Los inmuebles de Sandra Ortega se devaluaron el año pasado en 100 millones
Los negocios de la mujer más rica de España se resintieron por el coronavirus en un año en que acabó peleada con el hombre que dirigía sus negocios
2020 no fue precisamente el mejor año para Rosp Corunna, el grupo que dirige las finanzas de Sandra Ortega, primogénita de los fundadores de Zara Amancio Ortega y Rosalía Mera. El family office de la mujer más rica de España (con una fortuna estimada en 5.600 millones de euros, según la lista Forbes del pasado noviembre) acabó el e...
2020 no fue precisamente el mejor año para Rosp Corunna, el grupo que dirige las finanzas de Sandra Ortega, primogénita de los fundadores de Zara Amancio Ortega y Rosalía Mera. El family office de la mujer más rica de España (con una fortuna estimada en 5.600 millones de euros, según la lista Forbes del pasado noviembre) acabó el ejercicio pasado con pérdidas por 91 millones, frente a las ganancias de más de 117 millones en 2019.
El resultado se vio muy afectado por la pandemia, que estranguló los ingresos por la vía del dividendo percibido por Inditex (cabecera de Zara y otras marcas) y deterioró el negocio inmobiliario, que sufrió una merma en su valor de más de 100 millones. La otra gran convulsión de la compañía fue de orden interno: José Leyte, el hombre que había dirigido Rosp casi desde que fue fundada por Mera en el año 2000, fue despedido. Este movimiento, del que no hay apenas rastro en las cuentas presentadas ante el Registro Mercantil, ha acabado en una sonora batalla en los tribunales.
Las cuentas se presentan como grupo consolidado, ya que Rosp Corunna es la matriz con la que Ortega controla otras dos sociedades, Rosp Corunna Participaciones Empresariales y Ferrado Inmuebles, a través de las cuales posee más de una decena de compañías en España, Portugal, Estados Unidos, Luxemburgo y el Reino Unido. A través de Rosp, la segunda persona más acaudalada de España (solo por detrás de su padre) gestiona sus acciones —un 5,05% en Inditex y un 5% en Pharmamar— y multitud de activos inmobiliarios, principalmente edificios de oficinas, hoteles y locales comerciales.
El balance del año pasado da cuenta precisamente de la dificultad de manejar el negocio inmobiliario a causa de la pandemia, que obligó a “hacer frente a la renegociación” de algunos arrendamientos y a conceder “periodos de carencia a determinados inquilinos”. Esas dos causas, junto con la paralización de la actividad hotelera y los “retrasos en la evolución de algunos de sus proyectos que se encontraban en fase de desarrollo” son, según las cuentas anuales, las causantes de las pérdidas de 91 millones. La facturación en 2020 cayó cerca de un 24%, pasando de 209,4 millones en 2019 a 159,6 millones.
No obstante, la principal merma de la cifra de negocios no vino del segmento inmobiliario (que aumentó de 37,5 millones a más de 73 millones) sino de la parte financiera. Como sucede en el family office de su padre, la principal fuente de ingresos de Sandra Ortega suele provenir de los dividendos que percibe de Inditex. Pero el año pasado el grupo textil, a causa de la pandemia, decidió hacer solo un reparto en lugar de los dos habituales. Como resultado, Rosp Corunna ingresó por ese concepto 55,1 millones, frente a 138,6 millones en 2019. Eso redujo el total de dividendos a cerca de 74 millones (frente a casi 162 millones en el ejercicio anterior).
Un nuevo edificio en Londres
El coronavirus también hizo resentirse el valor de las propiedades de Rosp Corunna. El grupo valoraba estas a finales de 2020 en 468,7 millones a precios de mercado. Un año antes, eran 576,6 millones, lo que supone casi 108 millones menos. La inmensa mayoría de ese patrimonio, 311 millones, son edificios de oficinas, seguidas de hoteles (casi 120 millones), inmuebles residenciales y comerciales (30 millones) y otras tipologías. Casi todos los edificios, equivalentes a un valor 412 millones, están fuera de España. Durante el ejercicio, la compañía compró un edificio de oficinas en Londres, para cuya gestión creó una nueva sociedad dependiente en el Reino Unido, y vendió dos propiedades en Alemania por las que obtuvo un beneficio de cerca de 36 millones, que ayudan a explicar el incremento de la facturación inmobiliaria.
El resto del dinero obtenido por inmuebles viene mayoritariamente del cobro de rentas de alquiler. El impacto de la pandemia se notó en los ingresos que, por este concepto, Rosp Corunna esperaba obtener a corto plazo, que bajó de 29,7 millones en 2019 a 23,3 millones el año pasado. Y es que los dos edificios vendidos en Alemania eran precisamente dos de los más rentables. Uno es un inmueble en Múnich con varios locales por cuyo alquiler cobró el año pasado casi 3,8 millones. El otro, también con varios locales arrendados pero ubicado en Colonia, supuso ingresos de 2,7 millones. La propiedad que más ingresos de alquiler aporta, y todavía mantiene, es un edificio en Nueva York por el que recibió cerca de 4 millones de euros en 2020.
En el capítulo de personal, las cuentas señalan que el pago de salarios ascendió el año pasado 3,9 millones, frente a los 5,5 millones de un año antes. La reducción se produjo pese a que la plantilla aumentó en cinco personas (de 25 a 30) a causa de las menores retribuciones al equipo de directivo. Estas pasaron de 2,1 millones hace dos ejercicios a 771.000 euros el año pasado, en que además la dirección pasó de estar compuesta por cuatro personas a contar con tres.
Despida del primer ejecutivo
Esa es una de las escasas referencias que las cuentas hacen a un hecho que ha llevado a la compañía a ocupar titulares en los últimos tiempos. La persona que se fue es José Leyte, quien había dirigido la firma casi desde sus inicios, tras ser despedido en noviembre de 2020 por pérdida de confianza de Sandra Ortega. El despido ocasionó una primera demanda en los tribunales de Leyte, que reclamaba una mayor indemnización de la que percibió y sobre la que en las cuentas anuales no dan ninguna pista, ya que señalan que estas se computan como gastos del ejercicio.
Posteriormente Ortega demandaría a Leyte por apropiación indebida, falsedad documental y administración desleal, elevando exponencialmente un conflicto judicial sobre el que ambas partes se mantienen en silencio. Según publicó eldiario.es, la controversia parte de la relación de Rosp Corunna con la cadena hotelera Room Mate, en la que según las cuentas anuales del año pasado tenía un 30,67% de participación. Se trata de una inversión antigua, de los tiempos en que todavía vivía Rosalía Mera, fallecida hace ocho años, que luego se amplió hasta el volumen actual. Room Mate atraviesa años de dificultades financieras y Ortega acusa a Leyte de haber usado su firma sin autorización para avalar con su fortuna algunos préstamos solicitados por la cadena hotelera de Kike Sarasola.
Según adelantó Cinco Días, Rosp Corunna busca comprador para su 31% de participación en Room Mate, con la que no le une solo esa relación. Ortega es también la casera que alquila algunos de los hoteles de la cadena, que el año pasado le pagó en arrendamientos, según la memoria anual, algo más de 5 millones de euros. Es, entre las firmas con las que tiene vinculación, de largo su mayor inquilina, muy por delante de los 294.000 euros que percibió por alquilar locales a Zara o los 255.000 en rentas que le pagó Massimo Dutti, dos de las marcas de Inditex. Además, también le ha prestado dinero, como certifican los 298.000 euros que le pagó el año pasado Room Mate en concepto de intereses.