Turismo, el año de la recuperación

El sector tiene que desplegar todo su potencial para afrontar desafíos como la lucha contra el cambio climático, la digitalización o el desarrollo de un modelo inclusivo y sostenible

Playa Pita, embalse Cuerda del Pozo en Soria.Santi Burgos

FITUR se presenta este año como símbolo de seguridad, resistencia y liderazgo de España en el sector turístico. Una edición que tiene que marcar un punto de inflexión, tras dos años de pandemia. Un punto de partida para que 2022 sea el año de la recuperación del turismo y para que el sector de pasos adelante para desplegar todo su potencial y avanzar en la transformación que le permita afrontar desafíos como la lucha contra el cambio climático, la digitalización o el desarrollo de ...

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FITUR se presenta este año como símbolo de seguridad, resistencia y liderazgo de España en el sector turístico. Una edición que tiene que marcar un punto de inflexión, tras dos años de pandemia. Un punto de partida para que 2022 sea el año de la recuperación del turismo y para que el sector de pasos adelante para desplegar todo su potencial y avanzar en la transformación que le permita afrontar desafíos como la lucha contra el cambio climático, la digitalización o el desarrollo de un modelo inclusivo y sostenible, tanto social como medioambientalmente.

Las empresas turísticas españolas han demostrado su capacidad para resistir y adaptarse en un contexto muy difícil. Pero llegan también fatigadas a esta cita, marcadas todavía por la incertidumbre; un elevado endeudamiento que debilita su músculo financiero; y una escasez de capital humano.

Con todo, las perspectivas para 2022 son esperanzadoras. Las nuevas olas de COVID-19 se están superando sin restricciones a la movilidad ni limitaciones a la actividad tan estrictas como antes gracias a la vacunación y a herramientas útiles como el certificado digital de la UE.

La rápida recuperación del sector en el momento en el que se han levantado las restricciones permite mirar al futuro con más confianza. Este año, esperamos que la consolidación del turismo doméstico y de la UE y la recuperación de los mercados británico y americano permitan que el PIB turístico en España alcance el 88% de los niveles de 2019 y que la mayoría del sector vuelva a ser rentable. La industria turística confirmará, así, su sostenibilidad a largo plazo y su papel como motor de crecimiento destacado.

Pero para que la recuperación se consolide y el sector crezca con solidez, desde CEOE creemos que hay que seguir trabajando en aspectos esenciales.

Por un lado, en una mayor colaboración público-privada. El turismo debe estar en el centro de las políticas económicas y la colaboración más eficaz tiene que ser la de un trasvase de conocimiento privado al ecosistema público.

Por otro, en un uso eficaz e inteligente de los fondos de europeos, que tienen que llegar a las empresas. Y CC AA y entidades locales tienen que acompañarlas en su modernización y en la mejora de la competitividad para completar la transformación del sector.

Otro aspecto: desarrollar un marco fiscal y normativo que favorezca el crecimiento de las empresas, con mejoras en la competitividad y el tamaño. Las reformas del Gobierno no se pueden traducir en medidas que ahoguen a las empresas.

Por último, hay que poner el foco en las personas, en el capital humano. El turismo tiene hoy un problema de captación de talento. Tenemos que dotar a las empresas de la flexibilidad suficiente para atraer talento joven. Hablamos de adecuación, capacitación y hacer el sector más atractivo laboralmente.

En CEOE vamos a seguir trabajando con el sector turístico en todas estas prioridades, implicando también a las administraciones públicas. Para que 2022 sea, de verdad, el año de la recuperación.

Antonio Garamendi es presidente de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE).

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