Iberia aplica la reforma laboral para convertir miles de contratos temporales en fijos discontinuos
La huelga de Iberia Express provoca la cancelación de 36 vuelos en los seis primeros días de movilizaciones
Iberia aplicará la última reforma laboral amadrinada por la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, para convertir en fijos discontinuos a miles de empleados, tanto de tierra como auxiliares de vuelos, que cuentan ahora con un contrato eventual, según el acuerdo al que ha llegado la aerolínea con los sindicatos mayoritarios CC OO y UGT. El primero de los acuerdos afectará a 1.692 trabajadores ocupados en los servicios de tierra como el handling en 29 aeropuertos, que verán cómo sus contrat...
Iberia aplicará la última reforma laboral amadrinada por la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, para convertir en fijos discontinuos a miles de empleados, tanto de tierra como auxiliares de vuelos, que cuentan ahora con un contrato eventual, según el acuerdo al que ha llegado la aerolínea con los sindicatos mayoritarios CC OO y UGT. El primero de los acuerdos afectará a 1.692 trabajadores ocupados en los servicios de tierra como el handling en 29 aeropuertos, que verán cómo sus contratos temporales se transforman en fijos discontinuos a partir del 11 de septiembre. El segundo afecta a los tripulantes de cabina de pasajeros (TCP) con contratos eventuales, que pasarán a fijos a partir del 8 de septiembre, aunque en este caso aún no se ha fijado el número concreto de contratos a los que afectará la medida.
Estos pactos se producen en vísperas de la reunión, el próximo 15 de septiembre, convocada por Iberia con la mesa de negociación para trabajar en los nuevos convenios de todos los colectivos de la empresa, un compromiso que ha servido para evitar los paros en la aerolínea durante este verano, a diferencia de lo ocurrido en Iberia Express, cuyos TCP se encuentran en huelga desde el pasado 28 de agosto y se extenderá hasta el 6 de septiembre.
Iberia destaca el compromiso con la estabilidad del empleo que suponen estos acuerdo,s porque por las características propias del negocio los trabajadores fijos discontinuos prestan largos periodos de servicio durante el año, superándose en la mayor parte de las ocasiones los seis meses continuados de actividad, lo que no es habitual en este tipo de contratos, informan fuentes de la aerolínea.
La transformación de contratos en este mes de septiembre se suma al acuerdo alcanzado en febrero pasado, en la misma comisión paritaria de Seguimiento del Empleo, para el cambio de 800 trabajadores eventuales en fijos a tiempo parcial y fijos con jornadas irregulares, que entró en vigor el 15 de marzo, aunque en este caso al margen de la reforma laboral.
La negociación del decimoctavo convenio de los TCP quedó suspendida en 2020 debido a la crisis originada por la covid-19 y se retoma ahora, una vez que Iberia ha tenido “una mayor y certera visibilidad sobre la salida de la pandemia y los futuros escenarios a los que se enfrentará”. La aerolínea ha destacado que muestra su compromiso con la estabilidad laboral y la garantía de empleo, incluso en un contexto como el actual, tras la crisis “más grave de la historia del sector”, y sigue trabajando para llegar a acuerdos que “mejoren las condiciones laborales de sus trabajadores y que permitan consolidar un futuro prometedor para su negocio”.
Huelga de Iberia Express
La paz laboral en Iberia contrasta con la conflictividad en la filial de bajo coste Iberia Express, cuyos tripulantes de cabina llevan en huelga desde el pasado 28 de agosto, con un balance hasta este viernes, día 2 de septiembre, de 36 vuelos cancelados y más de un millar de retrasos en trayectos con origen o destino en el aeropuerto de Madrid-Barajas.
USO, el sindicato convocante de los paros, estima que los paros, que se extenderán hasta el 6 de septiembre, provocarán en conjunto 92 cancelaciones y afectarás a 17.000 pasajeros. El objetivo es desbloquear la negociación del convenio colectivo y adecuar sus salarios a la subida del coste de la vida, ya que los sueldos llevan congelados desde 2015. La compañía considera desproporcionadas las exigencias de USO porque, según sus cálculos, supondrían un aumento del coste salarial por encima del 26%. Todas las reuniones que han mantenido ambas partes han resultado infructuosas.