La gran oportunidad de Meini Spenger
La necesidad de consolidación en el sector de ‘telecos’ brinda al fundador de MásMovil la posibilidad de aliarse con Vodafone para crecer en España
De un tiempo a esta parte, el sector de telecomunicaciones está que arde ante la posibilidad de la integración de Vodafone y MásMóvil. No está claro si las especulaciones están fundadas o no, o si se están tirando balones fuera para ganar tiempo; pero la posibilidad de que la segunda y la cuarta operadora del país se fusionen daría lugar a un grupo de dimensiones gigantescas. En el sector no solo se ve como posible, sino también como un paso ne...
De un tiempo a esta parte, el sector de telecomunicaciones está que arde ante la posibilidad de la integración de Vodafone y MásMóvil. No está claro si las especulaciones están fundadas o no, o si se están tirando balones fuera para ganar tiempo; pero la posibilidad de que la segunda y la cuarta operadora del país se fusionen daría lugar a un grupo de dimensiones gigantescas. En el sector no solo se ve como posible, sino también como un paso necesario ante la excesiva competencia y a las puertas de la subasta del 5G.
La operación supondría la gran oportunidad para poner la guinda a la carrera de Meinrad Spenger, fundador y consejero delegado de MásMóvil, un intrépido austriaco de 45 años que irrumpió en el sector hace 14 después de hacer un MBA en el Instituto de Empresa, trabajar en McKinsey en su país y volver a España para crear esta empresa que hoy es el principal protagonista de una aventura de la que lo único que ha aclarado es que, de prosperar, MásMóvil la lideraría.
Así este hombre, Meini para los amigos, que parece tener muy claro que el movimiento de consolidación tendría mucho sentido ante las inversiones que se avecinan por la subasta del 5G, de cuyas condiciones se ha quejado abiertamente, sobre todo por el precio de salida. También ha comentado que “es pronto”, ya que la compañía todavía digiere la entrada de los fondos KKR, Cinven y Providence, que se hicieron con el 88% del capital mediante una opa de casi 3.000 millones (más 2.000 de deuda) el pasado noviembre y la excluyeron de la Bolsa. Fuentes solventes aseguran, no obstante, que Spenger ha contratado los servicios de BNP Paribas para la financiación de la operación.
La entrada de los fondos fue para Spenger un orgullo, y no porque fuera la primera opa durante la pandemia en Europa ni porque supusiera que los inversores venían a una España azotada por el virus, sino porque ha demostrado la confianza en los gestores. El objetivo de Spenger coincide con los fondos, él supuestamente con vocación de permanencia, los otros con interés en hacer caja en cuanto sea menester.
Es muy posible que Minie, que en su tierra se dedicó a la ebanistería mientras estudiaba Derecho, ya pensara en ensamblar este conglomerado cuando en 2006 le dio por fundar con un amigo noruego, Christian Nyborg, una empresa con un capital de 3.100 euros en el piso que compartían en Madrid. Esa cifra se multiplicaría por un millón 14 años después. Luego logró que Orange le alquilara su red para lanzar el servicio dos años después. Y en 2012 salió a cotizar en el MAB con un valor de 16 millones tras fusionarse con Ibercom, en una operación que tuvo algunos sobresaltos y contestación de accionistas. Luego llegarían otras compras (Neo, Quantum, Xtra, Embou, YouMobile, Pepephone…) hasta la jugada maestra en 2016 de Yoigo, con lo que pegaría un golpe en la mesa a sus competidores ofreciendo paquetes de low cost. Suficiente como para convertirse en el cuarto operador y en 2017 pasar del MAB al mercado continuo y, además, ponerse en el escaparate internacional.
Los fondos lo captaron y prepararon la opa, que la pandemia estuvo a punto de dar al traste. Pero, posiblemente por su perseverancia durante el confinamiento con continuas videoconferencias desde su casa de la sierra madrileña, la salvó. Por eso, cuando los fondos lanzaron la opa en mayo, supo que ponía una pica donde más gana tenía y que le ha hecho el empresario de telecomunicaciones más exitoso de Europa. En medio de todo, no tuvo escrúpulos en pegar un gran pelotazo al recibir un bonus de 40 millones en plena crisis con el Programa de Derechos sobre Revalorización de las Acciones (DRA), que se suman a los 30 que obtuvo en la venta de acciones. Spenger ha anunciado que ha reinvertido parte para demostrar su implicación.
Las compras han continuado después de la opa y la exclusión de Bolsa. Spenger no ha cejado en engordar la firma, buscando sobre todo la diversificación ante los posibles acontecimientos de este año, clave para él y su equipo por esas posibles operaciones. El cuarto operador ha adquirido la firma especializada en el internet de las cosas SofiaThinks, participada por Wayra (la aceleradora de Telefónica), y ha entrado en el negocio eléctrico con la compra de la comercializadora Lucera. En total, ha realizado más de una decena de adquisiciones e invertido unos 1.400 millones.
Cuando Meinrad Spenger irrumpió en el panorama empresarial español, hace ya casi 15 años, se abrió la incógnita sobre el desarrollo de su aventura. Jovial, abierto, osado e impetuoso, se supo ganar adeptos y llevarse bien con la prensa, a la que trata con respeto y cortesía. Un buen bagaje que posiblemente le ha abierto muchas puertas y permitido sumar alianzas como la que fraguó recientemente con El Corte Inglés para desarrollar iniciativas, entre ellas la creación de un operador móvil virtual.