La digitalización llega a los consejos de administración

Las compañías más avanzadas en su transformación tecnológica y en el cambio de cultura y mentalidad que supone, progresan hacia la digitalización de su puente de mandos. El acelerón virtual que ha supuesto la pandemia ha posibilitado que los avances online desembarquen en la operativa diaria de los consejos de administración. El próximo reto es pasar al siguiente nivel e incluir los millones de datos q...

Las compañías más avanzadas en su transformación tecnológica y en el cambio de cultura y mentalidad que supone, progresan hacia la digitalización de su puente de mandos. El acelerón virtual que ha supuesto la pandemia ha posibilitado que los avances online desembarquen en la operativa diaria de los consejos de administración. El próximo reto es pasar al siguiente nivel e incluir los millones de datos que maneja la inteligencia artificial en el debate de la estrategia empresarial, para llegar a las mejores decisiones: más seguras, ágiles y solventes con la participación rastreable e inexcusable de toda la cúpula directiva.

El informe La digitalización del funcionamiento de los consejos de administración, elaborado por Esade, revela que el 43% de las empresas consultadas califica el grado de digitalización de sus consejos como “excelente”, y para el 62% su desarrollo supone una “prioridad”. Según el autor de este estudio y director del Centro de Gobierno Corporativo Esade, Mario Lara, la covid-19 ha acelerado enormemente el uso de la tecnología en la gobernanza. “La mayoría de las grandes compañías cuentan ya con plataformas que les permiten dar soporte al funcionamiento de los consejos”.

Unas plataformas que facilitan, por ejemplo, que los administradores accedan a tiempo a la documentación societaria, ubicada en los repositorios, previa a un consejo garantizando, según Lara, “que esta delicada información circule por métodos encriptados y seguros”. Permiten también retransmitir en directo, vía web, las juntas generales así como ejercitar o delegar el voto a través de ellas agilizando que el secretario del consejo elabore el acta, lo distribuya a todos los miembros del órgano y que estos puedan revisar el borrador, incorporar sus aportaciones y firmar el acta de la reunión de forma electrónica. Una tecnología que rastrea cada movimiento del consejero que accede y zanja “dificultades” como “no recibir la documentación o convocatoria a tiempo”, señala el experto digital y consejero delegado de Stocken Capital, Rafael del Castillo. En su opinión, las grandes compañías “han dado un paso de gigante en el gobierno telemático porque llevan tiempo invirtiendo en su transformación digital y cultural y dándole prioridad en sus presupuestos”.

La digitalización, según Del Castillo, es como “un traje a medida”. Se crea una plataforma y se pueden ir añadiendo soluciones y herramientas a gusto del consumidor. “Todo depende de las funcionalidades que se quieran incorporar y de la inversión que se plantee”. Un coste que en el caso de plataformas para el gobierno corporativo puede oscilar, según fuentes del sector, a partir de 15.000 euros para una pyme a más de 100.000 euros si se trata de grandes compañías.

Plataforma

Pero el verdadero reto de la digitalización en el ámbito de los órganos de dirección, más allá de la operativa que permite funcionalidades como estas (control, supervisión, apoyo de tareas), reside en el desembarco de la inteligencia artificial. “Acceder al uso masivo de datos y a su análisis para los debates sobre aspectos estratégicos de la compañía y contrastar con la visión del consejero delegado es el gran paso en la gobernanza virtual”, sostiene Lara. Algo para lo que es indispensable disponer de una plataforma que integre distintas funcionalidades y herramientas y que, al mismo tiempo, pueda conectar con otras que, o no lo permiten de momento, o hay que implementarlas. Y ese es, explica Del Castillo, “el gran salto”. Así también lo revela el estudio de Esade, que cifra en el 76% los encuestados que consideran que su compañía cuenta con una plataforma digital que apoya el funcionamiento de su consejo, pero esta plataforma “no está muy bien conectada con el resto de plataformas habituales de trabajo”.

No solo alcanzar esta hiperconectividad se sitúa en el balance del debe. El estudio de esta escuela de negocios revela en este camino por la transformación digital de la gobernanza la necesidad de trabajar por un verdadero cambio cultural e incidir en la formación digital de los directivos. “Por las opiniones de los consultados se deduce la importancia de mayor cualificación o formación para mejorar la eficiencia en el funcionamiento de los consejos” apunta Mario Lara. Y añade: “también urge la necesaria incorporación de expertos digitales a los consejos de administración y la implicación del primer ejecutivo”. Por todo ello, un 52% de los participantes en el trabajo indica que la digitalización es un tema puntual en las agendas de sus Consejos “porque solo se aborda cuando hay una iniciativa digital concreta o cuando se debaten los presupuestos anuales de la compañía”.

Para Juan Alberto Sánchez, profesor de Instituto de Estudios Bursátiles, IEB, es más bien “una cuestión de ir adaptándose a un proceso de evolución y de aprendizaje paulatino” ya que los consejos se han ido digitalizando según avanzaban las exigencias de la pandemia. Han buscado, subraya Sánchez, soluciones inmediatas para evitar tanto desplazamientos como la circulación de información confidencial a través del correo electrónico o la integración de la firma electrónica segura. “Las cotizadas han metido este acelerón digital por una cuestión también de imagen y visibilidad en el mercado, que es utilizada incluso como herramienta de marketing”, añade el experto del IEB, quien vaticina que “en diez años no habrá ningún consejero de empresa grande o mediana que no posea formación digital”.

Otra cosa bien diferente es lo que va a pasar con las pymes cuyo gobierno telemático “es muy informal y suele ser poco profesional”, asegura el directivo de Stocken Capital. Por dos motivos: “por desconocimiento, ya que sus estatutos son muy básicos o porque ignoran las posibilidades del Gobierno en remoto. Esta falta de uso les impide conocer sus beneficios”. Del Castillo avisa a las pymes que la digitalización va más allá del teletrabajo y las exhorta a revisar sus estatutos para mejorar la vida societaria. “No tiene sentido trabajar desde casa y tener que ir a votar a la empresa”.