Italia eleva hasta el 25% el impuesto sobre los beneficios “caídos del cielo” de las energéticas
El gobierno de Draghi aprueba un nuevo paquete de ayudas a consumidores y empresas de 14.000 millones de euros para paliar los efectos de la crisis provocada por la guerra en Ucrania
El gobierno de Italia prosigue con los esfuerzos para contener la subida de los precios de la luz y atenuar las consecuencias que está teniendo para los ciudadanos. Después de haber gravado hace poco más de un mes con el 10% los beneficios caídos del cielo de las empresas energéticas, ha decidido aumentar esa tasación hasta el 25%. Una manera, explicó el titular de Economía, Daniele Franco, durante una r...
El gobierno de Italia prosigue con los esfuerzos para contener la subida de los precios de la luz y atenuar las consecuencias que está teniendo para los ciudadanos. Después de haber gravado hace poco más de un mes con el 10% los beneficios caídos del cielo de las empresas energéticas, ha decidido aumentar esa tasación hasta el 25%. Una manera, explicó el titular de Economía, Daniele Franco, durante una rueda de prensa con varios ministros, de obtener los recursos necesarios para ayudar a las familias sin tocar el presupuesto ni incurrir en ningún tipo de déficit. El gobierno de Mario Draghi aprobó ayer un paquete de ayudas, de 14.000 millones de euros, destinado a las empresas y los consumidores afectados por el aumento de los costes derivados de la guerra de Ucrania.
El primer ministro, Mario Draghi, compareció el lunes en una larga rueda de prensa para dar cuenta de todo el paquete de ayudas y de algunas impresiones sobre el conflicto. Italia, altamente dependiente del gas ruso (las importaciones de ese país son alrededor del 40% del total), ha decidido acelerar para encontrar medidas a nivel nacional que alivien la presión a los ciudadanos. El nuevo paquete incluye una ayuda de 200 euros a cerca de 28 millones de familias italianas. Una cantidad que se abonará —previsiblemente durante el mes de julio— a través de las retribuciones y de las pensiones a las rentas de hasta 35.000 euros anuales. A la espera de la intervención conjunta de la Unión Europea, no se descarta que en los próximos días se apruebe también algún tipo de limitación de las tarifas que pagan los consumidores a través de un techo de precios.
El Gobierno italiano, de momento, ya ha gastado más de 20.000 millones de euros este año para proteger su economía de la subida de los precios de la energía y ha tomado medidas para reducir su dependencia de los suministros rusos. Por un lado, se ha llegado a acuerdos con Argelia para aumentar el caudal de suministro de gas procedente de ese país y reducir paulatinamente el que llega de Moscú. Pero además de fijar límites en el termostato de las casas y oficinas para ahorrar energía, Draghi quiere también acelerar en la creación de alternativas al gas. “Las medidas incluyen reformas para racionalizar e impulsar inversiones en energías renovables que nos permitirán acelerar la transición a una economía verde”, señaló el primer ministro. “Esto nos permitirá independizarnos del gas de Rusia”.
El anuncio llega cuando la Unión Europea se encuentra debatiendo sobre la conveniencia de una ronda adicional de sanciones que eliminaría gradualmente el petróleo ruso para finales de año. La UE, por su parte, también intenta mantener un frente unido contra la demanda rusa de pagar el gas en rublos, lo que, según el bloque, violaría las sanciones. Rusia ya ha cortado el gas a dos miembros de la UE —Polonia y Bulgaria— que se han negado a cumplir la exigencia de pago en rublos, esgrimiendo que los contratos rubricados están denominados en euros o en dólares. Italia, en este sentido, asegura que se mantendrá alineada con el resto de países comunitarios y respetará las reglas establecidas por la Comisión Europea.