El BCE avisa de que está “listo para actuar” ante una subida de las primas de riesgo de la periferia
Los analistas de la entidad entonan un ‘mea culpa’ por haber errado en sus previsiones de inflación
El tono más agresivo que busca el Banco Central Europeo (BCE) conlleva sus riesgos. Y uno de ellos es la fragmentación financiera dentro de la zona euro: que a unos países les resulte más caro obtener fondos que a otros. En plata: una eventual subida de tipos agita de nuevo el fantasma de las primas de riesgo, que puso en jaque al euro en 2012. El vicepresidente del BCE, Luis de Guindos, aseguró este jueves que la entidad está “preocupa...
El tono más agresivo que busca el Banco Central Europeo (BCE) conlleva sus riesgos. Y uno de ellos es la fragmentación financiera dentro de la zona euro: que a unos países les resulte más caro obtener fondos que a otros. En plata: una eventual subida de tipos agita de nuevo el fantasma de las primas de riesgo, que puso en jaque al euro en 2012. El vicepresidente del BCE, Luis de Guindos, aseguró este jueves que la entidad está “preocupada” por esa divergencia. Y advirtió: “Estamos listos para actuar”.
El BCE ha ido acelerando sus planes de endurecimiento de la política monetaria al compás de la escalada de la tasa inflación, que en marzo se situó en el 7,4%. Ello se ha debido, en parte, a que los servicios de Estudios de la entidad se han ido quedando cortos en sus previsiones. En el Boletín Económico de este mes, los técnicos del Eurobanco entonan el mea culpa. Sus pronósticos, que creen certeros durante la pandemia, empezaron a cojear en el primer trimestre de 2021.
Sin embargo, la diferencia entre sus augurios y la realidad se ensanchó sobremanera en el arranque de este año, cuando la inflación media trimestral fue del 6,1%, dos puntos porcentuales por encima de lo previsto. “Las proyecciones recientes de los expertos del Eurosistema y del BCE han subestimado considerablemente el aumento de la inflación, en gran parte debido a acontecimientos excepcionales como la dinámica sin precedentes de los precios de la energía y los cuellos de botella en el suministro”, justifica la entidad presidida por Christine Lagarde.
En una comparecencia en el Parlamento Europeo, Guindos consideró que la inflación podría llegar pronto a su “pico” para empezar a descender en la segunda mitad del año. Aun así, afirmó que en diciembre seguirá siendo igualmente elevada, por encima del 4%. Ese dato condicionará las decisiones que vaya adoptando el BCE, que los mercados esperan que empiece a aumentar los tipos entre julio y septiembre y pueda realizar hasta dos subidas si la guerra en Ucrania no lleva a Europa a la recesión.
El BCE admitió en la última reunión que el crédito será más caro. Pero no solo para familias y empresas. También los gobiernos, acostumbrados a una era de tipos negativos, han visto cómo el rendimiento de sus bonos ha ido creciendo: el bono alemán a 10 años enfilaba este jueves el 0,9%, mientras que el de España rebasaba el 1,9%, y el de Italia, el 2,7%. Sin embargo, el vicepresidente del BCE dijo que, si bien ha habido un “aumento de los tipos nominales” de los bonos soberanos “bastante generalizado”, la entidad no ha visto “una ampliación importante hasta ahora de las primas de riesgo”.
Sin embargo, Guindos sí dijo que el Consejo de Gobierno ha compartido la preocupación sobre la fragmentación financiera de la zona euro. Al respecto, Bloomberg publicó que el BCE sopesaba crear un fondo concreto para frenar las primas de riesgo, pero Lagarde desmintió que eso se hubiera acordado en el último consejo. “No hemos discutido ningún instrumento concreto, hemos debatido sobre las implicaciones generales de la fragmentación, pero le puedo asegurar que estamos listos para actuar”, dijo Guindos a una pregunta formulada por eurodiputado de Ciudadanos Luis Garicano.
Los mercados piensan que el BCE podría usar otros instrumentos para afrontar esa subida de las primas de riesgo. Si bien ven programas como los OMT (por sus siglas en inglés) como muy agresivos, sí creen que la entidad podría decidirse por ir desinvirtiendo deuda de forma que se recompusiera su cartera, primando la de los países periféricos, o bien usar las reinversiones de deuda para tener bajo control las primas de riesgo. Aun así, Guindos ha afirmado que hay fragmentación también por los diversos perfiles fiscales de los países, por lo que ha pedido a los gobiernos que pongan en marcha políticas prudentes para contener la deuda y el déficit.