La economía de la UE sufre en 2020 el mayor desplome desde su creación
El PIB de los socios de la moneda única cayó un 0,7% por las medidas para contener la segunda oleada de contagios
El dato es incontestable. La economía europea sufrió en 2020 el mayor derrumbe desde la fundación del proyecto comunitario. Y con los datos de los países en la mano, la pandemia provocó el mayor desplome desde la Segunda Guerra Mundial. Según la oficina estadística Eurostat, el Producto Interior Bruto (PIB) cayó el 6,8% en la zona euro, que en el último trimestre del año volvió al terreno negativo con un retroceso económico del PIB del 0,7% a causa de las fuertes medidas restrictivas adoptadas ...
El dato es incontestable. La economía europea sufrió en 2020 el mayor derrumbe desde la fundación del proyecto comunitario. Y con los datos de los países en la mano, la pandemia provocó el mayor desplome desde la Segunda Guerra Mundial. Según la oficina estadística Eurostat, el Producto Interior Bruto (PIB) cayó el 6,8% en la zona euro, que en el último trimestre del año volvió al terreno negativo con un retroceso económico del PIB del 0,7% a causa de las fuertes medidas restrictivas adoptadas para hacer frente a la segunda oleada de contagios. En el conjunto de la UE, la caída fue del 6,4% en todo el año y el 0,5% en el último trimestre. Austria (-4,3%), Italia (-2%) y Francia (-1,3%) lideraron el descenso.
Las estadísticas de Eurostat reflejan los bandazos que en 2020 dio la economía europea, que fue siempre a rebufo de las oleadas de contagios. Tras un primer trimestre en rojo (-3,7%) que reflejó las primeras medidas restrictivas, llegó el batacazo del periodo de entre marzo y junio (-11,7%). Fue la época de los confinamientos más estrictos, en especial en España e Italia, y de la llamada hibernación económica. Las restricciones dieron sus frutos. Y pese al daño en el turismo y la actividad comercial en el sur de Europa, en el tercer trimestre del año la actividad remontó el 12,5%.
Los datos del tramo final del año, con un descenso del 0,7% del PIB, dejan un sabor agridulce a la UE. La debilidad de la economía se explica por las duras restricciones adoptadas ante la segunda tanda de infecciones en el centro de Europa: toques de queda, cierres masivos de tiendas, bares y restaurantes, estaciones de esquí vacías y una dura vigilancia a los desplazamientos. La ansiada recuperación en forma de V, con la caligrafía que fuere (simétrica o asimétrica) quedó atrás.
El único consuelo es que la variación del PIB fue mejor de lo esperado, sobre todo en España (+0,4%) o Alemania (+0,1%). E incluso en Francia, donde el frenazo a la actividad para contener las infecciones se saldó con un retroceso del 1,3% del PIB. También hubo datos positivos en Bélgica, Portugal, Suecia, la República Checa, Letonia o Lituania. “Colapso en el segundo trimestre, fuerte repunte en el tercero, En este último, el PIB vuelve a ser ligeramente negativo. Esperanza e incertidumbre en este inicio de 2021”, ha afirmado el comisario de Economía, Paolo Gentiloni, a través de su cuenta de Twitter.
A falta de conocer los datos de todos los países, los datos que van dando a conocer confirman que la depresión fue desigual: el PIB de España (-11%) cayó más del doble que el de Alemania (-5%), por ejemplo. El arranque del año no invita a un optimismo inmediato. La UE cuenta ya con la vacuna, pero hasta abril no tendrá un volumen de dosis (380 millones) que permitan dar un salto en la inmunización de la población adulta europea. Bruselas sigue confiando en que a finales de verano se alcance la inmunidad de grupo (el 70% de los ciudadanos) necesaria para recobrar la normalidad, pero teme que las nuevas variaciones que van saliendo puedan poner nuevas piedras en el camino.
El plan de recuperación, además, no estará en pleno rendimiento antes del segundo semestre del año, según fuentes comunitarias. Las capitales deberán seguir tirando de su también desigual músculo financiero hasta que los países ratifiquen los acuerdos para los recursos propios, la Comisión apruebe los planes nacionales y posteriormente emita deuda para realizar los primeros reembolsos. Ante esa situación, Bruselas ha urgido a los países a que no se apresuren a retirar los estímulos ni las medidas temporales para evitar la mortalidad de empresas ni la extinción a gran escala de puestos de trabajo para no provocar una crisis social.