del desplome de 2022, sigue cotizando en el entorno de los 130 dólares. Así pues, quienes siguieran siendo accionistas no solo no han perdido dinero, sino que lo han multiplicado. Quienes alegan perjuicios son inversores que compraron al calor de la posible oferta y vendieron con pérdidas al desinflarse esa perspectiva.
Durante la investigación del caso, Musk y sus abogados han aportado un intercambio de mensajes con el responsable del fondo soberano de Arabia Saudí, que el magnate alega que es el que iba a aportar la financiación para lanzar la oferta con la que excluir a Tesla de Bolsa. Sin embargo, lo que muestran esos mensajes es que Yasir Al-Rumayyan, el responsable del fondo, no había alcanzado ningún compromiso. “No podemos aprobar algo sobre lo que no tenemos suficiente información”, contestó a Musk en uno de sus mensajes. La financiación, por tanto, no estaba “asegurada”.
Tras la selección del jurado, se pondrá en marcha el juicio, empezando por los alegatos de las dos partes. En la lista de testigos están el fundador de Oracle, Larry Ellison, y James Murdoch, hijo del magnate de los medios de comunicación Rupert Murdoch. Pero seguramente será la propia declaración de Musk la que atraiga más atención.
El magnate tiene otro caso abierto ante un tribunal de Delaware por la multimillonaria retribución en acciones que recibió como jefe de Tesla y que un accionista impugnó por considerarla abusiva, un enriquecimiento injusto. El juicio por esos más de 55.000 millones de retribución se celebró en noviembre pasado y está pendiente de sentencia.
Tesla presenta sus resultados anuales la semana próxima y tendrá un día del inversor a principios de marzo. La compañía perdió dos tercios de su valor en Bolsa en 2022. Ha decepcionado con sus ventas por la incapacidad de dar salida a todos los coches que fabricaba. La empresa ha aplicado fuertes descuentos para tratar de dar salida a sus existencias. Pero más allá de incumplir sus objetivos a corto plazo, la duda es si su posición de dominio en el mercado de vehículos eléctricos es sostenible a largo plazo.