Lagarde prevé que “la situación empeore antes de mejorar”
La presidenta del BCE defiende que las medidas de apoyo a los más vulnerables por el golpe de la inflación sean temporales
Las cosas tienen que ir a peor antes de que mejoren. Ese es el preocupante pronóstico sobre los precios que ha lanzado la presidenta del Banco Central Europeo, Christine Lagarde, en su comparecencia ante el Comité de Asuntos Económicos del Parlamento Europeo. “El aumento de los precios de la energía y de los alimentos afecta sobre todo a los hogares más vulnerables y se prevé que la situación empeore antes de mejorar”, ha advertido en una intervención inicial en la que ha dejado c...
Las cosas tienen que ir a peor antes de que mejoren. Ese es el preocupante pronóstico sobre los precios que ha lanzado la presidenta del Banco Central Europeo, Christine Lagarde, en su comparecencia ante el Comité de Asuntos Económicos del Parlamento Europeo. “El aumento de los precios de la energía y de los alimentos afecta sobre todo a los hogares más vulnerables y se prevé que la situación empeore antes de mejorar”, ha advertido en una intervención inicial en la que ha dejado claro en varias ocasiones que la presión de la inflación no va a aflojar rápido, a pesar de que la institución que preside se ha lanzado a subir los tipos de interés como nunca lo ha hecho hasta ahora para enfriarla.
Tras el pronóstico, la francesa ha entonado la música propia de los bancos centrales cuando llegan estas situaciones. Ha criticado las ayudas generalizadas que están adoptando los gobiernos para combatir la escalada de precios porque contribuyen a aumentar la inflación: “En este entorno, es esencial que el apoyo fiscal utilizado para proteger a esos hogares del impacto de la subida de los precios sea temporal y específico. Esto no conduce necesariamente a una buena coordinación de la política fiscal y monetaria. Limita el riesgo de alimentar las presiones inflacionistas, facilitando así también la tarea de la política monetaria de garantizar la estabilidad de los precios y contribuyendo a preservar la sostenibilidad de la deuda”.
Antes de esto, Lagarde ha reiterado que las dos subidas de tipos que ha decretado el consejo de gobierno del BCE este verano, que han llevado el precio oficial del dinero hasta el 1,25%, no van a ser las últimas. “En la situación actual, esperamos subir aún más los tipos de interés en las próximas reuniones para amortiguar la demanda y protegernos del riesgo de un cambio persistente al alza de las expectativas de inflación. Reevaluaremos periódicamente la trayectoria de nuestra política a la luz de la información recibida y de la evolución de las perspectivas de inflación”. Tras su última reunión, la cúpula del BCE hizo la mayor revisión al alza en esta crisis sobre sus expectativas para el índice de precios al consumo en la zona euro. Lagarde ha reconocido que la institución no se ha fijado un techo para la subida de tipos de interés.
En la intervención inicial, además de los precios, la presidenta del BCE también ha repasado la situación económica completa, haciendo referencia a que en el segundo trimestre del año el PIB creció un 0,8% “debido principalmente al fuerte gasto de los consumidores en servicios a medida que la economía se reabría”, en referencia a la pandemia. Lagarde hizo hincapié en que países como España han recogido los beneficios de haber superado, al menos por ahora, los graves problemas que acarreó la covid-19: “Las economías con grandes sectores turísticos se beneficiaron especialmente, ya que la gente viajó más durante el verano. El mercado de trabajo, aún robusto, también siguió apoyando la actividad económica”.
En el turno de preguntas, los eurodiputados han preguntado a la también antigua directora gerente del FMI por su actitud ante el previsible Gobierno de ultraderecha en Italia tras las elecciones de este domingo. Lagarde ha rehusado hablar específicamente de un país. No obstante, sí que ha recordado, en términos generales, que la herramienta de intervención en los mercados de deuda que crearon en verano para luchar contra los diferenciales muy grandes en las primas de riesgo de los diferentes países no está diseñada para intervenir ante los “errores políticos”. El vicepresidente del BCE, Luis de Guindos, por la mañana había confiado en que la economía italiana no se verá afectada por un gobierno liderado por la extrema derecha y dijo esperar que el próximo Ejecutivo siga el mismo camino que el de Mario Draghi, informa Europa Press.
Revisión a la baja del crecimiento
El gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, ha coincidido con Lagarde en que la política fiscal debe evitar un “impulso” que sea “generalizado” al considerar que este “exacerbaría las presiones inflacionistas”. “Sería deseable centrar el apoyo en los hogares de rentas más bajas, que son los que más padecen el impacto de la inflación, y en las empresas más vulnerables a esta nueva perturbación”, ha afirmado en un discurso en la Fundación La Caixa. El gobernador, que ha insistido en la necesidad de alcanzar un pacto de rentas, ha destacado que la “magnitud del incremento de la inflación” no tiene “precedente reciente”. “Para encontrar una aceleración similar hay que remontarse hasta 1977″, ha asegurado. La otra singularidad de la actual presión es su “elevada persistencia”, puesto que lleva ya 16 meses por encima del 2%.
Hernández de Cos ha sostenido que los “impulsos recesivos” que se están observando todavía no se están trasladando a los datos económicos de la zona euro. “La recuperación en España sigue siendo incompleta, a diferencia del caso de la zona euro. Da fe de ello el hecho de que aún persista una brecha negativa del producto con respecto a los niveles prepandemia, en concreto de 2,2 puntos básicos, mientras que esa brecha ya es positiva, de 1,8 puntos, en el conjunto de la eurozona”, ha agregado.
El gobernador también ha recordado que el Banco de España actualizará a comienzos de octubre sus previsiones. Las últimas, publicadas en junio, anticipaban un crecimiento del PIB del 4,1% en 2022; del 2,8% en 2023, y del 2,6% en 2024. Además, se proyectaba una inflación del 7,2% para este año, del 2,6% para 2023 y del 1,8% para 2024. “Los desarrollos más recientes [...] hacen prever revisiones a la baja del crecimiento económico en 2023 y al alza en la inflación en todo el horizonte de proyección, en línea con las realizadas para el área del euro”, ha zanjado.