El retraso en el inicio de las vacunaciones contra la covid frena la recuperación económica en Brasil
Los expertos creen que el PIB del primer trimestre del año puede ser negativo si no se controla la enfermedad
Mientras más de 40 países del mundo ya han comenzado a aplicar vacunas contra la covid-19, Brasil sigue en disputas políticas, sin una fecha para el comienzo de la inmunización y todavía no ha aprobado el registro de ningún inmunizador. Con más de 7,5 millones de casos registrados, una tendencia al alza en varios Estados y casi 200.000 muertes por la enfermedad, el presidente Jair Bolsonaro ha dicho incluso que no “le importa” ni se siente presionado por el avance de la vacunación en el mundo. El retraso de un plan tiene graves consecuencias: una difícil reanudación de la economía, que sufrirá...
Mientras más de 40 países del mundo ya han comenzado a aplicar vacunas contra la covid-19, Brasil sigue en disputas políticas, sin una fecha para el comienzo de la inmunización y todavía no ha aprobado el registro de ningún inmunizador. Con más de 7,5 millones de casos registrados, una tendencia al alza en varios Estados y casi 200.000 muertes por la enfermedad, el presidente Jair Bolsonaro ha dicho incluso que no “le importa” ni se siente presionado por el avance de la vacunación en el mundo. El retraso de un plan tiene graves consecuencias: una difícil reanudación de la economía, que sufrirá varios reveses en 2021, el aumento del desempleo, la inflación y el empeoramiento de las cuentas públicas.
La imagen es clara. Cuanto más tiempo tarde el país en aplicar el plan nacional de vacunación, más se prolongará la crisis. Se espera que la actividad económica disminuya en casi un 5% para 2021. “La vacuna es la única forma efectiva de resolver el problema. Es la única forma de que la economía vuelva a encaminarse y no se quede en esta apertura y cierre de actividades, en esta incertidumbre”, explica Joelson Sampaio, coordinador del curso de economía de la Fundación Getúlio Vargas (FGV). Según él, los países que ya han logrado avanzar en la inmunización de la población serán los primeros en sentir los efectos en la recuperación económica.
Aunque el mercado proyecta un escenario ligeramente más optimista para el próximo año, apostando por un crecimiento de alrededor del 3,5% del Producto Interior Bruto, algunas instituciones financieras no descartan un primer trimestre negativo si la vacunación no comienza rápidamente y los registros de la enfermedad siguen aumentando. ”Esperemos que todos estén vacunados, porque en un escenario con 400 muertes al día, puede ocurrir un trimestre negativo. Necesitamos que la tasa de mortalidad baje. Ahora [en las primeras semanas de diciembre], los datos han empeorado, y esto aumenta el riesgo de tener un PIB negativo en el primer trimestre de 2021″, dijo Mario Mesquita, economista jefe del banco Itaú.
A esto se añade el fin de la ayuda de emergencia, un beneficio creado para minimizar los impactos económicos de la pandemia. Al menos 40 millones de personas comenzarán el próximo año sin este apoyo del Gobierno en medio de una pandemia. El fin de la ayuda reducirá los ingresos de la población más vulnerable, la inyección de dinero en la economía y deberá causar un aumento del desempleo. Muchas personas que perdieron sus trabajos no han buscado otro debido a la pandemia y a las normas de cuarentena.
Los datos publicados este martes por el IBGE (Instituto Brasileño de Geografía y Estadística) muestran que la tasa de desempleo se situó en el 14,3% en el trimestre que terminó en octubre, un avance de 0,5 puntos porcentuales sobre el trimestre que terminó en julio. Brasil tuvo 14,1 millones de desempleados en el trimestre, 931.000 más que el trimestre móvil anterior, que terminó en julio. El aumento del desempleo es un reflejo de un mayor número de brasileños que decidieron salir en busca de una vacante con la flexibilización de las normas de aislamiento.
Además del aumento del número de personas que buscan empleo, se produjo un incremento del 2,8% en la población ocupada, que alcanzó los 84,3 millones de personas. “Este escenario puede estar relacionado con una recomposición, con el regreso de las personas que estaban fuera de sus empleos. En este trimestre vimos una reducción de la población fuera de la fuerza laboral y esto puede haberse reflejado en el aumento de personas que están siendo absorbidas por el mercado laboral y también en el crecimiento de la demanda de trabajo”, explica la analista Adriana Beringuy.
