Una empresa extranjera se convierte por primera vez en líder de venta de coches en EE UU
La japonesa Toyota destrona a la estadounidense General Motors, que lideraba el ranking desde hace casi un siglo
Por primera vez en la historia, un fabricante extranjero ha sido el líder de ventas de coches y camionetas en Estados Unidos. En 2021 la japonesa Toyota arrebató el puesto a General Motors, el grupo automovilístico propietario de marcas como Chevrolet, Cadillac, Buick y GMC, según las cifras publicadas este martes por ambas compañías. Los problemas de suministros provocados por la pandemia se tradujeron en ...
Por primera vez en la historia, un fabricante extranjero ha sido el líder de ventas de coches y camionetas en Estados Unidos. En 2021 la japonesa Toyota arrebató el puesto a General Motors, el grupo automovilístico propietario de marcas como Chevrolet, Cadillac, Buick y GMC, según las cifras publicadas este martes por ambas compañías. Los problemas de suministros provocados por la pandemia se tradujeron en una escasez mundial de chips informáticos, de la que la industria automotriz depende en gran medida. GM se vio más impactada por este escenario imprevisto y vendió 2,2 millones de vehículos, un 5% menos que la compañía nipona.
Toyota aumentó sus ventas alrededor de un 10% respecto a 2020 en EE UU, alcanzando los 2,3 millones de vehículos. Las de General Motors, en cambio, cayeron casi un 13% en el mismo periodo de tiempo. El conglomerado de Detroit llevaba desde principios de 1930, cuando superó a Ford, dominando el listado de los automóviles más vendidos en su país. Está previsto que Ford publique sus datos de ventas este miércoles y se ubique tercero en el listado. A nivel mundial, Toyota destronó a GM en 2007, y durante años se turnaron el primer puesto, hasta que la nipona desplazó definitivamente al conglomerado de Detroit y ahora compite con Volkswagen.
La escasez de semiconductores, de los que depende el funcionamiento del motor, o la cerradura de las puertas, se desencadenó cuando las plantas automotrices se vieron obligadas a cerrar para frenar la propagación del coronavirus. El trabajo remoto, a su vez, disparó la venta de ordenadores y otros productos electrónicos, lo que también alteró la oferta de chips, que continúa escaseando. El mayor fabricante mundial de vehículos se vio menos afectada que otros porque después del terremoto de Japón de 2011, que dejó varias fábricas de producción destruidas, aplicó una estrategia de acumulación masiva de piezas claves para casos de emergencia.
La compañía japonesa ha entendido su logro en EE UU como algo circunstancial y es pesimista respecto a mantenerlo. “Para ser claros, este no es nuestro objetivo, ni lo vemos como sostenible”, aseguró este martes Jack Hollis, vicepresidente senior de operaciones de Toyota en América del Norte. Además de los factores particulares que influyeron en la producción automotriz desde el arranque de la pandemia, la empresa japonesa también tiene el problema de que ha sido más lento que sus competidores en adoptar medidas para la transición energética, una tendencia al alza en la industria automotriz.
General Motors, por ejemplo, tiene como objetivo fabricar en 2035 solo vehículos eléctricos para hacer frente a Tesla, que lidera dicho segmento en la industria. La marca californiana aumentó casi el 90% sus ventas globales en 2021, y sus acciones valen mucho más que las de Toyota, GM, Ford, y otros grandes fabricantes de automóviles juntos.
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