El fabricante chino de coches Great Wall puja por la planta de Nissan en Barcelona
La compañía asiática competirá con el grupo belga Punch y un conglomerado encabezado por la española QEV Technologies
El fabricante chino de automóviles Great Wall Motor será el tercer aspirante que entrará en la puja para hacerse con las plantas de Nissan en Cataluña, que finalizará su actividad el próximo mes de diciembre. La oferta asiática competirá con el grupo belga Punch y con un conglomerado de empresas liderado por la española QEV Technologies que quieren aprovechar las instalaciones pa...
El fabricante chino de automóviles Great Wall Motor será el tercer aspirante que entrará en la puja para hacerse con las plantas de Nissan en Cataluña, que finalizará su actividad el próximo mes de diciembre. La oferta asiática competirá con el grupo belga Punch y con un conglomerado de empresas liderado por la española QEV Technologies que quieren aprovechar las instalaciones para ensamblar también vehículos eléctricos. La marca española de motos eléctricas Silence apuesta asimismo por quedarse la factoría de Montcada i Reixac.
Great Wall Motor, propietario de marcas como Haval, Wey, Ora o GWM, ya está presente en Europa y es una de las últimas marcas que se ha sumado al concurso abierto por el Ministerio de Industria y la Generalitat, y en el que participan también Nissan y los sindicatos, entre otros, para intentar evitar o reducir los 2.500 despidos de la plantilla directa de la marca japonesa. Su proyecto, avanzado por Ara y que fuentes conocedoras de las negociaciones han confirmado a este diario, permitiría absorber de forma paulatina esa fuerza de trabajo, si bien genera recelos entre algunos participantes en la mesa porque se trataría únicamente del ensamblaje de vehículos, lo que reduciría la implicación del sector auxiliar del automóvil, y arrastraría inversiones inferiores a las del resto de proyectos.
Fuentes de las negociaciones explican que se prevé una inversión inicial de 150 millones, que se aprovecharían las actuales instalaciones con ciertas reformas y que la producción se situaría en torno a las 100.000 unidades, cuando la planta admite un máximo de 200.000. En el pasado salón del automóvil de Múnich ya anunciaron su intención de desembarcar en Europa.
En la reunión de la mesa de negociación del próximo viernes se oficializará la presencia de los tres candidatos. Y, a partir de ahí, se iniciará un proceso en el que se tendrán que manifestar proyectos concretos, incluidas sus inversiones. Y los plazos para poder absorber la plantilla de los centros de la Zona Franca de Barcelona, de Montcada i Reixac y de Sant Andreu de la Barca. El deseo de los sindicatos es que acudan a la recta final de la negociación el mayor número de ofertas para poder ganar capacidad de negociación.
Great Wall es uno de los principales fabricantes chinos y uno de los primeros que decidió salir del país asiático para expandirse. Hoy vende en 60 países y más de 600.000 unidades fuera de China y tiene un centro de investigación de pila de combustible (hidrógeno) en Alemania.
Punch plantea fabricar 46.000 vehículos en 2025 y hasta 75.000 vehículos en 2030 con una inversión de hasta 650 millones de euros hasta 2027. Su planteamiento es fabricar inicialmente furgonetas rancheras diésel y más adelante con tecnología de hidrógeno, además de furgonetas eléctricas. El objetivo es aprovechar al máximo las líneas de montaje con las que actualmente opera Nissan.
El conglomerado liderado por QEV, que maneja una inversión de unos 300 millones de euros para fabricar vehículos eléctricos, es la otra opción que queda de las 17 que pasaron la primera criba de la mesa. Su oferta se basa en crear hasta 3.500 empleos en 2025 con el objetivo de fabricar una amplia gama de vehículos eléctricos y de hidrógeno: desde biplazas hasta furgonetas, camiones e incluso autobuses de hasta 12 metros. En su hoja de ruta figura el planteamiento a Nissan para que les ceda la licencia para ensamblar la versión eléctrica de furgoneta NV-200.
En todos los casos se espera un acompañamiento por parte de la administración en forma de fondos públicos. Y se espera que Nissan facilite la entrada de inversores.