“Tenemos una población ocupada que se reduce en casi 10 millones de personas y un aumento de 12 millones de la población fuera de la fuerza [que incluye a las personas que no trabajaban o no buscaban trabajo]. Así que este puede ser el comienzo de una recomposición, pero las pérdidas acumuladas en la ocupación durante el año son todavía muy significativas”, resaltó.
Para el profesor João Saboia, del Instituto de Economía de la Universidad Federal de Río de Janeiro (UFRJ), es inevitable que la línea de desempleo aumente con la extinción de la ayuda de emergencia, ya que el mercado no podrá absorber a todas las personas que volverán a buscar trabajo. “Incluso los que consigan un nuevo trabajo estarán mal absorbidos, de manera informal o con un nivel de ingresos muy bajo”, explica. La mayor parte del aumento del número de personas ocupadas en el último trimestre procedía del trabajo informal, según el IBGE.
En la evaluación de Saboia, el primer trimestre de 2021 debería ser el más preocupante. “Sin ayuda y probablemente sin ninguna vacuna, es difícil pensar en cómo volver. También son los meses de verano cuando históricamente la economía ha sido más lenta. Entonces puede ser que la actividad empiece a salir más desde abajo, pero todo será muy lento”, analiza.
Según el grupo de corretaje XP, la gran fuente de incertidumbre relacionada con el desempleo sigue siendo la transición del fin de la ayuda a las familias y las empresas en 2021 con los desafíos de la economía brasileña, como el programa de reformas que puede aportar confianza, principalmente, al sector de los servicios en la recontratación. El grupo de corretaje estima que la tasa de desempleo alcanzará su mayor nivel en el primer trimestre de 2021, llegando a casi el 16%.
Otro viento que sopla en contra a principios de 2021 es la inflación. La pandemia ha ejercido presión sobre los precios, especialmente de los alimentos, y puede tener un impacto aún a principios del próximo año. En los últimos meses del año, la inflación se aceleró y el Índice Nacional de Precios al Consumidor amplio-15, un anticipo de la inflación oficial cerró en 4,23%, por encima de la meta de 4%. La presión también fue causada por la decisión de la Agencia Nacional de Energía Eléctrica (Aneel) de dar una señal de alerta, aumentando el valor de la factura de luz del consumidor en el último mes del año. Según los analistas, se espera que los precios de los alimentos comiencen a enfriarse en el primer trimestre. Para 2021, la meta fijada por el Banco Central es del 3,75%, y el mercado financiero estima el 3,34%, según Focus. El año que viene la tendencia es una “propagación” de la inflación.
La pandemia también ha empeorado la salud de las cuentas públicas de Brasil, que han estado en números rojos durante años. El déficit fiscal acumulado entre enero y noviembre de este año fue de 699.100 millones de reales, el peor resultado de la serie histórica iniciada en 1997. En relación con el mismo período de 2019, hubo una disminución del 9,7% en los ingresos y un avance del 39,3% en los gastos. La meta fiscal para este año admitía un déficit de hasta 124.000 millones en las cuentas del gobierno central, pero la aprobación por parte del Congreso, del decreto de calamidad pública para hacer frente a la pandemia autorizó al Gobierno a hacer caso omiso de la cifra en 2020.
El Ministerio de Economía señaló que hay tres desafíos para el próximo año: empleo, crédito y consolidación fiscal. La cartera proyecta un crecimiento del 3,2% del PIB en 2021 y afirmó que “con la vacunación ganando fuerza en el mundo, el escenario internacional, será favorable” para Brasil, ya que la tasa de interés internacional es baja y debe mantener este nivel.
El país está en medio de una batalla política entre Bolsonaro y el gobernador de São Paulo, João Dória, en la carrera por una vacuna. El país se centró inicialmente en la vacuna de AstraZeneca. El Gobierno de Bolsonaro firmó un acuerdo para llevar a cabo las pruebas de inmunización de la fase tres y la transferencia de tecnología, con la promesa de la producción de millones de dosis por parte de Fiocruz. El pasado lunes, Fiocruz dijo que está en el proceso de presentación continua y que debería enviar los últimos datos a Anvisa antes del 15 de enero. São Paulo, sin embargo, dice que comenzará su inmunización el 25 de enero con la vacuna del laboratorio chino Sinovac, que ha firmado un acuerdo de cooperación con el Instituto Butantan. Pero el Gobierno de São Paulo ha retrasado tres veces la publicación de sus datos de eficacia de la vacuna, mientras que Sinovac está tratando de combinar los datos de pruebas globales que incluyen a Indonesia, Turquía y Chile.