Londres y Washington suspenden los aranceles impuestos por el conflicto Boeing-Airbus
Ambos países se dan un plazo de cuatro meses para resolver definitivamente la disputa
El Gobierno británico ha anunciado este jueves un acuerdo con Estados Unidos para suspender temporalmente los aranceles impuestos a una serie de productos, como el whisky escocés o el queso Stilton, en el marco de un contencioso comercial entre los fabricantes de aviones estadounidense Boeing y el consor...
El Gobierno británico ha anunciado este jueves un acuerdo con Estados Unidos para suspender temporalmente los aranceles impuestos a una serie de productos, como el whisky escocés o el queso Stilton, en el marco de un contencioso comercial entre los fabricantes de aviones estadounidense Boeing y el consorcio europeo Airbus.
“Desde las destilerías de whisky escocés hasta los productores de queso Stilton, la decisión de Estados Unidos de suspender los aranceles a determinadas exportaciones británicas beneficiará a nuestras empresas en todo el Reino Unido”, se felicitó el primer ministro, Boris Johnson, en Twitter. Airbus emplea a más de 13.500 personas en 25 plantas británicas y genera 100.000 empleos de proveedores en el país.
El acuerdo, que de momento tendrá una vigencia de cuatro meses, suspenderá así los aranceles del 25% impuestos por Washington al whisky escocés -cuyas exportaciones a EEUU cayeron un 30% el año pasado-, la cachemira, la denominación de origen citada y otros productos británicos. Prevé también una “desescalada” en el conflicto comercial entre los dos fabricantes de aviones para acabar solucionándolo definitivamente. “Esto nos dará tiempo para cerrar con un acuerdo equilibrado la disputa mientras comenzamos a responder seriamente a los desafíos que plantea la incorporación de actores al mercado de la aviación civil procedentes de países sin libre mercado, como China”, explica el comunicado conjunto del anuncio.
El consorcio europeo Airbus y su competidor estadounidense Boeing, y por delegación la Unión Europea -de la que entonces formaba parte el Reino Unido- y Estados Unidos, respectivamente, se enfrentan ante la Organización Mundial del Comercio (OMC) desde octubre de 2004 por las ayudas públicas a ambos grupos, consideradas ilegales. Es el litigio comercial más largo y complicado del que se ocupa la OMC.
En octubre de 2019, la OMC autorizó a Estados Unidos a imponer aranceles a casi 7.500 millones de dólares en bienes y servicios europeos importados cada año, la mayor sanción jamás impuesta por la organización, en represalia por las continuadas subvenciones europeas a la fabricación del Airbus. El tipo del 25% es el que se aplica al aceite de oliva español, un gravamen tan punitivo que ha supuesto prácticamente la pérdida del mercado estadounidense, el más importante en volumen de demanda (320.000 toneladas) y precios. Ese mismo mes, la UE recurrió el fallo de la OMC en su contra.
En agosto pasado, Estados Unidos confirmó los aranceles a productos españoles y elevó el castigo a otros procedentes de Francia y Alemania.
Desde entonces, Washington ha impuesto ese arancel del 25% a determinados productos importados de la UE, y el 15% para los aviones Airbus. El acuerdo bilateral resta también presión al gigante aeronáutico estadounidense, que encadena averías y crisis de reputación desde hace meses.
La salida efectiva del Reino Unido de la UE, el pasado 1 de enero, ha propiciado el acercamiento. En diciembre Londres anunció como gesto de buena voluntad que retiraba los aranceles impuestos a los productos estadounidenses, con la esperanza de obtener una reciprocidad que ahora ha logrado, si bien temporalmente. La suspensión temporal de aranceles es un capítulo independiente dentro de las negociaciones pos-Brexit entre EEUU y el Reino Unido, pero supone una señal positiva sobre la marcha del diálogo y confirma la consideración de EEUU como socio comercial prioritario tras el portazo de Londres a Bruselas y el consiguiente cierre del mercado interior comunitario.