Francia considera “inaceptable” la excesiva dependencia industrial europea de Asia
El ministro de Economía pide acelerar la estrategia de la UE para lograr la soberanía en sectores clave como los componentes electrónicos
La crisis del coronavirus ha mostrado las “lagunas industriales inaceptables” de Europa, algo que la hace “vulnerable” ante Asia, especialmente China, pero también ante Estados Unidos, denunció este lunes el ministro francés de Economía, Bruno Le Maire.
París reclama más esfuerzos conjuntos de la UE para solventar un problema que, sostiene el Gobierno francés, no es mero chovinismo sino una cuestión de seguridad nacional y europea. Así lo ha demostrado recientemente ...
La crisis del coronavirus ha mostrado las “lagunas industriales inaceptables” de Europa, algo que la hace “vulnerable” ante Asia, especialmente China, pero también ante Estados Unidos, denunció este lunes el ministro francés de Economía, Bruno Le Maire.
París reclama más esfuerzos conjuntos de la UE para solventar un problema que, sostiene el Gobierno francés, no es mero chovinismo sino una cuestión de seguridad nacional y europea. Así lo ha demostrado recientemente la fuerte escasez de componentes electrónicos que ha ralentizado la producción automovilística, recordó Le Maire tras una videoconferencia con el comisario europeo de Mercado Interior, Thierry Breton.
“Nuestra dependencia en materia de componentes electrónicos ante Asia es excesiva e inaceptable, nos hace vulnerables y fragiliza nuestras cadenas de producción”, lamentó el ministro desde París. “Hoy hay decenas de miles de vehículos que no se producen porque faltan componentes electrónicos. Hablamos de miles de horas de trabajo perdidas de nuestros trabajadores y nuestras industrias”, recordó en referencia a los parones que han sufrido desde enero algunas plantas de Volkswagen y Mercedes en Alemania o de Seat y Ford en España. Esta escasez se explica por la incapacidad de los fabricantes de semiconductores asiáticos de suplir la demanda, multiplicada por el boom que han vivido otras industrias preferentes del sector, como las computadoras, las consolas de videojuegos o los teléfonos inteligentes a causa, precisamente, del encierro al que ha confinado el coronavirus a buena parte del planeta este último año.
Según adelantó Le Maire, Francia impulsará en Bruselas la “aceleración de la creación de una filial europea de componentes electrónicos”. La idea, explicó, es que se apruebe, tan pronto como este mismo año, un segundo proyecto europeo de interés común (PIC) dedicado a componentes electrónicos similar al ya aprobado para baterías eléctricas. Francia ha identificado 18 proyectos que podrían ser “elegibles” para el PIC, adelantó Le Maire quien, tras hablar con el comisario Breton, discutirá este asunto el martes con su homólogo alemán, Peter Altmaier, a quien considera un aliado en la batalla por una mayor soberanía industrial europea.
Porque este esfuerzo no debe limitarse a los chips, subrayó el francés. Le Maire recordó que el plan de reactivación económica presentado por su Gobierno en septiembre del año pasado incluye la creación, “por primera vez en 30 años en Francia”, de nuevas cadenas de valor en sectores como el hidrógeno, el cálculo cuántico, la inteligencia artificial o baterías eléctricas que complementen y refuercen baluartes tradicionales de la industria gala como el sector del lujo o la aeronáutica, muy perturbada por el coronavirus. Europa, afirmó, debe hacer lo mismo y apostar por nuevas cadenas de valor industrial que le permitan “reforzar la independencia europea ante China y Estados Unidos”.
“Queremos ser un continente soberano, potente industrialmente, un continente independiente desde el punto de vista tecnológico”, subrayó. La soberanía nacional y europea en sectores clave de la economía es una idea sobre la que Francia lleva presionando desde los comienzos de la crisis de la pandemia, en marzo del año pasado, que reveló las vulnerabilidades europeas en sectores como el médico-farmacéutico, especialmente en materia de mascarillas, un producto que escaseó enormemente en el país y en el resto de Europa en los primeros meses de la crisis sanitaria, o los respiradores.
“Habrá un antes y un después del coronavirus sobre la organización de la economía mundial”, dijo en marzo de 2020 Le Maire, quien ya entonces llamó a “reflexionar sobre una mejor organización de la cadena de valores, sobre una relocalización de ciertas actividades estratégicas, en particular en materia de salud”. Unos días después, el presidente francés, Emmanuel Macron, ordenaba la “independencia plena” en materia de mascarillas antes de que acabara 2020. “Hay bienes y servicios que deben estar más allá de las leyes del mercado (…) Debemos retomar el control, necesitamos construir una Francia, una Europa soberanas, una Francia y una Europa que mantienen firmemente su destino en sus manos”, dijo durante uno de sus primeros discursos a la nación dedicados a la pandemia.