Ryanair reduce sus pérdidas un 88% pero avisa de que habrá que mantener las tarifas bajas
La aerolínea irlandesa de bajo coste estudia dejar de cotizar en la Bolsa de Londres tras el brexit
Ryanair redujo sus pérdidas casi por diez (-88,4%) en el primer semestre de su año fiscal (31 de marzo a 30 de septiembre de 2021) hasta los 48 millones de euros, respecto a los 411 millones que perdió en el mismo periodo del ejercicio anterior, gracias a que el número de pasajeros se duplicó al levantarse las restricciones de viaje. De hecho, la aerolínea irlandesa de bajo coste logró un beneficio de 225 millones de euros en el segundo trimestre fiscal, frente a pérdidas de 225,5 mil...
Ryanair redujo sus pérdidas casi por diez (-88,4%) en el primer semestre de su año fiscal (31 de marzo a 30 de septiembre de 2021) hasta los 48 millones de euros, respecto a los 411 millones que perdió en el mismo periodo del ejercicio anterior, gracias a que el número de pasajeros se duplicó al levantarse las restricciones de viaje. De hecho, la aerolínea irlandesa de bajo coste logró un beneficio de 225 millones de euros en el segundo trimestre fiscal, frente a pérdidas de 225,5 millones del año anterior, lo que supone además sus primeros beneficios trimestrales desde el inicio de la pandemia.
El tráfico de pasajeros aumentó 128% en los seis meses que fueron de abril a septiembre de 2021, llegando a 39,1 millones contra los 17,1 millones transportados un año atrás. La facturación aumentó un 83% hasta los 2.154,9 millones de euros. “Tras un primer trimestre muy perturbado, que vio la mayoría de los vuelos de Pascuas anulados y una flexibilización más lenta de lo previsto de las restricciones de viaje en mayo y junio, el tráfico rebotó en el segundo trimestre gracias al exitoso despliegue de los pasaportes sanitarios digitales covid de la UE en julio”, señaló el presidente de la compañía, Michael O’Leary.
La aerolínea espera que el tráfico aéreo se recupere en su presente ejercicio fiscal (cerrado a 30 de junio de 2022) hasta alcanzar los 100 millones de pasajeros, pero a costa de mantener bajos los precios, sobre todo en la temporada de invierno. Pese a esa recuperación, la aerolínea prevé que acabará el ejercicio con unas pérdidas de entre 100 y 200 millones de euros, dependiendo de la evolución de la vacunación y de de las medidas anticovid que impongan los distintos gobiernos.
Por otro lado, la aerolínea ha anunciado que está estudiando la exclusión de la cotización de sus acciones en la Bolsa de Londres de forma que sus títulos solo se negocien en la Bolsa de Dublín. La compañía explica que el volumen total de la negociación en el mercado londinense ha caído notablemente en el último año como consecuencia del brexit, y ya solo representa el 10% del total.
Ryanair prohibió en diciembre a los ciudadanos extracomunitarios, incluidos los británicos, la compra de sus acciones ordinarias y eliminó los derechos de voto de los titulares. En septiembre, obligó a vender un millones de acciones compradas desde la ruptura, por incumplir con sus normas de propiedad. La normativa europea exige una mayoría de capital comunitario a las aerolíneas que operan vuelos internos dentro del espacio europeo.
Conflicto con Portugal
Entretanto, Ryanair sigue manteniendo casi en solitario su batalla contra las ayudas estatales masivas que los gobiernos están inyectando a sus antiguas compañías de bandera debido a la panemia. En un comunicado, aseguró que la crisis de la covid-19 aceleró el colapso de muchas aerolíneas europeas, incluidas Flybe, Norwegian, Germanwings, Level, Stobart y ha provocado “un tsunami de ayudas estatales de los gobiernos de la UE a sus compañías de bandera insolventes (Alitalia, Air France/ KLM, Iberia, LOT, Lufthansa, SAS, TAP y otras) que distorsionarán la competencia y sostendrán los altos costes de estas ineficientes aerolíneas”.
El último capítulo de ese enfrentamiento ha tenido lugar en Portugal. El Ministerio portugués de Transportes y la autoridad de la Aviación lusas han bloqueado a Ryanair tres rutas desde Portugal a Marruecos, obligando a la cancelación de los vuelos que iban a transportar a 3.000 pasajeros que tenían previsto que salir de Lisboa.
Ryanair indicó en un comunicado que la decisión portuguesa es una violación del acuerdo de cielos abiertos suscrito entre Marruecos y la Unión Europea hace más de tres años. La medida tiene lugar después de que la firma irlandesa acusará al Gobierno de Lisboa de proteger a la compañía aérea pública TAP al negarle a Ryanair slots (permisos de aterrizaje y despegue) para operar en el aeropuerto de la capital. Los vuelos cancelados no tienen nada que ver con esos slots y estaban programados normalmente.
Crédito de British Airways
Por otra parte, British Airways, propiedad del grupo International Airlines Group (IAG), ha llegado a un acuerdo con UK Export Finance y un grupo sindicado de bancos para obtener una línea de crédito comprometida de 1.000 millones de libras (1.181 millones de euros) a cinco años, según ha informado este lunes en un comunicado.
IAG ha detallado que esta línea de crédito es adicional a la alcanzada el pasado mes de diciembre por valor de 2.000 millones de libras (2.362 millones de euros). “A diferencia de la línea de crédito anterior, British Airways tiene la intención de disponer de esta solo si es necesario y no se dispondrá de la misma en el momento de la firma”, ha indicado el grupo de aviación.