La patronal del transporte mantiene el paro para los días previos a la Navidad
Fuentes del ministerio confían en cerrar la negociación cuanto antes para evitar el cierre patronal del 20, 21 y 22 de diciembre
La Confederación Española de Transporte de Mercancías, junto con el resto de organizaciones empresariales que han convocado el cierre patronal del lunes 20, martes 21 y miércoles 22 de diciembre, han organizado una manifestación de camiones por las calles de Madrid para este miércoles. La patronal está actualmente en negociaciones con el Gobierno, con el que ya ha mantenido tres reuniones para evitar el paro en el sector, pero ...
La Confederación Española de Transporte de Mercancías, junto con el resto de organizaciones empresariales que han convocado el cierre patronal del lunes 20, martes 21 y miércoles 22 de diciembre, han organizado una manifestación de camiones por las calles de Madrid para este miércoles. La patronal está actualmente en negociaciones con el Gobierno, con el que ya ha mantenido tres reuniones para evitar el paro en el sector, pero lejos de calmar la protesta las organizaciones empresariales han amenazado con convertir este cierre en indefinido.
Por otra parte, los sindicatos también han advertido de que llevarán a cabo movilizaciones si el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana y las patronales no se sientan con ellos a resolver los principales problemas del sector. Fuentes del departamento que dirige Raquel Sánchez, que este lunes se ha reunido con el Comité Nacional de Transporte por Carretera (CNTC), destacan la necesidad de buscar un acuerdo en los aspectos a los que hacía referencia su convocatoria de paro: “La prohibición de que los conductores realicen la carga y descarga de los camiones, la no implantación de Euroviñeta, aplicación obligatoria de la cláusula de revisión del coste del combustible y la construcción de áreas de descanso seguras para los profesionales”.
A pesar de ello, la CNTC ha llevado a la mesa de negociación nuevas cuestiones, que en un inicio no estaban en su petición inicial, según fuentes del ministerio. El Gobierno confía en cerrar la negociación cuanto antes para evitar así la huelga de transportistas, aunque el tiempo apremia. La patronal, por su parte, advierte en un comunicado de que todavía no se ha producido ningún avance significativo.
Según una encuesta realizada por Ontruck, una agencia de transportes digital que conecta a transportistas con cargadores, ocho de cada diez transportistas tienen previsto secundar el cierre patronal en el sector, un 55% porque lo considera necesario para que se cumplan las reivindicaciones del colectivo, y un 36% porque “se siente abocado a ello”.
La encuesta también concluye que el 82% de los profesionales está a favor de la medida tomada por la patronal, aunque la mitad de ellos considera que también la propia patronal tiene parte de responsabilidad en la situación actual que vive el sector. Por el contrario, un 18% se muestra en desacuerdo y un 12% piensa que no se ha elegido el momento adecuado para el paro.
Reivindicaciones
Javier Escribano, cofundador de Ontruck, explica que son muchos los factores de incertidumbre en el sector, como el 40% de kilómetros que se hacen de media en España con los camiones vacíos, las esperas en los almacenes, las condiciones sobre la carga y descarga o la excesiva media de período de pago de 90 días, entre otros muchos.
Uno de los grandes problemas es la atomización del sector, con muchos autónomos y pymes sin capacidad de negociación, lo que explica que los camiones hagan la carga y descarga o asuman el coste del diésel, prácticas que se ha generalizado en los almacenes para ahorrar costes en la contratación de mozos de carga.
Fuentes del Ministerio explican que existe un conflicto de índole privada entre los camioneros y los cargadores, ya que, en búsqueda de una ventaja competitiva de unas empresas de transportes frente a otras, para conseguir el contrato cierran acuerdos con los cargadores que establecen que el camionero realice esta carga y descarga.
Algo parecido ocurre con los carburantes. Los transportistas pueden establecer una cláusula de revisión de precios, pero suelen renunciar a ella para ganar una ventaja competitiva, por lo que acaban ellos asumiendo la gran subida que está experimentando el diésel. En tercer lugar, las patronales, y en esto también coinciden los sindicatos, reclaman áreas de descanso seguras y vigiladas en las carreteras. Y el cuarto problema es el derivado de los futuros peajes.