‘Pelo Quemado’, el perfume de Elon Musk que (según él) arrasa en ventas
El multimillonario bromea con que usará el dinero que consiga para comprar Twitter
La última extravagancia del hombre más rico del mundo ha sido lanzar un perfume al que ha bautizado con el nombre de Burnt Hair (Pelo Quemado). El empresario asegura que ha vendido 20.000 frascos en menos de dos días a un precio de 100 dólares, lo que suma dos millones de dólares. Musk ha bromeado diciendo que usará los fondos que consiga para comprar Twitter. No va a ser suficiente. Musk tendría que vender perfume a ese ritmo durante más de 100 años para sumar los 44.000 millones de dólares que ha acordado pagar por la red social.
“La mejor fragancia de la Tierra” es el lema con el que...
La última extravagancia del hombre más rico del mundo ha sido lanzar un perfume al que ha bautizado con el nombre de Burnt Hair (Pelo Quemado). El empresario asegura que ha vendido 20.000 frascos en menos de dos días a un precio de 100 dólares, lo que suma dos millones de dólares. Musk ha bromeado diciendo que usará los fondos que consiga para comprar Twitter. No va a ser suficiente. Musk tendría que vender perfume a ese ritmo durante más de 100 años para sumar los 44.000 millones de dólares que ha acordado pagar por la red social.
“La mejor fragancia de la Tierra” es el lema con el que Musk ha promocionado su producto en Twitter, aunque en la página web donde se comercializa se presenta como “la esencia del deseo repugnante”. Todo el marketing del producto está presentado en tono jocoso: “¡Destaca entre la multitud! Hazte notar mientras caminas por el aeropuerto”, dice otro de los eslóganes. Musk asegura que es un producto para todos los géneros.
El precio de 100 dólares incluye impuestos y reparto dentro de Estados Unidos. En realidad, lo que parece existir por ahora es el concepto o la muestra, pues las entregas no empezarán hasta el primer trimestre del año próximo, según se advierte en la página web. Según señala en otro tuit, Musk admite el pago con Dogecoin, la criptomoneda que se creó como una parodia de la especulación que rodea a esos activos, pero que se disparó cuando la promocionó Musk. Luego se hundió y ha perdido más del 90% de su valor desde los máximos que marcó a mediados de 2021.
“Con un nombre como el mío, era inevitable entrar en el negocio de las fragancias”, ha bromeado en otro tuit Musk, cuyo apellido significa almizcle, una sustancia grasa y untuosa que sirve de base para preparados cosméticos y de perfumería. El fundador de PayPal, Tesla y SpaceX ha cambiado su descripción en Twitter, donde ahora se presenta simplemente como “vendedor de perfumes” y ha ido contando cómo evolucionaban las ventas: 5.000, 10.000, 20.000...
No es la primera vez que Musk lanza productos extravagantes a través de su firma The Boring Company, una compañía tuneladora que fue valorada en más de 5.000 millones de dólares. En 2018 puso a la venta un lanzallamas y también aseguró haber vendido 20.000, a un precio de 500 dólares la unidad. También entonces bromeó al respecto: “El rumor de que estoy creando secretamente un apocalipsis zombi para generar demanda de lanzallamas es completamente falso”, tuiteó.
También vendió unos 50.000 sombreros de The Boring Company. Los cerca de 109 millones de seguidores que tiene en Twitter le facilitan llegar a un público masivo con sus anuncios y lanzamientos, por extraños que sean.
Para comprar Twitter
“Por favor, compra mi perfume, para que yo pueda comprar Twitter”, dice en otro de sus mensajes. La jueza que lleva el caso ha dado al magnate y a la red social hasta el 28 de octubre de plazo para cerrar la compra de la empresa. Las dos partes no han sido capaces de ponerse de acuerdo aún tras la propuesta del magnate nacido en Pretoria (Suráfrica) de retomar la operación al precio original de 44.000 millones de dólares. Si en esa fecha no hay acuerdo, habrá juicio por la demanda que ha presentado Twitter para que el excéntrico multimillonario cumpla el contrato que firmó.
Los principales flecos por resolver son los relativos a la financiación de la operación, que se vuelve más costosa con la subida de los tipos de interés, y los pactos para evitar litigiosidad futura. Musk ha ido dando bandazos desde la entrada en el capital de Twitter. Primero dijo que entraría como inversor pasivo, luego que formaría parte del consejo, luego lanzó una oferta por la empresa, firmó el acuerdo, amenazó con echarse atrás, dijo después que estaba comprometido con la operación, luego envió una carta de ruptura por unos motivos, después por otros, luego una tercera y finalmente, tras ser demandado por Twitter y poco antes de verse obligado a declarar, rectificó y dijo que estaba dispuesto a respetar el acuerdo original. Por ahora, sin embargo, no hay acuerdo y ahora ha trascendido que Musk está siendo objeto de una investigación federal, posiblemente relacionada con que no comunicó al supervisor en tiempo y forma cada uno de los pasos y decisiones que tomaba.