El pacto del Brexit deja una puerta abierta para que Iberia siga volando como hasta ahora
Una comisión bilateral podrá decidir en un año si elimina el requisito de que haya una mayoría de accionistas de la UE
El acuerdo entre la Comisión Europea y el Reino Unido sobre el Brexit deja una puerta abierta para que Iberia y Vueling, las aerolíneas con sede en España del grupo IAG, tengan manos libres para operar en el espacio aéreo europeo sin ninguna traba. El pacto introduce un artículo que emplaza a modificar y en su caso eliminar en el plazo de un año los requisitos de propiedad actuales que obligan a las aerolíneas a tener una m...
El acuerdo entre la Comisión Europea y el Reino Unido sobre el Brexit deja una puerta abierta para que Iberia y Vueling, las aerolíneas con sede en España del grupo IAG, tengan manos libres para operar en el espacio aéreo europeo sin ninguna traba. El pacto introduce un artículo que emplaza a modificar y en su caso eliminar en el plazo de un año los requisitos de propiedad actuales que obligan a las aerolíneas a tener una mayoría de accionistas de la UE para mantener su licencia comunitaria y sus actuales derechos de vuelo.
El texto del acuerdo, al que ha tenido acceso EL PAÍS, dedica todo el capítulo dos al sector de la aviación y, en las 24 páginas de que consta no modifica en gran medida la normativa actual. En particular, mantiene el requisito que obliga a que las aerolíneas sean propiedad en más de un 50% de accionistas comunitarios para conservar las actuales licencias y los derechos de vuelo dentro de la UE como compañías comunitarias.
Sin embargo, introduce un artículo en el que emplaza a ambas partes –la Comisión Europea y el Reino Unido- a que en el plazo de un año puedan llegar a un acuerdo para liberalizar recíprocamente el control de las compañías y los requisitos de propiedad, de forma que quedarían exentas del límite accionarial de accionistas no comunitarios.
“Las partes reconocen los beneficios potenciales de la continua liberalización de la propiedad y el control de sus respectivas compañías aéreas. Las partes acuerdan examinar en el Comité Especializado en Transporte Aéreo opciones para la liberalización recíproca de la propiedad y el control de sus compañías aéreas dentro de los 12 meses siguientes a la entrada en vigor de este acuerdo, y posteriormente dentro de los 12 meses siguientes a la recepción de una solicitud de una de las partes. Como resultado de este examen, las partes podrán decidir enmendar este título”, reza literalmente el artículo 9 del capítulo dedicado a la aviación.
Comité bilateral
De esta forma, una vez que se constituya ese comité bilateral de transporte aéreo, este podrá estudiar cualquier solicitud para eliminar las restricciones en el capital de las aerolíneas, lo que despejaría todas las dudas de Iberia y Vueling (y el resto de compañías de IAG como British Airways y Aer Lingus) para poder seguir operando como hasta ahora.
Tanto IAG como Iberia han defendido siempre que cumplen con este requisito de propiedad, pero lo cierto es que cuentan con una gran base de accionistas de fondos del Reino Unido y su máximo accionista es Qatar Airways, con un 25%, lo que no deja tan claro que los inversores de la UE sean mayoría.
De hecho, el Ejecutivo comunitario tenía dudas de que Iberia cumpliera tras el Brexit con estas exigencias de control y propiedad mayoritariamente española y pidió a las autoridades nacionales que aclarasen la situación, aunque no ha llegado a dar luz verde oficialmente a ningún plan alternativo.
Iberia y Vueling presentaron en abril de 2019 los planes de propiedad y control a las autoridades españolas supervisoras de los certificados de vuelo. La Agencia Española de Seguridad Aérea (Aesa) y la Autoridad de Aviación Civil, ambas dependientes del Ministerio de Transportes, dieron el visto bueno al test de españolidad antes del verano de ese año.
Y el propio presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, afirmó el pasado 11 de diciembre que “no habría problema para que Iberia pudiera operar en el espacio aéreo europeo después de la salida del Reino Unido de la Unión Europea” porque “el problema está resuelto”.
Si las aerolíneas consideradas europeas hasta ahora por tener una participación mayoritaria británica se mantienen sin cambios, perderán este estatus europeo con la salida del Reino Unido del club y, por tanto, perderían también su licencia intraeuropea automáticamente.
IAG llegó a vetar la entrada de capital no comunitario para asegurarse de cumplir con la exigencia de la UE, medida que levantó el pasado mes de enero. Además, el 100% de los derechos políticos en Iberia están en manos de la española El Corte Inglés a través de la sociedad Garanair.
La UE dio más tiempo a las aerolíneas europeas con riesgo de perder este estatus para reestructurar su accionariado durante el periodo transitorio de la salida del Reino Unido del club comunitario, pero este plazo expira el próximo 31 de diciembre.
En la práctica, ello supone que las aerolíneas que dejen de ser mayoritariamente europeas no podrán operar vuelos dentro de la Unión Europea, como rutas entre Madrid y Barcelona o entre Madrid y Bruselas, pero sí enlaces entre el Reino Unido y un destino en la UE.